La tarea fundamental de los estudiantes
Discurso resumen en el Primer Encuentro Internacional de Profesores
y Estudiantes de Arquitectura, el 29 de septiembre de 1963
Ernesto Che Guevara.
y Estudiantes de Arquitectura, el 29 de septiembre de 1963
Ernesto Che Guevara.
"La tarea de ustedes, compañeros estudiantes es cumplir al máximo las indicaciones de Lenin: «Cada revolucionario debe ser en su lugar de trabajo, de lucha, el mejor.» Y a ustedes les corresponden el lugar de lucha de la Universidad, del estudio, la preparación urgente de nuestros profesionales para suplir las faltas que teníamos, las lagunas que nos dejó el imperialismo al llevarse a nuestros cuadros, el atraso general del país, y construir aceleradamente la sociedad."
"Esa es la tarea fundamental, tarea que por ser fundamental no es única, porque nunca se puede dejar de lado el estudio consciente de la teoría y no se puede dejar de lado la posibilidad de tener que empuñar el fusil en cada momento, y la necesidad permanente de defender a la Revolución con las armas ideológicas en cada minuto de la vida."...
Quisiera agregar algo para mis compañeros los estudiantes de Cuba. Como ya esto es un poco específico, un poco provinciano para ustedes, les ruego que, sencillamente, hagan como si no hubieran oído si no les interesa el tema. Pero a nuestros estudiantes hay que atenderlos, y atenderlos todos los días. Nuestra juventud ha nacido en medio de grandes conmociones. Este es un pueblo en el que hace pocos años los marineros norteamericanos hacían necesidades en la cabeza de nuestro Apóstol Martí, y hoy es un pueblo enteramente erguido contra el imperialismo norteamericano. Se ha producido un fenómeno extraordinario de cambio total de la conciencia de las masas en pocos años de trabajo revolucionario. Pero como en todos los cambios súbitos y drásticos no todo queda claro, y no todo está claro en la mente de nuestros estudiantes, y no está la mente de nuestros estudiantes como la de nuestro pueblo, exentas de una gran cantidad de dudas.
Por eso queríamos insistir una vez más, en este momento de lucha, en el que nosotros estamos directamente colocados contra el imperialismo yanqui, en que nos amenaza todos los días, en el que es patente su agresividad, en el que la tarea del estudiantado es más importante que nunca. Tiene que acelerar sus estudios, para ser los verdaderos artífices de la sociedad nueva, pero al mismo tiempo tiene que profundizar su conciencia con objeto de saber exactamente cómo y en qué forma se debe hacer esa sociedad, para no ser un mero constructor sin ideas sino poner sus manos, su cabeza, su corazón al servicio de la sociedad que nace. Y al mismo tiempo tiene que estar también con el fusil en la mano, porque la defensa de nuestra sociedad no es una tarea que deba recaer sobre los hombres de una u otra capa de la sociedad. La defensa de la Revolución cubana es tarea continua de todos los cubanos en todos los momentos, en todas las trincheras.
La tarea de ustedes, compañeros estudiantes es cumplir al máximo las indicaciones de Lenin: « Cada revolucionario debe ser en su lugar de trabajo, de lucha, el mejor.» Y a ustedes les corresponden el lugar de lucha de la Universidad, del estudio, la preparación urgente de nuestros profesionales para suplir las faltas que teníamos, las lagunas que nos dejó el imperialismo al llevarse a nuestros cuadros, el atraso general del país, y construir aceleradamente la sociedad.
Esa es la tarea fundamental, tarea que por ser fundamental no es única, porque nunca se puede dejar de lado el estudio consciente de la teoría y no se puede dejar de lado la posibilidad de tener que empuñar el fusil en cada momento, y la necesidad permanente de defender a la Revolución con las armas ideológicas en cada minuto de la vida.
Es una tarea dura, es una tarea que pone en tensión la fuerza de nuestro estudiantado. Esta es una generación de sacrificio. Esta generación, nuestra generación, no tendrá ni remotamente los bienes que tendrán las generaciones que sigan. Y tenemos que estar claros, conscientes de eso, conscientes de nuestro papel, porque hemos tenido la inmensa gloria de ser la vanguardia de la Revolución en América, y tenemos hoy la gloria de ser el país más odiado por el imperialismo. En todo momento estamos a la vanguardia de la lucha. No hemos renunciado ni un solo de nuestros principios, no hemos sacrificado ni uno solo de nuestros ideales, y nunca hemos dejado de cumplir ni uno solo de nuestros deberes. Por eso estamos a la cabeza, por eso tenemos esa gloria que siente cada cubano en cada lugar del mundo que visita. Pero también eso exige esfuerzo.
Esta generación, que ha hecho posible el aparente milagro del surgimiento de la revolución socialista a unos pasos del imperialismo norteamericano, tiene que pagar la gloria con su sacrificio. Tiene que sacrificarse día a día para construir el mañana con su esfuerzo.
Ese que ustedes quieren, ese que ustedes sueñan, en que todos los materiales, todos los medios, toda la técnica van a estar a disposición de ustedes para que los transformen, les den el soplo vital -si me permiten esta frase un poco idealista- y los pongan al servicio del pueblo.
Por eso tenemos que construir los bienes materiales, rechazar el ataque del imperialismo y luchar contra todas las dificultades. Por eso nuestra generación tendrá un lugar en la historia de Cuba, y un lugar en la historia de América. Nunca debemos fallar a la esperanza que todos los compañeros revolucionarios, que todos los pueblos oprimidos de América y quizás del mundo, tienen puesta en la Revolución Cubana.
Además, nunca debemos olvidar que la Revolución cubana, por la fuerza de su ejemplo, no actúa solo aquí, internamente, y que sus deberes están más allá de las fronteras de Cuba: el deber de expandir la llama ideológica de la Revolución por todos los rincones de América, por todos los rincones del mundo donde se nos escuche; el deber de ser sensibles ante todas las miserias del mundo, ante todas las explotaciones y las injusticias; el deber que sintetiza Martí en una frase que muchas veces hemos dicho, y que siempre debemos tener en la cabecera de nuestra cama, en el lugar más visible, y es aquello de que «Todo hombre verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre».
Esa debe ser la síntesis de las ideas de la Revolución hacia todos los pueblos del mundo. Y así debe estar siempre nuestra juventud: libre, discutiendo, intercambiando ideas, preocupada por lo que pasa en el mundo entero, abierta a la técnica de todo el mundo, recibiendo de todo el mundo lo que nos pueda dar, y siempre sensible a la lucha, a las desgracias, a las esperanzas de los pueblos oprimidos.
En esa forma iremos construyendo nuestro futuro.
1 comentarios:
Saludos, gracias por visitarnos, felicitaciones por la página, muy buena. Los dejamos invitados a seguir estrechando lazos...Negra, Gaceta Estudiantil. www.gacetaestudiantil.blogspot.com
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