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viernes, 30 de abril de 2010

Jóvenes argentinos intercambian con familiares de los Cinco


Radio Guines

Los jóvenes argentinos que ascendieron el Aconcagua por los Cinco compartieron las anécdotas de todo el trayecto, recordaron las muestras de solidaridad y apoyo recibidas y también el modo en que los antiterroristas cubanos, que permanecen en prisión desde hace casi 12 años, les dieron aliento cuando las fuerzas flaquearon.

“Llevábamos el peso de media Isla en la mochila”, comentó Alcides Bonavitta sobre el ascenso al Aconcagua en el que participó también Santiago Vega, el otro andinista, y Pablo Fernández, quien coordinó toda la campaña de prensa de esa hazaña, realizada a favor de la libertad de René González, Ramón Labañino, Gerardo Hernández, Fernando González y Antonio Guerrero.

“El peso de esa bandera solo lo podían llevar ellos», apuntó Pablo, quien comentó que el andinismo es un deporte muy individualista, pero para ellos no se trataba de otra cima para abultar el currículo, sino de plantar la bandera con un mensaje para Obama allí “con todo lo que eso significa”, acotó.

Tanto Santiago y Alcides contaron detalles y emocionaron con su sencillez. Estos dos amigos extraordinarios pusieron en riesgo sus vidas por la causa de los Cinco. Entre bromas compartidas, uno y otro mencionaron los momentos en que el cuerpo no quiso responder, la falta de oxígeno, el frío, y hasta esos instantes en que tuvieron ganas de volver. Pero no lo hicieron porque echaron mano a todas las convicciones que los habían inspirado, y especialmente pensaron en Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René.

“De ahí es donde se sacan fuerzas, de ellos y ustedes que no se rinden”, le dijo Alcides a las madres, esposas y otros familiares allí reunidos.

En un momento crítico del ascenso Santiago estaba mal y Alcides le propuso volver temiendo por su salud. Él contestó: “No, hay algo aquí que es fortísimo en la mochila…Hay que subir”.

Por su parte, Pablo aseguró que ahora tienen «más tareas que antes», y explicó a los familiares algunas de las acciones en las que están empeñados después del ascenso. Para él fue esencial la cobertura de prensa, y por eso agradeció a todos la coordinación para sacar el mensaje, que se expandió por los medios, incluso hasta los medios de derecha argentinos y la propia CNN lo publicaron. También destacó la importancia de sumar más a la causa, de no dejar fuera a nadie.

A nombre de los familiares, Olga Salanueva, esposa de René, comentó que para ellos había sido muy importante el aporte de esta acción valerosa al rompimiento del silencio en torno al caso. Actuaron inteligentemente para que el mensaje se expandiera, dijo.

Santiago, Alcides y Pablo entregaron a los familiares la bandera con el logo de Gerardo que ascendió el Aconcagua, también trajeron una replica de la que plantaron en la cima con el mensaje para Obama, y mostraron con la que subirán al punto más alto de nuestra geografía.

Esposas, madres y Laura Labañino, hija de Ramón, acordaron en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, donde tuvo lugar el dialogo, que la bandera que subió al techo de América también ascienda el Turquino para luego quedarse en el museo de la Batalla de Ideas de la ciudad matancera de Cárdenas.

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El socialismo y el hombre en Cuba


Che Guevara/marxists.org
(1965)

Estimado compañero*:


Acabo estas notas en viaje por África, animado del deseo de cumplir, aunque tardíamente, mi promesa. Quisiera hacerlo tratando el tema del título. Creo que pudiera ser interesante para los lectores uruguayos.

Es común escuchar de boca de los voceros capitalistas, como un argumento en la lucha ideológica contra el socialismo, la afirmación de que este sistema social o el período de construcción del socialismo al que estamos nosotros abocados, se caracteriza por la abolición del individuo en aras del Estado. No pretenderé refutar esta afirmación sobre una base meramente teórica, sino establecer los hechos tal cual se viven en Cuba y agregar comentarios de índole general. Primero esbozaré a grandes rasgos la historia de nuestra lucha revolucionaria antes y después de la toma del poder.

Como es sabido, la fecha precisa en que se iniciaron las acciones revolucionarias que culminaron el primero de enero de 1959, fue el 26 de julio de 1953. Un grupo de hombres dirigidos por Fidel Castro atacó la madrugada de ese día el cuartel Moncada, en la provincia de Oriente. El ataque fue un fracaso, el fracaso se transformó en desastre y los sobrevivientes fueron a parar a la cárcel, para reiniciar, luego de ser amnistiados, la lucha revolucionaria.

Durante este proceso, en el cual solamente existían gérmenes de socialismo, el hombre era un factor fundamental. En él se confiaba, individualizado, específico, con nombre y apellido, y de su capacidad de acción dependía el triunfo o el fracaso del hecho encomendado.

Llego la etapa de la lucha guerrillera. Esta se desarrolló en dos ambientes distintos: el pueblo, masa todavía dormida a quien había que movilizar y su vanguardia, la guerrilla, motor impulsor de la movilización, generador de conciencia revolucionaria y de entusiasmo combativo. Fue esta vanguardia el agente catalizador, el que creó las condiciones subjetivas necesarias para la victoria. También en ella, en el marco del proceso de proletarización de nuestro pensamiento, de la revolución que se operaba en nuestros hábitos, en nuestras mentes, el individuo fue el factor fundamental. Cada uno de los combatientes de la Sierra Maestra que alcanzara algún grado superior en las fuerzas revolucionarias, tiene una historia de hechos notables en su haber. En base a estos lograba sus grados.

Fue la primera época heroica, en la cual se disputaban por lograr un cargo de mayor responsabilidad, de mayor peligro, sin otra satisfacción que el cumplimiento del deber. En nuestro trabajo de educación revolucionaria, volvemos a menudo sobre este tema aleccionador. En la actitud de nuestros combatientes se vislumbra al hombre del futuro.

En otras oportunidades de nuestra historia se repitió el hecho de la entrega total a la causa revolucionaria. Durante la Crisis de Octubre o en los días del ciclón Flora, vimos actos de valor y sacrificio excepcionales realizados por todo un pueblo. Encontrar la fórmula para perpetuar en la vida cotidiana esa actitud heroica, es una de nuestras tareas fundamentales desde el punto de vista ideológico.

En enero de 1959 se estableció el gobierno revolucionario con la participación en él de varios miembros de la burguesía entreguista. La presencia del Ejército Rebelde constituía la garantía de poder, como factor fundamental de fuerza.

Se produjeron enseguida contradicciones seria, resueltas, en primera instancia, en febrero del 59, cuando Fidel Castro asumió la jefatura de gobierno con el cargo de primer ministro. Culminaba el proceso en julio del mismo año, al renunciar el presidente Urrutia ante la presión de las masas.

Aparecía en la historia de la Revolución Cubana, ahora con caracteres nítidos, un personaje que se repetirá sistemáticamente: la masa.

Este ente multifacético no es, como se pretende, la suma de elementos de la misma categoría (reducidos a la misma categoría, además, por el sistema impuesto), que actúa como un manso rebaño. Es verdad que sigue sin vacilar a sus dirigentes, fundamentalmente a Fidel Castro, pero el grado en que él ha ganado esa confianza responde precisamente a la interpretación cabal de los deseos del pueblo, de sus aspiraciones, y a la lucha sincera por el cumplimiento de las promesas hechas.

La masa participó en la reforma agraria y en el difícil empeño de la administración de las empresas estatales; pasó por la experiencia heroica de Playa Girón; se forjó en las luchas contra las distintas bandas de bandidos armadas por la CIA; vivió una de las definiciones más importantes de los tiempos modernos en la Crisis de Octubre y sigue hoy trabajando en la construcción del socialismo.

Vistas las cosas desde un punto de vista superficial, pudiera parecer que tienen razón aquellos que hablan de supeditación del individuo al Estado, la masa realiza con entusiasmo y disciplina sin iguales las tareas que el gobierno fija, ya sean de índole económica, cultural, de defensa, deportiva, etcétera. La iniciativa parte en general de Fidel o del alto mando de la revolución y es explicada al pueblo que la toma como suya. Otras veces, experiencias locales se toman por el partido y el gobierno para hacerlas generales, siguiendo el mismo procedimiento.

Sin embargo, el Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efectos de una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar. Así sucedió en marzo de 1962 ante una política sectaria impuesta al partido por Aníbal Escalante.

Es evidente que el mecanismo no basta para asegurar una sucesión de medidas sensatas y que falta una conexión más estructurada con las masas. Debemos mejorarla durante el curso de los próximos años pero, en el caso de las iniciativas surgidas de estratos superiores del gobierno utilizamos por ahora el método casi intuitivo de auscultar las reacciones generales frente a los problemas planteados.

Maestro en ello es Fidel, cuyo particular modo de integración con el pueblo solo puede apreciarse viéndolo actuar. En las grandes concentraciones públicas se observa algo así como el diálogo de dos diapasones cuyas vibraciones provocan otras nuevas en el interlocutor. Fidel y la masa comienzan a vibrar en un diálogo de intensidad creciente hasta alcanzar el clímax en un final abrupto, coronado por nuestro grito de lucha y victoria.

Lo difícil de entender, para quien no viva la experiencia de la revolución, es esa estrecha unidad dialéctica existente entre el individuo y la masa, donde ambos se interrelacionan y, a su vez, la masa, como conjunto de individuos, se interrelaciona con los dirigentes.

En el capitalismo se pueden ver algunos fenómenos de este tipo cuando aparecen políticos capaces de lograr la movilización popular, pero si no se trata de un auténtico movimiento social, en cuyo caso no es plenamente lícito hablar de capitalismo, el movimiento vivirá lo que la vida de quien lo impulse o hasta el fin de las ilusiones populares, impuesto por el rigor de la sociedad capitalista. En esta, el hombre está dirigido por un frío ordenamiento que, habitualmente, escapa al dominio de la comprensión. El ejemplar humano, enajenado, tiene un invisible cordón umbilical que le liga a la sociedad en su conjunto: la ley del valor. Ella actúa en todos los aspectos de la vida, va modelando su camino y su destino.

Las leyes del capitalismo, invisibles para el común de las gentes y ciegas, actúan sobre el individuo sin que este se percate. Solo ve la amplitud de un horizonte que aparece infinito. Así lo presenta la propaganda capitalista que pretende extraer del caso Rockefeller —verídico o no—, una lección sobre las posibilidades de éxito. La miseria que es necesario acumular para que surja un ejemplo así y la suma de ruindades que conlleva una fortuna de esa magnitud, no aparecen en el cuadro y no siempre es posible a las fuerzas populares aclarar estos conceptos. (Cabría aquí la disquisición sobre cómo en los países imperialistas los obreros van perdiendo su espíritu internacional de clase al influjo de una cierta complicidad en la explotación de los países dependientes y cómo este hecho, al mismo tiempo, lima el espíritu de lucha de las masas en el propio país, pero ese es un tema que sale de la intención de estas notas.)

De todos modos, se muestra el camino con escollos que aparentemente, un individuo con las cualidades necesarias puede superar para llegar a la meta. El premio se avizora en la lejanía; el camino es solitario. Además, es una carrera de lobos: solamente se puede llegar sobre el fracaso de otros.

Intentaré, ahora, definir al individuo, actor de ese extraño y apasionante drama que es la construcción del socialismo, en su doble existencia de ser único y miembro de la comunidad.

Creo que lo más sencillo es reconocer su cualidad de no hecho, de producto no acabado. Las taras del pasado se trasladan al presente en la conciencia individual y hay que hacer un trabajo continuo para erradicarlas.

El proceso es doble, por un lado actúa la sociedad con su educación directa e indirecta, por otro, el individuo se somete a un proceso consciente de autoeducación.

La nueva sociedad en formación tiene que competir muy duramente con el pasado. Esto se hace sentir no solo en la conciencia individual en la que pesan los residuos de una educación sistemáticamente orientada al aislamiento del individuo, sino también por el carácter mismo de este período de transición con persistencia de las relaciones mercantiles. La mercancía es la célula económica de la sociedad capitalista; mientras exista, sus efectos se harán sentir en la organización de la producción y, por ende, en la conciencia.

En el esquema de Marx se concebía el período de transición como resultado de la transformación explosiva del sistema capitalista destrozado por sus contradicciones; en la realidad posterior se ha visto cómo se desgajan del árbol imperialista algunos países que constituyen ramas débiles, fenómeno previsto por Lenin. En estos, el capitalismo se ha desarrollado lo suficiente como para hacer sentir sus efectos, de un modo u otro, sobre el pueblo, pero no son sus propias contradicciones las que, agotadas todas las posibilidades, hacen saltar el sistema. La lucha de liberación contra un opresor externo, la miseria provocada por accidentes extraños, como la guerra, cuyas consecuencias hacen recaer las clases privilegiadas sobre los explotados, los movimientos de liberación destinados a derrocar regímenes neocoloniales, son los factores habituales de desencadenamiento. La acción consciente hace el resto.

En estos países no se ha producido todavía una educación completa para el trabajo social y la riqueza dista de estar al alcance de las masas mediante el simple proceso de apropiación. El subdesarrollo por un lado y la habitual fuga de capitales hacia países «civilizados» por otro, hacen imposible un cambio rápido y sin sacrificios. Resta un gran tramo a recorrer en la construcción de la base económica y la tentación de seguir los caminos trillados del interés material, como palanca impulsora de un desarrollo acelerado, es muy grande.

Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí tras de recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y donde es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta. Entre tanto, la base económica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la conciencia. Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo.

De allí que sea tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Este instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social.

Como ya dije, en momentos de peligro extremo es fácil potenciar los estímulos morales; para mantener su vigencia, es necesario el desarrollo de una conciencia en la que los valores adquieran categorías nuevas. La sociedad en su conjunto debe convertirse en una gigantesca escuela.

Las grandes líneas del fenómeno son similares al proceso de formación de la conciencia capitalista en su primera época. El capitalismo recurre a la fuerza, pero, además, educa a la gente en el sistema. La propaganda directa se realiza por los encargados de explicar la ineluctabilidad de un régimen de clase, ya sea de origen divino o por imposición de la naturaleza como ente mecánico. Esto aplaca a las masas que se ven oprimidas por un mal contra el cual no es posible la lucha.

A continuación viene la esperanza, y en esto se diferencia de los anteriores regímenes de casta que no daban salida posible.

Para algunos continuará vigente todavía la fórmula de casta: el premio a los obedientes consiste en el arribo, después de la muerte, a otros mundos maravillosos donde los buenos son los premiados, con lo que se sigue la vieja tradición. Para otros, la innovación; la separación en clases es fatal, pero los individuos pueden salir de aquella a que pertenecen mediante el trabajo, la iniciativa, etcétera. Este proceso, y el de autoeducación para el triunfo, deben ser profundamente hipócritas: es la demostración interesada de que una mentira es verdad.

En nuestro caso, la educación directa adquiere una importancia mucho mayor. La explicación es convincente porque es verdadera; no precisa de subterfugios. Se ejerce a través del aparato educativo del Estado en función de la cultura general, técnica e ideológica, por medio de organismos tales como el Ministerio de Educación y el aparto de divulgación del partido. La educación prende en las masas y la nueva actitud preconizada tiende a convertirse en hábito; la masa la va haciendo suya y presiona a quienes no se han educado todavía. Esta es la forma indirecta de educar a las masas, tan poderosa como aquella otra.

Pero el proceso es consciente; el individuo recibe continuamente el impacto del nuevo poder social y percibe que no está completamente adecuado a él. Bajo el influjo de la presión que supone la educación indirecta, trata de acomodarse a una situación que siente justa y cuya propia falta de desarrollo le ha impedido hacerlo hasta ahora. Se autoeduca.

En este período de construcción del socialismo podemos ver el hombre nuevo que va naciendo. Su imagen no está todavía acabada; no podría estarlo nunca ya que el proceso marcha paralelo al desarrollo de formas económicas nuevas. Descontando aquellos cuya falta de educación los hace tender al camino solitario, a la autosatisfacción de sus ambiciones, los hay que aun dentro de este nuevo panorama de marcha conjunta, tienen tendencia a caminar aislados de la masa que acompañan. Lo importante es que los hombres van adquiriendo cada día más conciencia de la necesidad de su incorporación a la sociedad y, al mismo tiempo, de su importancia como motores de la misma.

Ya no marchan completamente solos, por veredas extraviadas, hacia lejanos anhelos. Siguen a su vanguardia, constituida por el partido, por los obreros de avanzada, por los hombres de avanzada que caminan ligados a las masas y en estrecha comunión con ellas. Las vanguardias tienen su vista puesta en el futuro y en su recompensa, pero esta no se vislumbra como algo individual; el premio es la nueva sociedad donde los hombres tendrán características distintas: la sociedad del hombre comunista.

El camino es largo y lleno de dificultades. A veces, por extraviar la ruta, hay que retroceder; otras, por caminar demasiado aprisa, nos separamos de las masas; en ocasiones por hacerlo lentamente, sentimos el aliento cercano de los que nos pisan los talones. En nuestra ambición de revolucionarios, tratamos de caminar tan aprisa como sea posible, abriendo caminos, pero sabemos que tenemos que nutrirnos de la masa y que ésta solo podrá avanzar más rápido si la alentamos con nuestro ejemplo.

A pesar de la importancia dada a los estímulos morales, el hecho de que exista la división en dos grupos principales (excluyendo, claro está, a la fracción minoritaria de los que no participan, por una razón u otra en la construcción del socialismo), indica la relativa falta de desarrollo de la conciencia social. El grupo de vanguardia es ideológicamente más avanzado que la masa; esta conoce los valores nuevos, pero insuficientemente. Mientras en los primeros se produce un cambio cualitativo que le permite ir al sacrificio en su función de avanzada, los segundos sólo ven a medias y deben ser sometidos a estímulos y presiones de cierta intensidad; es la dictadura del proletariado ejerciéndose no sólo sobre la clase derrotada, sino también individualmente, sobre la clase vencedora.

Todo esto entraña, para su éxito total, la necesidad de una serie de mecanismos, las instituciones revolucionarias. En la imagen de las multitudes marchando hacia el futuro, encaja el concepto de institucionalización como el de un conjunto armónico de canales, escalones, represas, aparatos bien aceitados que permitan esa marcha, que permitan la selección natural de los destinados a caminar en la vanguardia y que adjudiquen el premio y el castigo a los que cumplen o atenten contra la sociedad en construcción.

Esta institucionalidad de la Revolución todavía no se ha logrado. Buscamos algo nuevo que permita la perfecta identificación entre el Gobierno y la comunidad en su conjunto, ajustada a las condiciones peculiares de la construcción del socialismo y huyendo al máximo de los lugares comunes de la democracia burguesa, trasplantados a la sociedad en formación (como las cámaras legislativas, por ejemplo). Se han hecho algunas experiencias dedicadas a crear paulatinamente la institucionalización de la Revolución, pero sin demasiada prisa. El freno mayor que hemos tenido ha sido el miedo a que cualquier aspecto formal nos separe de las masas y del individuo, nos haga perder de vista la última y más importante ambición revolucionaria que es ver al hombre liberado de su enajenación.

No obstante la carencia de instituciones, lo que debe superarse gradualmente, ahora las masas hacen la historia como el conjunto consciente de individuos que luchan por una misma causa. El hombre, en el socialismo, a pesar de su aparente estandarización, es más completo; a pesar de la falta del mecanismo perfecto para ello, su posibilidad de expresarse y hacerse sentir en el aparato social es infinitamente mayor.

Todavía es preciso acentuar su participación consciente, individual y colectiva, en todos los mecanismos de dirección y de producción y ligarla a la idea de la necesidad de la educación técnica e ideológica, de manera que sienta cómo estos procesos son estrechamente interdependientes y sus avances son paralelos. Así logrará la total consciencia de su ser social, lo que equivale a su realización plena como criatura humana, rotas todas las cadenas de la enajenación.

Esto se traducirá concretamente en la reapropiación de su naturaleza a través del trabajo liberado y la expresión de su propia condición humana a través de la cultura y el arte.

Para que se desarrolle en la primera, el trabajo debe adquirir una condición nueva; la mercancía-hombre cesa de existir y se instala un sistema que otorga una cuota por el cumplimiento del deber social. Los medios de producción pertenecen a la sociedad y la máquina es sólo la trinchera donde se cumple el deber. El hombre comienza a liberar su pensamiento del hecho enojoso que suponía la necesidad de satisfacer sus necesidades animales mediante el trabajo. Empieza a verse retratado en su obra y a comprender su magnitud humana a través del objeto creado, del trabajo realizado. Esto ya no entraña dejar una parte de su ser en forma de fuerza de trabajo vendida, que no le pertenece más, sino que significa una emanación de sí mismo, un aporte a la vida común en que se refleja; el cumplimiento de su deber social.

Hacemos todo lo posible por darle al trabajo esta nueva categoría de deber social y unirlo al desarrollo de la técnica, por un lado, lo que dará condiciones para una mayor libertad, y al trabajo voluntario por otro, basados en la apreciación marxista de que el hombre realmente alcanza su plena condición humana cuando produce sin la compulsión de la necesidad física de venderse como mercancía.

Claro que todavía hay aspectos coactivos en el trabajo, aún cuando sea necesario; el hombre no ha transformado toda la coerción que lo rodea en reflejo condicionado de naturaleza social y todavía produce, en muchos casos, bajo la presión del medio (compulsión moral, la llama Fidel). Todavía le falta el lograr la completa recreación espiritual ante su propia obra, sin la presión directa del medio social, pero ligado a él por los nuevos hábitos. Esto será el comunismo.

El cambio no se produce automáticamente en la conciencia, como no se produce tampoco en la economía. Las variaciones son lentas y no son rítmicas; hay períodos de aceleración, otros pausados e incluso, de retroceso.

Debemos considerar, además como apuntáramos antes, que no estamos frente al período de transición puro, tal como lo viera Marx en la Crítica del Programa de Gotha, sino de una nueva fase no prevista por él; primer período de transición del comunismo o de la construcción del socialismo. Este transcurre en medio de violentas luchas de clase y con elementos de capitalismo en su seno que oscurecen la comprensión cabal de su esencia.

Si a esto de agrega el escolasticismo que ha frenado el desarrollo de la filosofía marxista e impedido el tratamiento sistemático del período, cuya economía política no se ha desarrollado, debemos convenir en que todavía estamos en pañales y es preciso dedicarse a investigar todas las características primordiales del mismo antes de elaborar una teoría económica y política de mayor alcance.

La teoría que resulte dará indefectiblemente preeminencia a los dos pilares de la construcción: la formación del hombre nuevo y el desarrollo de la técnica. En ambos aspectos nos falta mucho por hacer, pero es menos excusable el atraso en cuanto a la concepción de la técnica como base fundamental, ya que aquí no se trata de avanzar a ciegas sino de seguir durante un buen tramo el camino abierto por los países más adelantados del mundo. Por ello Fidel machaca con tanta insistencia sobre la necesidad de la formación tecnológica y científica de todo nuestro pueblo y más aún, de su vanguardia.

En el campo de las ideas que conducen a actividades no productivas, es más fácil ver la división entre la necesidad material y espiritual. Desde hace mucho tiempo el hombre trata de liberarse de la enajenación mediante la cultura y el arte. Muere diariamente las ocho y más horas en que actúa como mercancía para resucitar en su creación espiritual. pero este remedio porta los gérmenes de la misma enfermedad.: es un ser solitario el que busca comunión con la naturaleza. Defiende su individualidad oprimida por el medio y reacciona ante las ideas estéticas como un ser único cuya aspiración es permanecer inmaculado.

Se trata sólo de un intento de fuga. La ley del valor no es ya un mero reflejo de las relaciones de producción; los capitalistas monopolistas la rodean de un complicado andamiaje que la convierte en una sierva dócil, aún cuando los métodos que emplean sean puramente empíricos. La superestructura impone un tipo de arte en el cual hay que educar a los artistas. Los rebeldes son dominados por la maquinaria y sólo los talentos excepcionales podrán crear su propia obra. Los restantes devienen asalariados vergonzantes o son triturados.

Se inventa la investigación artística a la que se da como definitoria de la libertad, pero esta «investigación» tiene sus límites imperceptibles hasta el momento de chocar con ellos, vale decir, de plantearse los reales problemas del hombre y su enajenación. La angustia sin sentido o el pasatiempo vulgar constituyen válvulas cómodas a la inquietud humana; se combate la idea de hacer del arte un arma de denuncia.

Si se respetan las leyes del juego se consiguen todos los honores; los que podría tener un mono al inventar piruetas. La condición es no tratar de escapar de la jaula invisible.

Cuando la Revolución tomó el poder se produjo el éxodo de los domesticados totales; los demás, revolucionarios o no, vieron un camino nuevo. La investigación artística cobró nuevo impulso. Sin embargo, las rutas estaban más o menos trazadas y el sentido del concepto fuga se escondió tras la palabra libertad. En los propios revolucionarios se mantuvo muchas veces esta actitud, reflejo del idealismo burgués en la conciencia.

En países que pasaron por un proceso similar se pretendió combatir estas tendencias con un dogmatismo exagerado. La cultura general se convirtió casi en un tabú y se proclamó el summum de la aspiración cultural, una representación formalmente exacta de la naturaleza, convirtiéndose ésta, luego, en una representación mecánica de la realidad social que se quería hacer ver; la sociedad ideal, casi sin conflictos ni contradicciones, que se buscaba crear.

El socialismo es joven y tiene errores.

Los revolucionarios carecemos, muchas veces, de los conocimientos y la audacia intelectual necesarias para encarar la tarea del desarrollo de un hombre nuevo por métodos distintos a los convencionales y los métodos convencionales sufren de la influencia de la sociedad que los creó. (Otra vez se plantea el tema de la relación entre forma y contenido.) La desorientación es grande y los problemas de la construcción material nos absorben. No hay artistas de gran autoridad que, a su vez, tengan gran autoridad revolucionaria. Los hombres del Partido deben tomar esa tarea entre las manos y buscar el logro del objetivo principal: educar al pueblo.

Se busca entonces la simplificación, lo que entiende todo el mundo, que es lo que entienden los funcionarios. Se anula la auténtica investigación artística y se reduce al problema de la cultura general a una apropiación del presente socialista y del pasado muerto (por tanto, no peligroso). Así nace el realismo socialista sobre las bases del arte del siglo pasado.

Pero el arte realista del siglo XIX, también es de clase, más puramente capitalista, quizás, que este arte decadente del siglo XX, donde se transparenta la angustia del hombre enajenado. El capitalismo en cultura ha dado todo de sí y no queda de él sino el anuncio de un cadáver maloliente en arte, su decadencia de hoy. Pero, ¿por qué pretender buscar en las formas congeladas del realismo socialista la única receta válida? No se puede oponer al realismo socialista «la libertad», porque ésta no existe todavía, no existirá hasta el completo desarrollo de la sociedad nueva; pero no se pretenda condenar a todas la formas de arte posteriores a la primer mitad del siglo XIX desde el trono pontificio del realismo a ultranza, pues se caería en un error proudhoniano de retorno al pasado, poniéndole camisa de fuerza a la expresión artística del hombre que nace y se construye hoy.

Falta el desarrollo de un mecanismo ideológico cultural que permita la investigación y desbroce la mala hierba, tan fácilmente multiplicable en el terreno abonado de la subvención estatal.

En nuestro país, el error del mecanicismo realista no se ha dado, pero sí otro signo de contrario. Y ha sido por no comprender la necesidad de la creación del hombre nuevo, que no sea el que represente las ideas del siglo XIX, pero tampoco las de nuestro siglo decadente y morboso. El hombre del siglo XXI es el que debemos crear, aunque todavía es una aspiración subjetiva y no sistematizada. Precisamente éste es uno de los puntos fundamentales de nuestro estudio y de nuestro trabajo y en la medida en que logremos éxitos concretos sobre una base teórica o, viceversa, extraigamos conclusiones teóricas de carácter amplio sobre la base de nuestra investigación concreta, habremos hecho un aporte valioso al marxismo-leninismo, a la causa de la humanidad. La reacción contra el hombre del siglo XIX nos ha traído la reincidencia en el decadentismo del siglo XX; no es un error demasiado grave, pero debemos superarlo, so pena de abrir un ancho cauce al revisionismo.

Las grandes multitudes se van desarrollando, las nuevas ideas van alcanzando adecuado ímpetu en el seno de la sociedad, las posibilidades materiales de desarrollo integral de absolutamente todos sus miembros, hacen mucho más fructífera la labor. El presente es de lucha, el futuro es nuestro.

Resumiendo, la culpabilidad de muchos de nuestros intelectuales y artistas reside en su pecado original; no son auténticamente revolucionarios. Podemos intentar injertar el olmo para que dé peras, pero simultáneamente hay que sembrar perales. Las nuevas generaciones vendrán libres del pecado original. Las posibilidades de que surjan artistas excepcionales serán tanto mayores cuanto más se haya ensanchado el campo de la cultura y la posibilidad de expresión. Nuestra tarea consiste en impedir que la generación actual, dislocada por sus conflictos, se pervierta y pervierta a las nuevas. No debemos crear asalariados dóciles al pensamiento oficial ni «becarios» que vivan al amparo del presupuesto, ejerciendo una libertad entre comillas. Ya vendrán los revolucionarios que entonen el canto del hombre nuevo con la auténtica voz del pueblo. Es un proceso que requiere tiempo.

En nuestra sociedad, juegan un papel la juventud y el Partido.

Particularmente importante es la primera, por ser la arcilla maleable con que se puede construir al hombre nuevo sin ninguna de las taras anteriores.

Ella recibe un trato acorde con nuestras ambiciones. Su educación es cada vez más completa y no olvidamos su integración al trabajo desde los primeros instantes. Nuestros becarios hacen trabajo físico en sus vacaciones o simultáneamente con el estudio. El trabajo es un premio en ciertos casos, un instrumento de educación, en otros, jamás un castigo. Una nueva generación nace.

El Partido es una organización de vanguardia. Los mejores trabajadores son propuestos por sus compañeros para integrarlo. Este es minoritario pero de gran autoridad por la calidad de sus cuadros. Nuestra aspiración es que el Partido sea de masas, pero cuando las masas hayan alcanzado el nivel de desarrollo de la vanguardia, es decir, cuando estén educados para el comunismo. Y a esa educación va encaminado el trabajo. El Partido es el ejemplo vivo; sus cuadros deben dictar cátedras de laboriosidad y sacrificio, deben llevar, con su acción, a las masas, al fin de la tarea revolucionaria, lo que entraña años de duro bregar contra las dificultades de la construcción, los enemigos de clase, las lacras del pasado, el imperialismo…

Quisiera explicar ahora el papel que juega la personalidad, el hombre como individuo de las masas que hacen la historia. Es nuestra experiencia no una receta.

Fidel dio a la Revolución el impulso en los primeros años, la dirección, la tónica siempre, peros hay un buen grupo de revolucionarios que se desarrollan en el mismo sentido que el dirigente máximo y una gran masa que sigue a sus dirigente porque les tiene fe; y les tiene fe, porque ellos han sabido interpretar sus anhelos.

No se trata de cuántos kilogramos de carne se come o de cuántas veces por año se pueda ir alguien a pasearse en la playa, ni de cuántas bellezas que vienen del exterior puedan comprarse con los salarios actuales. Se trata, precisamente, de que el individuo se sienta más pleno, con mucha más riqueza interior y con mucha más responsabilidad. El individuo de nuestro país sabe que la época gloriosa que le toca vivir es de sacrificio; conoce el sacrificio. Los primeros lo conocieron en la Sierra Maestra y dondequiera que se luchó; después lo hemos conocido en toda Cuba. Cuba es la vanguardia de América y debe hacer sacrificios porque ocupa el lugar de avanzada, porque indica a las masas de América Latina el camino de la libertad plena.

Dentro del país, los dirigentes tienen que cumplir su papel de vanguardia; y, hay que decirlo con toda sinceridad, en una revolución verdadera a la que se le da todo, de la cual no se espera ninguna retribución material, la tarea del revolucionario de vanguardia es a la vez magnífica y angustiosa.

Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad. Quizás sea uno de los grandes dramas del dirigente; éste debe unir a un espíritu apasionado una mente fría y tomar decisiones dolorosas son que se contraiga un músculo. Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible. No pueden descender con su pequeña dosis de cariño cotidiano hacia los lugares donde el hombre común lo ejercita.

Los dirigentes de la Revolución tienen hijos que en sus primeros balbuceos, no aprenden a nombrar al padre; mujeres que deben ser parte del sacrificio general de su vida para llevar la Revolución a su destino; el marco de los amigos responde estrictamente al marco de los compañeros de Revolución. No hay vida fuera de ella.

En esas condiciones, hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización.

El revolucionario, motor ideológico de la revolución dentro de su partido, se consume en esa actividad ininterrumpida que no tiene más fin que la muerte, a menos que la construcción se logre en escala mundial. Si su afán de revolucionario se embota cuando las tareas más apremiantes se ven realizadas a escala loca y se olvida el internacionalismo proletario, la revolución que dirige deja de ser una fuerza impulsora y se sume en una cómoda modorra, aprovechada por nuestros enemigos irreconciliables, el imperialismo, que gana terreno. El internacionalismo proletario es un deber pero también es una necesidad revolucionaria. Así educamos a nuestro pueblo.

Claro que hay peligros presentes en las actuales circunstancias. No sólo el del dogmatismo, no sólo el de congelar las relaciones con las masas en medio de la gran tarea; también existe el peligro de las debilidades en que se puede caer. Si un hombre piensa que, para dedicar su vida entera a la revolución, no puede distraer su mente por la preocupación de que a un hijo le falte determinado producto, que los zapatos de los niños estén rotos, que su familia carezca de determinado bien necesario, bajo este razonamiento deja infiltrarse los gérmenes de la futura corrupción.

En nuestro caso, hemos mantenido que nuestros hijos deben tener y carecer de lo que tienen y de lo que carecen los hijos del hombre común; y nuestra familia debe comprenderlo y luchar por ello. La revolución se hace a través del hombre, pero el hombre tiene que forjar día a día su espíritu revolucionario.

Así vamos marchando. A la cabeza de la inmensa columna —no nos avergüenza ni nos intimida decirlo— va Fidel, después, los mejores cuadros del Partido, e inmediatamente, tan cerca que se siente su enorme fuerza, va el pueblo en su conjunto sólida armazón de individualidades que caminan hacia un fin común; individuos que han alcanzado la conciencia de lo que es necesario hacer; hombres que luchan por salir del reino de la necesidad y entrar al de la libertad.

Esa inmensa muchedumbre se ordena; su orden responde a la conciencia de la necesidad del mismo ya no es fuerza dispersa, divisible en miles de fracciones disparadas al espacio como fragmentos de granada, tratando de alcanzar por cualquier medio, en lucha reñida con sus iguales, una posición, algo que permita apoyo frente al futuro incierto.

Sabemos que hay sacrificios delante nuestro y que debemos pagar un precio por el hecho heroico de constituir una vanguardia como nación. Nosotros, dirigentes, sabemos que tenemos que pagar un precio por tener derecho a decir que estamos a la cabeza del pueblo que está a la cabeza de América. Todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio, conscientes de recibir el premio en la satisfacción del deber cumplido, conscientes de avanzar con todos hacia el hombre nuevo que se vislumbra en el horizonte.

Permítame intentar unas conclusiones:

Nosotros, socialistas, somos más libres porque somos más plenos; somos más plenos por ser más libres.

El esqueleto de nuestra libertad completa está formado, falta la sustancia proteica y el ropaje; los crearemos.

Nuestra libertad y su sostén cotidiano tienen color de sangre y están henchidos de sacrificio.

Nuestro sacrificio es consciente; cuota para pagar la libertad que construimos.
El camino es largo y desconocido en parte; conocemos nuestras limitaciones. Haremos el hombre del siglo XXI: nosotros mismos.

Nos forjaremos en la acción cotidiana, creando un hombre nuevo con una nueva técnica.

La personalidad juega el papel de movilización y dirección en cuanto que encarna las más altas virtudes y aspiraciones del pueblo y no se separa de la ruta.

Quien abre el camino es el grupo de vanguardia, los mejores entre los buenos, el Partido.

La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud, en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera.

Si esta carta balbuceante aclara algo, ha cumplido el objetivo con que la mando.

Reciba nuestro saludo ritual, como un apretón de manos o un «Ave María Purísima»:
Patria o muerte.


* Carlos Quijano, editor del semanario uruguayo, Marcha, quien publica la carta en la edición del 12 de marzo de 1965.


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jueves, 29 de abril de 2010

MPPEU promueve debate con sector estudiantil sobre construcción del Modelo Universitario Socialista


Prensa MPPEU (28.04.10).- Como muestra de una política de inclusión y democracia participativa, y expresión de la consolidación del movimiento estudiantil; Héctor Rodríguez, Viceministro de Políticas Estudiantiles del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MPPEU), sostuvo este martes una reunión con los diferentes representantes de las universidades experimentales del país para la conformación de mesas de trabajo para la discusión de temas de interés universitario.

“No queremos ejecutar ninguna política pública desde el Ministerio que no sea acompañada por los dirigentes estudiantiles, que no sea respaldada y discutida por el sector, para que ellos mismos (los estudiantes) puedan ejecutarla en sus universidades, tengan conocimiento de lo que hacemos y sean parte de la estructura del Estado”, enfatizó

De este modo, Rodríguez explicó que el objetivo es discutir las políticas que se ejecutan desde el Mppeu, para a través del consenso llegar a la formación de un modelo universitario que se ajuste a la realidad nacional y en las que todos los sectores tengan participación como corresponsables de la construcción de una sociedad justa, igualitaria y libre.

Temas como hacer del ingreso un proceso justo y equitativo, realizarle seguimiento a aquellos estudiantes que ingresen al subsistema universitario para que logren culminar sus estudios, mejorar la atención de los estudiantes venezolanos que se forman en el exterior, consolidar la atención académica y política de los estudiantes extranjeros en Venezuela, la construcción de los consejos estudiantiles, la formación político ideológica de los dirigentes, la calidad de vida de los estudiantes y mejorar lo concerniente a la salud y comedores universitarios; forman parte de la agenda que desarrollarán en mesas de trabajo los representantes de las diversas universidades experimentales del país.

El viceministro señaló que este miércoles se reúne con los dirigentes estudiantiles de las Universidades Autónomas, en tanto que el encuentro con los estudiantes de los Institutos y Colegios Universitarios se realizará el viernes 30. Asimismo, anunció que las reuniones para la discusión de asuntos universitarios, a través de los Consejos Estudiantiles, se prevén realizar mensualmente.

El proceso de conformación de los Consejos del Poder Popular Estudiantil, establecidos en la Ley Orgánica de Educación, obedece al mandato del Presidente Hugo Chávez, el pasado 6 de febrero, cuando ordenó la constitución y conformación de un Fondo Bicentenario para las universidades del país y la participación de los estudiantes, bajo esta forma de organización, para la toma de decisiones, presentación de proyectos de carácter social y productivo, comedores, becas, transporte, salud e infraestructura universitaria.

(Fin / Karen Bernal Echeto)

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Chile: Sobre la flexibilidad laboral juvenil y el desempleo


JJCC

La Comisión Nacional Sindical (Conasin) de las Juventudes Comunistas de Chile ha elaborado el siguiente documento para orientar la defensa de los jóvenes trabajadores frente a las políticas neoliberales del nuevo gobierno:

A sabiendas de que el terremoto de segunda vuelta que instalo en el poder ejecutivo a la derecha con Sebastián Piñera y en el caso de la administración de las políticas publicas de los trabajadores a la Ministra del Trabajo Doña Camila Merino ambos representantes de los intereses de los empresarios, es que, nosotros, los Trabajadores Jóvenes, vemos amenazados nuestros intereses políticos- económicos y sociales cuando se nos plantea la proyección de los criterios de profundización de la nombrada, desde hace 20 años, FLEXIBILIDAD LABORAL. También nos resulta preocupante que los efectos provocados por el fenómeno natural del 27 de febrero en adelante hayan dado lugar al alza de despidos y cesantía en regiones y en empresas en que no se justifica la aplicación de los artículos 159, 160 o 161, del código del trabajo. Iniciándose el gobierno de derecha con un gran Ejercito de Reserva, el que se pone a disposición del sistema productivo en las condiciones paupérrimas que este ofrece; mano de obra barata, sin contrato, sin indemnización por año de servicio, sin vacaciones ni desahucio etc.

Estudiantes-trabajadores, un fenómeno masivo desde la década de los `90. Cuando la educación privada se masifica y la oferta y la demanda, propias del mercantilismo en el que la dictadura volcó la educación, se vuelven objeto de deudas y créditos para quienes ingresan al sistema educativo sin los ingresos suficientes o quienes no pueden sostener esta exigencia académica y su actividad permanente es la del trabajo, o aquellos jóvenes que, titulados, también tienen como actividad la del trabajo y el salario les significa el sustento de vida. Advertimos la aplicación desmedida de criterios discriminatorios a la hora de contratar jóvenes a los cuales se les atribuye la extraña necesidad de NO asumir compromisos laborales.

Evidentemente en Chile del 2010 encontramos estas condiciones, distintas en sus necesidades y roles sociales, a los que malamente se les aplican los mismos criterios legales a la hora de contratar o terminar contratos, descubriendo, una vez más, las omisiones del poder legislativo a la hora de asegurar la igualdad ante la ley. ¿La misma ley para todos? ¿Todos tenemos las mismas necesidades al enfrentarnos a un trabajo? Y si no es así, ¿es justo que algún joven trabajador y estudiante, por sus horarios, mantenga la indigna condición de trabajo flexible, sin reconocimiento ni seguridad?

Las empresas, por su parte, tienen mano de obra juvenil en planes de generación de empleo gubernamentales, los cuales responden a los criterios de SUBENCIÓN A EMPRESAS, coherente con el rol subsidiario y no garante que asume el Estado de Chile desde la dictadura. Entregando una gama de posibilidades para contratar al mínimo costo y riesgo para el empresario, los que también cuentan con el respaldo de la ley que sustenta el Código del Trabajo de José Piñera.

Entendiendo Flexibilidad laboral juvenil como una herramienta que responde a las necesidades de los empresarios y no a las de los jóvenes trabajadores y/o estudiantes, y que, la cesantía, inestabilidad laboral, despidos masivos en momentos de emergencia, el no respeto o mantención del salario mínimo, omisión de los derechos de los trabajadores, etc. Son producto del capitalismo hecho cuerpo en el neoliberalismo de las políticas de la concertación y la derecha, es que las Juventudes Comunistas de Chile somos quienes apelamos a la unidad nacional para el cambio del sistema económico, la justicia, igualdad y equidad para legislar la solidaridad de clase,

y la defensa de la dignidad de los trabajadores, nos organizamos y abrimos espacios de discusión democráticos y amplios para dar lugar a lucha por nuestros derechos, participamos activamente de la organización sindical en las federaciones, confederaciones y la Central Unitaria de Trabajadores ( CUT ) y departamento juvenil de la central ( DEJUCUT) , para que desde y con los trabajadores, poner en evidencia esta realidad e impulsar propuestas acordes con las necesidades de quienes son los que sustentan el sistema productivo, los trabajadores.


¡No más flexibilidad laboral, empleo estable!

¡A parar los despidos en estado de emergencia!

¡Aseguramiento del salario mínimo!

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Juventud Comunista de México solidaria con las luchas de los Zapatistas



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lunes, 26 de abril de 2010

Huelguistas en la Universidad de Puerto Rico crean colectivo de prensa estudiantil

Cubadebate

Un grupo de estudiantes que se mantiene en huelga en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) creó un colectivo de prensa estudiantil “Desde Adentro”, con el propósito de informar al pueblo y la comunidad universitaria sobre lo que acontece en la parte interior del campus durante estos días de manifestación.

Estudiantes egresados de la Escuela de Comunicación que ahora cursan estudios graduados en la UPR, voluntarios de la Asociación Puertorriqueña de Estudiantes de Periodismo (APEP) y otros con conocimiento en fotografía y edición de vídeos, se unieron para crear este medio de información.

Se trata de un canal por Youtube (http://www.youtube.com/user/PrensaEstudiantil) y un blog (www.rojogallito.blogspot.com).

“El derecho a la información y la libertad de prensa son básicos para el desarrollo de la educación del Pueblo y la creación de este colectivo tiene como base este objetivo. Necesitamos crear espacios de información libres de mediadores donde todos y todas tengamos un acceso directo a la información”, expresó Aura Colón Solá, jefa de información y periodista del colectivo.

“La creación de este canal por Youtube y este blog le brinda al estudiantado en lucha una herramienta para publicar sus reclamos, informar sobre las negociaciones con la administración, denunciar prácticas lesivas y documentar todo este proceso formativo”, añadió Colón Solá.

El Colectivo cuenta con un cuerpo de editores, periodistas y una mesa de redacción que la componen la Jefa de Información, los y las editores, un miembro del Comité Negociador y otro de la Coordinadora de los Comités de Acción.

Los estudiantes ya realizaron el primer foto-ensayo documentado del paro, la huelga y las actividades educativas que se llevan a cabo en recinto riopedrense y continuarán publicando reportajes por el canal.


Universitarios despliegan pancarta y lanzan consignas. Un manifestante está detenido


Un grupo de estudiantes miembros de la Federación Unievrsitaria Pro Independencia (FUPI) irrumpió esta mañana en el Capitolio y desplegó una pancarta en contra del gobernador Luis Fortuño, como preámbulo a su mensaje de presupuesto esta tarde.

Durante la manifestación, agentes de la Policía detuvierona un estudiante, cuya identidad no se precisó. Mientras, unos diez uniformados custodiaban a los universitarios que coreaban consignas como “No le llames FUPI, llámale candela”.

El capitán Juan Miranda, director de Seguridad de la Policía en el Capitolio, adelantó en entrevista con Radio Isla 1320 que se preparaban para remover a los manifestantes.

(Con información de El Nuevo Día)

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domingo, 25 de abril de 2010

El Capitalismo sus Médicos y sus Medicamentos

Fernando Buen Abad Domínguez/Aporrea.org

Una sociedad enferma lucra, incluso, con las enfermedades

Mientras la salud (o las enfermedades) de los pueblos sean un negociado de mercachifles en el que estén prendidos como vampiros muchos laboratorios, universidades, instituciones gubernamentales, hospitales y médicos... mientras existan personas y pueblos enteros sin seguridad médica... mientras reinen los hábitos y las manías patológicas que inoculan las mafias publicitarias en contra de la salud pública... viviremos una injusticia monstruosa que se ha naturalizado como parte del decorado miserable de las sociedades divididas en clases. Todos los días, durante las madrugadas, las filas de personas a las puertas de los hospitales, en espera de una consulta, padecen listas enromes de violaciones a los derechos humanos mientras, por ejemplo, la industria farmacéutica (13 de los 20 más voraces) instalada en Puerto Rico, recibe beneficios fiscales caimánicos y mueve saludables fortunas en el orden de 60 000 millones de dólares.

El capitalismo entrena a los médicos, a las enfermeras y a los trabajadores de la salud como se entrena a un ejército de mercenarios vendedores de análisis cínicos, estudios diagnósticos, cirugías, medicamentos y terapias. Las materias y reflexiones humanísticas, la conciencia social, brillan fulgurosamente por su ausencia y precariedad. Les uniforman las cabezas con aspiraciones y sueños burgueses (estereotipados hasta las náuseas) para que exhiban impúdicamente su lealtad convenenciera a los negocios de dueños de los laboratorios que ya antes entrenaron a sus jefes.


“Pfizer es actualmente la mayor compañía farmacéutica, y se reporta 45 mil millones de dólares de rentabilidad. Las empresas multinacionales entre ellas Glaxo Smith Kline, Merck & CO., Bristol-Myers Squibb, AstraZeneca, Aventis, Johnson & Johnson, Novartis, Wyeth y Eli Lilly, acapararon el 58,4% del mercado alrededor de 322 mil millones de dólares en ganancias”.[1]

Hay que ver los desplantes de prepotencia y petulancia que pasean muchos jefes de sección, de guardia, de departamento... en cada clínica, hospital o laboratorio frente a las enfermeras, los estudiantes y los trabajadores que deben aprender primordialmente a convertir su humillación en buenas calificaciones, diplomas, nombramientos especiales o premios... como la asistencia a congresos, la publicación de “papers” y los regalitos de los laboratorios. No nos asustan, ni silencian, los medicuchos que se envuelven con enjambres terminológicos y estadísticos par inmolarse en el reino de la erudición archi-especializada y donde no sólo no se aceptan las denuncias más obvias sino que éstas son vistas como desplantes de “mal gusto”. De esos bonzos demagogos, tecnócratas y burócratas, están repletas las academias y asociaciones de especialistas... y muchos hospitales. No todos, claro... claro. Pero. Muchos estudiantes son adiestrados con excelencia “técnica” para sustentar la servidumbre de clase que justifica el negocito y justifica también algunas dádivas de la filantropía médica que, con su ética mesiánica, beneficia a algunos pobres en hospitales para pobres y con burocracia para pobres.

¿Es esto muy exagerado?

Los médicos, las enfermeras y los trabajadores de la salud suelen ser amaestrados para que adopten, como suyas y originales, ideas reaccionarias y conductas mediocres. Su heroicidad se reduce a ser serviles y mansos con el negocio y llevar al reino de su individualismo las glorias de las cuentas bancarias y los bienes terrenales. Su heroicidad tiene por alma mater una vanidad inmisericorde entrenada diariamente en el campo de concentración a que someten a sus “pacientes” y a los familiares de ellos. Muchos “doctorcitos” se hacen pagar su magnanimidad con agradecimientos eternos, y halagos, gracias a extorsionar a todo mundo con el viejo truco de regatear información, hablar con tono didáctico y condescendiente, jugar a que el tiempo nunca les alcanza y sacarse de la manga soluciones milagrosas. Muchas bajo el método de la escopeta... algún perdigón le pegará a la perdiz. Cuantos más medicamentos ensayen... mejores regalitos mandarán los laboratorios. Existe un ranquin internacional de premios en hoteles, líneas aéreas y merchandising variopinto. Lo aprenden los médicos, las enfermeras y los trabajadores de la salud desde las primeras lecciones.

Sueñan con infectarnos la vida con saliva de burócratas serviles a la carnicería neoliberal son “doctores” de inoculados de epidemia usurera entre los mercados farmacéuticos caldo infecto de la demagogia neoliberal el peso de la miseria y el crimen, el hambre, el desempleo, la injusticia galopante. Nosotros lo pagamos. Ellos se autonombran “doctores” para esconder su prepotencia y suficiencia de ignorantes funcionales indolentes a la miseria, desnutrición, hospitales destruidos, escuelas desvencijadas, podredumbre y hediondez a diestra y siniestra. Depresión, mal humor, desesperanza, hartazgo, tristeza, melancolía rabia... furia... odio. Cansancio y soledad, trabajadores humillados. Ancianos victimados con indolencia... enfermos carcomidos por la burocracia. Los niños miran atónitos el futuro que les heredamos. Es una Monstruosidad. Vivimos infestados de negligencia. Los más pobres están más desprotegidos, no están bien alimentados, no pueden ir al doctor, imposible pagar medicamentos y en general no tienen posibilidad de atender su salud. No es poca cosa.

Nosotros sabemos que la guerra contra la medicina corrupta debe ser una guerra contra el capitalismo, también. El negocio de los laboratorios farmacológicos ha sacado una tajada monstruosa. Y no hemos visto lo peor. Sabemos que las corporaciones fabricantes de medicamentos son dueñas de la seguridad de miles o millones de personas. Reina el cinismo. Sabemos que la crisis sanitaria expresa la irracionalidad capitalista. Los monopolios imponen sus negocios como si fuesen políticas de salud e imponen condiciones de mercado para especular con medicamentos y precios. Son dueños de la salud de millones de seres humanos.

¿Y el pensamiento ético en materia de salud?

Está claro que la pachanga obscena de comerciar con las enfermedades, al alcanzar sumas millonarias en cualquier moneda, requiere gerentes gubernamentales encargados de legalizar la tranza e idear mecanismos creativos para sacarle más jugo a las víctimas. Por eso construyen hospitales cuyo sello de clase garantiza un modelo de consumo perfecto para el nivel de corrupción alcanzado por los “doctorcitos” y sus compinches. Por ejemplo construyen hospitales para consumir los mil y un productos que, encarecidos a precio de gobierno, mejor convengan a las empresas proveedoras; por ejemplo gastarán a manos llenas los impuestos de los pueblos para congraciarse con empresas fabricantes de aparatologías y artículos de toda índole, para, recurrentemente, tapizar la ruta de las entregas con diezmos a granel para los intermediarios; por ejemplo pondrán salas de espera, quirófanos, habitaciones, pasillos, oficinas y salas de urgencias... al servicio de la lógica “fordista” aplicada a la atención médica. Todo esto tributario de desentenderse rápido de los “pacientes” para que no engorden los gastos que pudieran amenazar la pachanga de las corruptelas. Hoy, en la obscenidad extrema del sistema de corrupción médica, los pacientes son obligados a llevar a los hospitales sus sábanas, tenedores, agua, vendas y bacinicas... no hay muchos médicos protestando por eso.

Muchos médicos, y sus compinches, gustan de celebrar cifras de eficiencia y atención a los pacientes. Se embriagan en estadísticas exitosas que desbordan gráficas powerpoint, libros, tratados y enciclopedias. Si cada página editada con guarismos triunfalistas implicara a una persona atendida con eficiencia... no habría crisis sanitaria en el mundo. Y la medicina habría dejado de ser una industria burguesa para ser un derecho socialista inalienable.

En la cúspide del alma mater en los médicos medicamentalizados (es decir con la mente puesta en ayudar a vender medicamentos muchos de ellos innecesarios) están los laboratorios farmacéuticos anudados todos en una red multinacional de inversionistas que, cómo en todo comercio, rigen sus tareas por las leyes capitalistas de la oferta y la demanda. ¿Nos sorprendería saber cuántas veces han inventado epidemias, pandemias y contagios para hacer circular millones de vacunas, jeringas, pastillas, cremas o ungüentos? La base material capitalista de esta industria mundial sustenta una cúspide ideológica -metodológica- vestida de “ciencia” en la que se han protocolizado operaciones técnicas con operaciones financieras donde los que ganan son los dueños del negociado. ¿Se ofenderán mucho con este retrato?


¿Es poco filosófico?


No son pocos los médicos que viven de mentir y de mentirse. Fabrican fantasías y explicaciones desopilantes para ganar la “confianza” de sus pacientes-clientes. Si hubiese una colección mundial sobre las fantasías inventadas por muchos médicos sobre el comportamiento del organismo humano, y su relación con los químicos prescritos, tendíamos una enciclopedia del horror monumental. La “filosofía” burguesa de la “industria de salud” ha producido durante su historia un monstruo insaciable enredado con las más deplorables anécdotas de corrupción e impunidad. Lo que menos les importa es la erradicación de las enfermedades porque tal cosa disminuye los ingresos farmacéuticos. No importa que muchos de los productos “médicos” (de quirófanos, farmacias, hotelería hospitalaria y toda la parafernalia) no tengan eficacia probada... lo importante es cubrir las metas mensuales en materia de ventas y cobros. Es esa su “filosofía” y punto.

Su “filosofía” no se compromete con una lucha efectiva contra las enfermedades que agobian a los trabajadores, lo que importa son las regalías y el secuestro de las patentes para gozar de exclusividad en el usufructo de una enfermedad y más si se vuelve epidemia. Sin importar (hay casos de infamias insondables) cuán tóxicas sean para las personas las medicinas, las operaciones o los tratamientos, ni sus consecuencias colaterales, las enfermedades asociadas ni la muerte (que el capitalismo también ha convertido en negocio)

Su “filosofía” también consiste en invertir millonadas, para esconder bajo el tapete, los planes de negocios relativos a la investigación que ellos llaman “científica”. No es el bien social lo que determina inversiones ni lo que determina las políticas sanitarias... es descarnadamente, la búsqueda de beneficios financieros privados para un puñado de monopolios alcahueteados por los gobiernos serviles. Si para eso hay que manipular y falsificar datos, si para eso hay que publicar revistas, organizar congresos y entregar “premios nobel”... no se detendrá una industria tan pesada. No tendrá pruritos metodológicos o morales, una industria deshonesta que se disfraza con la palabra Ciencia para esconder su “filosofía” de los negocios.

La lista de ligerezas y errores con que se maneja la fabricación industrial de medicamentos es enorme. Hay denuncias y debates que generalmente se esconden porque afean el panorama. La industria farmacéutica tiene controles sobre la inmensa mayoría de publicaciones especializadas y las revistas de divulgación científica. La industria farmacéutica gasta fortunas en publicidad y en regalos para sus médicos favoritos. Se trata de una dictadura del negocio farmacéutico.

Los médicos son la tercera causa de muerte en los EE.UU.: causan 250.000 muertes por año.[2] No todos, claro, no todos.

¿Está todo tan mal?

Contamos con Cuba, por ejemplo. Algunas tareas indispensables para superar las patologías generadas por la industria médico-farmacéutica del capitalismo deberían pasar a estas horas por la expropiación, sin pago, y bajo control obrero, de todo el negociado obsceno que hoy deambula impunemente por el mundo. No hay alternativas. El capitalismo es un delito[3] y una maquinaria infernal de producir crisis ecológica, enfermedad y muerte. A estas horas es preciso reformular todas nuestras concepciones teórico-metodológicas en materia de salud y de políticas socialistas de salud. Aprovechar los mejores logros, los que son realmente útiles y liberarlos de las garras del capitalismo. Reformular nuestras ideas y preconcepciones sobre el organismo humano sus interdependencias con la naturaleza toda, su desarrollo y su situación actual. Reformular la investigación científica y los principios mismos de la actividad médica adaptados a la realidad concreta y las urgencias de esta etapa. Transformar los modelos de enseñanza y la educación médica en todos sus niveles. A estas horas es inexcusable garantizar la salud y los servicios en condiciones que permitan soberanía política en políticas concretas, democracia médica revolucionaria, erradicación del rezago médico y de las enfermedades de la pobreza. Prevención socialista y planificación, educación y la cultura de la salud, empleo digno para los trabajadores de la seguridad social... afincar una Filosofía socialista de la salud que privilegie la vida digna como un derecho concreto e inalienable. Vincular el problema de la salud con la preservación de los ecosistemas. Garantizar condiciones materiales de existencia, justas y democráticas. Los más avanzados descubrimientos de la medicina no pueden ser propiedad privada de un puñado de capitalistas. El movimiento obrero debe exigir su nacionalización inmediata al lado de la nacionalización de los grandes bancos, los latifundios y los monopolios que someten nuestras vidas a la dictadura del Capital. Sólo una economía socialista planificada racionalmente podrá desarrollar la riqueza de los conocimientos en materia de salud para ponerlos realmente al servicio de la humanidad y su desarrollo. Eso será realmente curativo.



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[1] http://www.militante.org/medicinas-laboratorios-monopolios-y-nuestra-salud

[2] http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/ciencia_industryweapons02.htm

[3] Antonio Salamanca http://www.aporrea.org/ideologia/a97634.html


Rebelión/Universidad de la Filosofía

buenabad@gmail.com

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Autoridades de la UCLA pretenden realizar elecciones internas sin acatar la Ley Orgánica de Educación

Chevige González Marcó/ Patria Grande

La Universidad Centro-occidental Lisandro Alvarado (UCLA) se encuentra a las puertas de un proceso electoral para las escogencia de sus autoridades rectorales. El proceso se encuentra seriamente cuestionado porque la actual dirigencia de la universidad se niegan a aplicar los criterios establecidos en la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) para los procesos electorales internos de los centros de educación superior.

La UCLA tiene sede principal en Barquisimeto y es una universidad experimental, sin embargo, cuenta con un reglamento para la escogencia de autoridades, el cual, por supuesto está desfasado con respecto a los principios que establece la LOE. Las actuales autoridades de la universidad, lideradas por el rector, licenciado Francesco Leone, argumentan que la Ley Orgánica de Educación, promulgada en agosto de 2009, aún no posee un reglamento para su aplicación. Pero para amplios sectores del profesorado, estudiantes y empleados, se trata de una simple excusa de las autoridades para no arriesgarse a la pérdida de su poder.

La cuarteta rectoral de la UCLA está identificada claramente con los sectores de oposición al gobierno. Según el movimiento de estudiantes, profesores y empleados, agrupados en el Frente de Integración Universitaria Lisandro Alvarado (FIULA), la derecha se mantiene al frente de la casa de estudios gracias al excluyente y anacrónico Reglamento Electoral que colocan por encima de la LOE.

Maniobra para provocar la intervención de la Universidad

Las elecciones en la UCLA deben realizarse el 15 de mayo, en pleno contexto del proceso de campaña para los comicios a la Asamblea Nacional. Es por ello, que los integrantes del FIULA, afirman, que detrás de la negativa de las autoridades de la universidad para acatar la LOE, se encuentre provocar la intervención del gobierno nacional y el estímulo a la generación de conflictos favorables a la derecha en el estado Lara.

Desde el pasado 10 de febrero, las autoridades comenzaron a conformar las comisiones electorales, obviamente conformadas por profesores y estudiantes solamente (en abierta violación a las condiciones que establece la LOE, que involucra a toda la comunidad universitaria en el proceso comicial). Las críticas de amplios sectores de la comunidad universitaria no han sido tomadas en cuenta, y ya se adelantan acciones judiciales para evitar que las autoridades efectúen un proceso electoral en pleno desconocimiento de la Ley Orgánica de Educación.

Mediante un comunicado el Frente de Integración Universitaria Lisandro Alvarado advierte que la: “actitud del Rector, Vicerrectores y Secretario General de desacato a la Constitución y a la Ley los coloca en una situación de ilegalidad que afecta la institucionalidad universitaria y su gobernabilidad, creando zozobra en la Comunidad Universitaria y larense”. Los integrantes del FIUNA señalan también que: “las consecuencias de las situaciones por venir son de exclusiva responsabilidad de las autoridades, pues ellos al no cumplir la LOE provocarán un vacío de poder desde el 15 de Mayo cuando finaliza su periodo de gestión y deberán ser sustituidos por el Ministerio de Educación Universitaria porque la universidad deberá continuar con sus actividades”. Sólo las planchas afines a las actuales autoridades se inscribieron para el proceso electoral

Los sectores progresistas y de izquierda decidieron no inscribir plancha alguna, mientras los comicios sigan canalizados al margen de los parámetros de la LOE. Sólo dos planchas, lideradas por los actuales vicerrectores se han inscrito para las elecciones internas.

El Rector Francesco Leone y la Vicerrectora Nelly Velásquez han estado vinculados a los partido COPEI y AD. Los integrantes del FIULA, denuncian que las actuales autoridades de la UCLA, nunca han tenido caretas y siempre han sido eso: líderes de Copei y AD en la universidad y en coyunturas políticas o electorales han sido consecuentes con su ideología. En tiempos del golpe de Estado fueron voceros de Pedro Carmona, auspiciando el zarpazo contra el pueblo.

Las autoridades de la UCLA también contarían con el respaldo de los principales diarios de la oligarquía larense: El Informador y El Impulso.




http://periodicopg.com.ve/?q=node/29863


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viernes, 23 de abril de 2010

Jóvenes de más de 30 países alzarán su voz antiimperialista en XVII festival mundial

Jóvenes de todas las tendencias políticas y credos, de aproximadamente 45 organizaciones de más de 30 países participarán en el XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se llevará a cabo este año en Sudáfrica, cuyo tema central es la lucha contra el imperialismo.

La información la dio a conocer el presidente de la Federación Mundial de la Juventud Democrática, Tiago Vieres, este viernes, en declaraciones a La Noticia, de Venezolana de Televisión (VTV), en ocasión de la primera reunión internacional que con motivo de la referida actividad se realizará en Caracas este viernes y sábado.

Vieres destacó el carácter decisivo de esta reunión preparatoria, ya que en ésta se van a definir el contexto político del evento, la pauta de lo que será el festival, entre otros aspectos.

Además, están recibiendo las propuestas de los jóvenes sudafricanos.


Por su parte, el secretario general de la Juventud Comunista, Héctor Rodríguez, ratificó la importancia de esta reunión al referir que aprobarán la consigna, el logo del festival y las líneas generales del trabajo en el ámbito internacional.

La reunión preparatoria se efectuará este viernes y sábado, en Caracas; para horas de la tarde de este viernes esperan realizar el acto de abanderamiento de los festivales a Sudáfrica, sede del evento este año.

Asimismo, para este domingo 25, los jóvenes tienen previsto ofrecer una rueda de prensa, desde el parque Los Caobos, en las adyacencias de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), Bellas Artes, Caracas, a fin de dar a conocer las resoluciones a las cuales se llegaron en estas preparatorias.

Por Venezuela forman parte del comité internacional preparatorio la juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), del Frente Francisco de Miranda, del Instiutto Nacional de la Juventud, entre otros organismos.

“Éste no es un festival juvenil más, sino un evento que demanda la lucha de los pueblos por la paz y la construcción de un mundo mejor”, sostuvo Rodríguez.

Refirió que estos festivales mundiales, desde su organización en 1947, han sido instrumento para la movilización y la generación de conciencia de las masas juveniles para luchar contra le imperialismo.

“Hoy, más que nunca, la juventud debe estar a la ofensiva, ya que la humanidad está seriamente amenazada por un imperialismo que está en crisis y que frente a esa crisis se está armando cada vez más para frenar y contener los avances de las luchas populares en el mundo”, expresó Rodríguez.

El llamado de Tiago Vieres fue a los jóvenes a que se sumen a esta iniciativa por el festival en sus propios países, con la conformación de los comités internacional preparatorios, en los que pueden participar jóvenes todas las tendencias y credos, en lucha contra el imperialismo.

El Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes (FMJE) es un evento internacional organizado en forma conjunta por la Federación Mundial de la Juventud Democrática (FMJD) y la Unión Internacional de Estudiantes desde 1947.

El evento está orientado al debate político. Los sucesivos festivales se han declarado antiimperialistas y pacifistas.

El último FMJE tuvo lugar en Caracas, en agosto de 2005, ocasión en que se reunieron unas 25 mil personas de 145 países.

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Aclarado crimen de militante de la Juventud Comunista de Colombia

Tercera Información
En la audiencia de versión Libre de los paramilitares Carlos Fernando Mateus alias Paquita y Everaldo Bolaños Galindo quienes sembraron el terror en la zona de El Caguán, Los Andaquíes y Florencia en el Caquetá, audiencia celebrada en el marco del proceso de “Justicia y Paz” los días 14, 15 y 16 de Abril en curso en Bogotá, se obtuvo la confesión de dos crímenes de militantes comunistas, entre ellos el del dirigente de la JUCO John Jairo Bermúdez Marín desparecido en la población de Curillo – Caquetá- el seis de Octubre de 2002 donde realizaba trabajo político, y de quien no se tenía noticia alguna.

Mateus Moralez y Bolaños Galindo confesaron el asesinato del joven comunista, sólo que no dieron razón del sitio donde fue arrojado su cadáver, por lo cual el estatus de la víctima sigue siendo el de desaparecido. También aceptaron “por cadena de mando”, el asesinato de los militantes comunistas LUIS ANTONIO OMER y N. QUIROZ comerciante de carne en El Paujil. Por estos dos hechos esperan condena en un juzgado especializado de Popayán donde se adelanta el juicio. Según los postulados a Justicia y Paz, el autor material de los crímenes fue el paramilitar Martín Alonso Hoyos alias Brayan. Lamentablemente, las condenas que se profieran por estos casos, sean cuales sean, quedarán subsumidas en el tope de ocho años que contempla lay 975 para los paramilitares que se sometan a ella.



A su vez, el señor Fiscal informó en la audiencia para conocimiento del representante del Partido Comunista en la sala de víctimas, que por crímenes del paramilitarismo en el Caquetá hay 3 condenas por cuatro homicidios, que cobijan a RADHOMIR RAMIREZ TRUJILLO a. TRIBILÍN.

La audiencia fue presidida por el Fiscal 25 Delegado ante el Tribunal de Justicia y Paz Dr. Juan Carlos López Goyeneche, quien hizo a los postulados las preguntas presentadas por el abogado LUIS CARLOS DOMÍNGUEZ PRADA, apoderado del Partido Comunista Colombiano en el proceso, colectivo victimizado por la estrategia paramilitar del Estado.

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Inician en Venezuela preparativos para el XVII Festival Mundial de la Juventud


ABN.- Unos 100 delegados de 22 países de los cinco continentes iniciaron este viernes en Venezuela la primera reunión preparatoria para el XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, que realizará en Suráfrica en diciembre.

Según reseña Prensa Latina, esta reunión se mantendrá por dos días en las instalaciones del hotel Alba Caracas.

'Entre hoy y mañana seremos sede de la primera reunión preparatoria del Festival, porque al organizar el último, en 2005, nos corresponde esa responsabilidad', explicó a Prensa Latina el jefe de Relaciones Internacionales de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Xoan Noya.

De acuerdo con el dirigente, en la jornada inicial los participantes fijaron el logo y el eslogan para la cita surafricana.



'Para mañana tenemos previsto establecer el llamamiento internacional, el cual contiene un documento político con las bases del foro juvenil', precisó Noya.

De acuerdo con el líder juvenil los puntos del debate que realizarán los jóvenes en Suráfrica se perfilan hacia la posición antiimperialista.

'Concretamente abordaremos el rechazo a las bases militares extranjeras, estadounidenses o de cualquier otro país, y la defensa del planeta ante el cambio climático provocado por el capitalismo', precisó.

El integrante del comité organizador de la preparatoria agregó que en Suráfrica también estarán en la palestra el acceso a la salud, la educación, el empleo y el respeto en general a los derechos de la juventud.

Además de Venezuela, realizarán reuniones preparatorias para el XVII Festival Surcorea y Chipre.


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Jpsuv ingresará a la Federación Mundial de la Juventud Democrática

ABN.- La Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (Jpsuv) tramitará su incorporación a la Federación Mundial de la Juventud Democrática (FMJD), según confirmó este viernes uno de los dirigentes de esa organización, dirigente Xoan Noya.

De acuerdo Presa Latina, Noya, quien es responsable de las relaciones internacionales de la Jpsuv, indicó que este sábado se realizará un encuentro para presentar la solicitud formal.

'Se trata de un paso inicial, la FMJD nos indicará las siguientes acciones para materializar el ingreso', precisó en declaraciones exclusivas a Prensa Latina.

Noya explicó que los jóvenes socialistas están inmersos en un proceso de fortalecimiento interno.

'El año pasado trabajamos en nuestro fortalecimiento, y ahora nos consideramos en condiciones de aportar a la organización. No queríamos asumir una responsabilidad internacional y luego fallarle a los compañeros', acotó.



Para el dirigente juvenil, la FMJD es un espacio estratégico y de alianzas.

'Si la derecha internacional no tiene problemas en unirse para hacer golpes de Estado, como el de Honduras, y otras maniobras desestabilizadoras en cualquier rincón del planeta, cómo los vamos a tener los jóvenes de izquierda', aseveró.

Noya consideró importante la incorporación de la la Jpsuv a la Federación Mundial y destacó que los venezolanos tienen mucho que aportar en lo ideológico a esta instancia, a partir del prestigio mundial del cual goza la Revolución Bolivariana.

El dirigente participó este viernes en la jornada inaugural de la primera reunión preparatoria para el XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, foro previsto para finales de año en Suráfrica.

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Actualidad de 'El imperialismo, fase superior del capitalismo', de Vladimir I. Lenin

Teitelbaum Argenpress

Lenin escribió “El Imperialismo…” en Zurich entre enero y julio de 1916, es decir hace 90 años, aunque se publicó por primera vez en Petrogrado recién en abril de 1917. El trabajo de Lenin sigue siendo un instrumento indispensable para el análisis de la sociedad capitalista contemporánea.

Aunque muchos se obstinan en llamar “mundialización neoliberal” al sistema socioeconómico actualmente dominante, como si se tratara de una enfermedad pasajera y curable del capitalismo, dicha “mundialización neoliberal” no es otra cosa que el sistema capitalista real, es decir el resultado de la evolución del capitalismo hasta su etapa actual, imperialista y guerrerista.

La actual guerra de agresión emprendida por Israel contra Palestina y El Líbano con el apoyo político y logístico (bombas de enorme poder destructivo) que le proporciona Estados Unidos, no es una “reacción desproporcionada de Israel”: es la quinta guerra imperialista (si no contamos la invasión a Panamá en 1989) en sólo 15 años: guerra del Golfo, guerra contra Yugoslavia, guerra de Afganistán y guerra contra Irak. Esta agresión ha sido cuidadosamente planificada con el mentor estadounidense, su objetivo es el control de toda la región y tiene en la línea de mira Siria e Irán.

El capitalismo en su etapa imperialista necesita guerras a repetición con fines geoeconómicos y geopolíticos expansionistas y para dar salida a sus crisis periódicas, que tienden a hacerse permanentes, mediante la producción de armamentos y la reconstrucción de cada posguerra. Es la “destrucción creativa” de que hablaba Schumpeter. El sistema actual no es simplemente una etapa indiferenciada de un “sistema-mundo moderno” que existiría desde hace 500 años (Wallerstein). Es la expresión contemporánea, cualitativamente diferente, del capitalismo. Es una falacia la idea de Wallerstein (La Jornada, México 01/06/2003) de que Bush es un accidente “militarista macho” y que el gran capital (por lo menos aquel representado por gente como Bill Gates y Soros) quiere un sistema capitalista estable que Bush no les brinda, que puede ejercer su hegemonía con eficiencia económica y ser capaz de crear un orden mundial que garantice un “sistema-mundo” que funcione con fluidez, así sea para permitir una desproporcionada tajada de acumulación de capital.

No hay un capitalismo enfermo de la mundialización neoliberal y de guerrerismo y otro capitalismo “posible” o utópico, estable y eficiente que pueda funcionar con fluidez, libre de las crisis, del militarismo y la guerra y de brotes neofascistas.

Escribía Lenin en 1916: “El capitalismo se ha transformado en un sistema universal de opresión colonial y de estrangulación financiera de la inmensa mayoría de la población del planeta por un puñado de países “avanzados”. Este “botín” se reparte entre dos o tres potencias rapaces de poderío mundial, armadas hasta los dientes (Estados Unidos, Inglaterra, Japón) que, por el reparto de su botín arrastran a su guerra a todo el mundo” (El imperialismo…Prólogo a las ediciones francesa y alemana de julio de 1920, párrafo II).

En la frase plena de ambigüedad “otro mundo es posible” que se ha hecho tan popular, está latente la idea de que “otro capitalismo es posible”, si se contienen los “excesos” del “neoliberalismo” y se introducen algunas reformas para lograr “un mundo mejor”.

Lenin ya respondió en 1916 a este pseudo reformismo inofensivo en el libro que comentamos, cuando escribió en el Capítulo IX (La crítica del imperialismo): “Las cuestiones esenciales en la crítica del imperialismo son las de saber si es posible modificar con reformas las bases del imperialismo, la de saber si hay que seguir adelante desarrollando la exacerbación y el ahondamiento de las contradicciones engendradas por el mismo o hay que retroceder, atenuando dichas contradicciones. Como las particularidades políticas del imperialismo son la reacción en toda la línea y la intensificación del yugo nacional como consecuencia del yugo de la oligarquía financiera y la supresión de la libre concurrencia a principios del siglo XX, en casi todos los países imperialistas aparece una oposición democrática pequeñoburguesa al imperialismo…En los Estados Unidos, la guerra imperialista de 1898 contra España provocó una oposición de los “antiimperialistas”, los últimos mohicanos de la democracia burguesa, los cuales calificaban de “criminal” dicha guerra y consideraban como una violación de la Constitución la anexión de tierras ajenas…Pero mientras toda esa crítica tenía miedo de reconocer el lazo indisoluble existente entre el imperialismo y los fundamentos del capitalismo, mientras temía unirse a las fuerzas engendradas por el gran capital y su desarrollo, no pasaba de ser una “aspiración inofensiva”.

Como resultado de la concentración y acumulación del capital se formaron los grandes oligopolios y monopolios cuya base financiera se consolidó desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX con la fusión del capital industrial y el capital bancario.

Lenin escribió en “El Imperialismo…” : “Traducido al lenguaje común esto significa: el desarrollo del capital ha llegado a un punto tal que, aunque la producción de mercancías siga “reinando” como antes y siga siendo considerada como la base de toda la economía, en realidad se halla ya quebrantada, y las ganancias principales están destinadas a los “genios” de las combinaciones financieras” (Capítulo I, La concentración de la producción y los monopolios). Y más adelante comienza citando a Marx: “Los bancos crean en escala social la forma, y nada más que la forma, de la contabilidad general y de la distribución general de los medios de producción”, escribía Marx hace medio siglo en El Capital. Los datos que hemos reproducido referentes al incremento del capital bancario, al aumento del número de oficinas de cambio y sucursales de los bancos más importantes, de sus cuentas corrientes, etc., nos muestran concretamente esa “contabilidad general” de toda la clase de los capitalistas y aún no sólo de los capitalistas, pues los bancos recogen, aunque no sea más que temporalmente, toda clase de ingresos monetarios de los pequeños propietarios, de los funcionarios, de la reducida capa superior de los obreros, etc.”. (Capítulo II, Los bancos y su nuevo papel).

En el Capítulo III (El Capital financiero y la oligarquía financiera) Lenin agregaba: “El capital financiero, concentrado en pocas manos y que goza del monopolio efectivo, obtiene un beneficio enorme, que se acrece sin cesar, de la constitución de sociedades, de la emisión de valores, de los empréstitos del Estado, etc.”. Esta descripción que hizo Lenin en 1916 tiene ahora plena vigencia.

En efecto, a partir del decenio de 1970 se produjo un cambio profundo en la economía mundial, momento que marca el fin del Estado de bienestar (y también el fin de las ilusiones reformistas que engendró dicho “Estado de bienestar”). El Estado de bienestar estuvo caracterizado por la producción en masa y el consumo de masas, impulsado este último por el aumento tendencial del salario real, de la seguridad social y de otros beneficios sociales. Es lo que los economistas llaman el modelo “fordista”, de inspiración keynesiana, caracterizado por las cadenas “tayloristas” de producción (una especie de stajanovismo capitalista) iniciado en Estados Unidos, que se extendió a Europa sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. y se aplicó con limitaciones y suerte variada en algunos países de la periferia.

El agotamiento del modelo del Estado de bienestar obedeció a varios factores entre los que cabe destacar los siguientes: la expansión económica iniciada con la reconstrucción de la posguerra encontró sus límites, el consumo de masas tendió a estancarse o a disminuir lo mismo que los beneficios del capital al tiempo que entraban en escena las innovaciones tecnológicas (robotización, microelectrónica, etc.). Se hizo necesario entonces incorporar la nueva tecnología a la industria para dar un nuevo impulso a la economía y eso requirió grandes inversiones de capital. Se inició así la época de la austeridad y de los sacrificios (congelación de los salarios y aumento de la desocupación) que acompañaron a la reconversión industrial. La revolución tecnológica en los países más desarrollados impulsó el crecimiento del sector servicios y se produjo el desplazamiento de una parte de la industria tradicional a los países periféricos, donde los salarios eran –y son- mucho más bajos.

Se acentuó entonces el pasaje de un sistema de economías nacionales a una economía dominada por tres centros mundiales: Estados Unidos, Europa y Japón y un grupo constituido por los 'cuatro tigres de Asia': Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur. Las 'ventajas comparativas' de los Estados pasaron a ser 'ventajas comparativas' de las sociedades transnacionales con diversa implantación territorial.

Con la incorporación de las nuevas tecnologías la productividad aumentó enormemente, es decir que con el mismo trabajo humano la producción pasó a ser mucho mayor.

Se abrieron entonces dos posibilidades: O se incitaba al consumo de masa de los bienes tradicionales y de los nuevos bienes a escala planetaria con una política salarial expansiva, una política social al estilo del Estado de bienestar, se reducía la jornada de trabajo en función del aumento de la productividad para tender a una situación de pleno empleo y se reconocían precios internacionales equitativos a las materias primas y productos de los países pobres, o se tendía a mantener y a aumentar los márgenes de beneficio conservando bajos los salarios, el nivel de ocupación y los precios de los productos de los países del Tercer Mundo.

La primera opción hubiera sido factible en un sistema de economías nacionales, en las que la producción y el consumo se realiza fundamentalmente dentro del territorio y es posible coyunturalmente un pacto social de hecho entre los capitalistas y los asalariados en tanto consumidores. Pero en el nuevo sistema mundializado, la producción se destina a un mercado mundial de 'clientes solventes' y a los capitalistas ya no les interesa el poder adquisitivo de la población del lugar de producción.

Decimos coyunturalmente, porque, como explica Lenin, no puede haber un pacto social permanente entre los capitalistas y los trabajadores, porque “entonces el capitalismo dejaría de ser capitalismo, pues el desarrollo desigual y el nivel de vida de las masas semihambrientas son las condiciones y las premisas básicas, inevitables de este modo de producción. Mientras el capitalismo es capitalismo, el exceso de capital no se consagra a la elevación del nivel de vida de las masas en cada país, ya que esto significaría la disminución de las ganancias de los capitalistas, sino al acrecentamiento de estos beneficios mediante la exportación de capital al extranjero, a los países atrasados” (El Imperialismo…, Capítulo IV, La exportación de capital).

En efecto, en las condiciones de la mundialización acelerada, los detentores del poder económico y político a escala mundial con su visión de 'economía-mundo' y de 'mercado global' apostaron a la segunda alternativa para elevar su tasa de beneficios (bajos salarios, bajos niveles de ocupación, liquidación de la seguridad social, precios bajos para las materias primas, etc.).

Esta opción tuvo como consecuencia acentuar las desigualdades sociales en el interior de cada país y en el plano internacional, con lo que se creó una neta diferenciación en la oferta y la demanda de bienes y servicios. La producción y oferta de bienes se orientó no a la gente en general sino a los llamados “clientes solventes”. Fue así como la oferta de bienes de lujo aumentó enormemente y la oferta de nuevos productos como ordenadores y teléfonos portátiles encontró una gran masa de clientes en los países ricos y muchos clientes en la primera periferia no demasiado pobre. Como contrapartida, los bienes esenciales para la supervivencia (alimentos, salud, medicamentos) quedaron prácticamente fuera del alcance del sector más pobre de la población mundial. La idea de servicio público y de un derecho irrevocable a los bienes esenciales para vivir con un mínimo de dignidad, fue reemplazada por la afirmación de que todo debe estar sometido a las leyes del mercado.

Las clases dominantes optaron entonces por ritmos de crecimiento económicos bajos, a causa de que un mercado relativamente estrecho imponía límites a la producción y surgió el fenómeno de las grandes masas de capitales ociosos (incluidos los petrodólares), puesto que no podían ser invertidos productivamente.

Pero para los dueños de dichos capitales (personas, bancos, instituciones financieras) no era concebible dejarlos arrinconados sin hacerlos fructificar.

Es así como el papel tradicional de las finanzas al servicio de la economía, interviniendo en el proceso de producción y del consumo (con créditos, préstamos, etc.) quedó relegado por el nuevo papel del capital financiero: producir beneficios sin participar en el proceso productivo.

Este último aspecto se concreta de diversas maneras: con la compra de acciones de las empresas industriales por los inversores institucionales gestores de fondos de pensiones, por las compañías de seguros, por los organismos de inversión colectiva, etc., quienes así pasan a intervenir en las decisiones de política de las empresas industriales con el objeto de que su inversión produzca la alta renta esperada, imponiéndoles estrategias microeconómicas y a corto plazo. Y la otra manera en que el capital industrial ha ingresado en el ámbito del capital financiero especulativo es simplemente invirtiendo parte de sus beneficios en la especulación (por ejemplo con los llamados productos financieros derivados (1)), en lugar de hacerlo en la inversión productiva (2).

El profesor Michel Drouin (3) dice: 'El desarrollo de los flujos de capitales internacionales, impulsado por la desregulación y la descompartimentación casi general de los mercados financieros, hizo de los años 80 el decenio de la mundialización financiera… Las operaciones financieras, cuyo volumen estaba ya desconectado del volumen de las transacciones en bienes y servicios, se hicieron autónomas, es decir movidas no por la lógica de las transacciones corrientes sino por la de los movimientos de capitales. La esfera financiera basó su desarrollo sobre ella misma a partir de la búsqueda de un beneficio surgido de la variación de los precios de sus propios instrumentos. El carácter especulativo de esta lógica de crecimiento permite hablar del surgimiento de una economía internacional de la especulación'.

Los Estados Unidos y una parte de la población de dicho país son los primeros beneficiarios del proceso de mundialización financiera, la que les permite apropiarse del producto del trabajo y de los ahorros de los pueblos de todo el planeta. Ronald Mc Kinnon, profesor titular del Departamento de Ciencias Económicas de la Universidad de Stanford, en un artículo publicado en el Boletín del Fondo Monetario Internacional (4) escribe: “Durante el último decenio, el ahorro de las familias (en los Estados Unidos) ha disminuido más de lo que el ahorro público (expresado por los excedentes presupuestarios) ha aumentado en el mismo período. El enorme déficit de la balanza de pagos (exportaciones versus importaciones) de las transacciones corrientes de Estados Unidos, de alrededor de 4,5% del producto nacional bruto de 2000, refleja ese desequilibrio del ahorro. Para financiar un nivel normal de inversión interior –históricamente alrededor del 17% del producto nacional bruto- Estados Unidos ha debido utilizar ampliamente el ahorro del resto del mundo. “Malas” reducciones de impuestos –las que reducen el ahorro público sin estimular el ahorro privado- podrían incrementar esa deuda con el extranjero. Desde hace más de veinte años (es decir desde antes de 1980), Estados Unidos recurre ampliamente a las reservas limitadas del ahorro mundial para sostener su alto nivel de consumo- el de la administración federal en los años 80 y el de las familias en los años 90. Las entradas netas de capitales son actualmente más importantes que en el conjunto de los países en desarrollo. Es así como Estados Unidos, que era acreedor del resto del mundo a comienzos de 1980, se ha convertido en el más grande deudor mundial: unos 2 billones 300 mil millones de dólares en 2000. Los balances de las familias y de las empresas en Estados Unidos muestran el efecto acumulado de los préstamos privados obtenidos en el exterior desde hace diez años. La deuda de las empresas es también muy elevada con relación a su flujo de caja. Sin embargo, no tienen por qué inquietarse. Estados Unidos se encuentra en una situación única y es que disponen de una línea de crédito prácticamente ilimitada, en gran parte en dólares, frente al resto del mundo. Los bancos y otras instituciones financieras de Estados Unidos están relativamente al abrigo de las tasas de cambio: sus activos [...] y sus pasivos son en dólares. En cambio, otros países deudores deben acomodarse a las disparidades de las monedas: los pasivos internacionales de sus bancos y de otras empresas son en dólares y sus activos en moneda nacional”.

En el Capítulo VIII (El parasitismo y la descomposición del capitalismo) de El Imperialismo…escribió Lenin: “El imperialismo es la enorme acumulación en unos pocos países del capital monetario…De aquí el incremento extraordinario de la clase, o mejor dicho, del sector rentista, esto es, de individuos que viven del “corte del cupón” completamente alejados de la participación en las empresas y cuya profesión es el ocio. La exportación de capital, una de las bases económicas más esenciales del imperialismo, acentúa todavía más este divorcio completo del sector rentista respecto de la producción, imprime un sello de parasitismo a todo país que vive de la explotación del trabajo de algunos países ultraoceánicos y de las colonias”…Por este motivo, la noción de “Estado rentista” o Estado-usurero ha pasado a ser de uso general en la literatura económica sobre el imperialismo. El mundo ha quedado dividido en un puñado de Estados- usureros y una mayoría gigantesca de Estados deudores”.

Con esta 'economía internacional de la especulación' se aceleró la acumulación de grandes capitales en pocas manos (a expensas sobre todo de los trabajadores, de los jubilados y de los pequeños ahorristas) y se creó la ilusión de que el dinero podía reproducirse por si sólo, sin ayudar a crear valor.

En el caso de las participaciones del capital financiero (fondos de pensiones, compañías de seguros, etc.) en industrias y servicios, la elevada renta que exigen y obtienen dichos capitales está fundada en la degradación de las condiciones de trabajo en esas industrias y servicios. Es bien conocido el fenómeno de que cuando una empresa anuncia despidos sus acciones suben.

También se suceden los escándalos que afectan a los grupos financieros (fondos de pensiones, etc.) e industriales y cuyas víctimas de predilección son los pequeños y medianos ahorristas. Lenin escribía en 1916: …”Este ejemplo típico de “equilibrismo” en los balances, el más común en las sociedades anónimas, nos explica por qué las direcciones de éstas emprenden negocios arriesgados con mucha más facilidad que los negociantes particulares. La técnica moderna de elaboración de los balances no sólo les da posibilidades de ocultar al accionista medio la operación arriesgada, sino que incluso permite a los individuos principalmente interesados descargarse de responsabilidad por medio de la venta oportuna de las acciones en el caso de que fracase el experimento, mientras que el negociante particular responde con su piel de todo lo que hace” ( El Imperialismo…, Capítulo III. El capital financiero y la oligarquía financiera)
Estas son las formas en que el capital transnacional mantuvo y mantiene una alta tasa de beneficios y un acelerado ritmo de acumulación y concentración a pesar del crecimiento económico lento y de la existencia de un mercado restringido.

Este proceso de concentración del capital monopolista a escala mundial, la llamada “mundialización”, tiene consecuencias bien precisas.

David Korten (5), citando a alguien que viene, como diría Martí, de las “entrañas del monstruo”, escribe:
'Robert Reich, secretario americano del Trabajo en la administración Clinton, explicaba en su libro The Work of Nations (1991) que la mundialización económica promovida con tanto éxito por las instituciones de Bretton Woods llevó a las clases más ricas a separar su interés del de la nación y, por eso mismo, a no sentirse interesados por sus vecinos menos favorecidos ni obligados en forma alguna hacia ellos. La ínfima minoría de los muy ricos ha formado una alianza apátrida en virtud de la cual el interés general se confunde con los intereses financieros de sus miembros. Esta separación se ha producido casi en todos lados con tal amplitud que la distinción entre países del Sur y del Norte ya no tiene mayor significación. La división no es más entre países sino entre clases. Cualquiera haya sido la intención, las políticas propiciadas por las instituciones de Bretton Woods que tuvieron éxito permitieron inexorablemente a los muy ricos reivindicar las riquezas del mundo entero a expensas de sus semejantes, de las otras especies y de la viabilidad de los ecosistemas del planeta'

Vale la pena citar también un párrafo de un libro escrito por un grupo de economistas franceses en 1983, porque es una previsión bastante exacta de la sociedad actual: 'La culminación de la regulación monopolista privada a escala mundial conducirá a una reestructuración drástica y, sin duda, irreversible, de los Estados- naciones. Estos se convertirán en territorios amorfos cuyas funciones económicas estarán determinadas desde el exterior por oligopolios internacionales. Esos territorios serán a la vez grandes espacios abiertos y fragmentados. Se impondrá una estructura dualista, hecha de un sector 'moderno' y otro 'tradicional'. En el primero, ampliamente internacionalizado, estarán concentradas las sedes de los grandes grupos, las industrias de alta tecnología, las grandes instituciones de enseñanza, los dirigentes y los ingenieros mejor formados, ellos mismos muy movibles y hablando el mismo idioma, los laboratorios y todo el complejo de medios de comunicación internacionales. El sector 'tradicional ' agrupará la masa de la población, con baja remuneración y calificación, dedicada a las tareas subcontratadas por el sector moderno en las que, quizás, un tiempo de trabajo más corto será compensado por la reducción de la cubertura de las necesidades sociales, la que será preferida al desempleo, cuya tasa será elevada' (6).

En esas condiciones, las posibilidades de un desarrollo nacional autocentrado, basado en un pacto social de hecho entre los capitalistas y los trabajadores, que preconizaban, con distintos matices o enfoques diferentes, los teóricos latinoamericanos de la dependencia (7), es actualmente irrealizable.

Ese “pacto social de hecho” entre capitalistas y trabajadores, estos últimos en tanto consumidores, fue factible en un sistema de economías nacionales, en las que la producción y el consumo se realizaba fundamentalmente dentro del territorio. Pero en el sistema mundializado actual, como se ha señalado más arriba, la producción se destina a un mercado mundial de 'clientes solventes' y a los grandes capitalistas “nacionales” ya no les interesa que aumente el poder adquisitivo de la población del lugar de producción.

Algunos intentos de llevar a la práctica en América Latina y el Caribe, con diferentes modalidades, ciertas ideas de los teóricos de la dependencia, cuando las condiciones económicas mundiales podían permitir suponer que dichas ideas eran viables, no terminaron de someterse a la prueba de los hechos porque finalizaron abruptamente con intervenciones militares, golpes de Estado y dictaduras promovidos por Estados Unidos, como fueron los casos de Guatemala, con Arévalo y Arbenz, de Brasil con Goulart, de Chile con Allende, etc.

En Argentina el peronismo como proyecto nacional (si se puede hablar en América Latina de proyecto nacional cuando no se toca la propiedad terrateniente) comenzó a agotarse de 1950 en adelante con la redistribución negativa de los ingresos para los asalariados, la misión Cereijo a los Estados Unidos, la ley de inversiones extranjeras de 1953, el contrato con la Standard Oil California, etc. hasta que el 1955 la oligarquía y el gran capital -fuerzas armadas mediante- le dieron el puntapié final. El ensayo camporista de 1973 de ”volver a las fuentes” sólo duró 49 días.

Los años de gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua fueron un intento de aplicar un modelo propio de desarrollo, con cierto número de realizaciones en su activo (reforma agraria, educación, alimentación, etc.), pero la guerra económica, militar y paramilitar que libró Estados Unidos contra los sandinistas, a la que se sumaron, hacia el final de su mandato, las concesiones del Gobierno sandinista a las políticas fondomonetaristas, condujeron a la derrota electoral de 1990.

Cuba es un caso aparte porque de entrada rompió con el capitalismo tal como existe actualmente en su fase imperialista. Eso le ha permitido el “milagro” de ser un modelo para los países pobres (y ricos) en materia de educación, salud, vivienda, etc., y de resistir al mismo tiempo durante casi medio siglo al bloqueo y a los atentados terroristas promovidos y organizados por los Estados Unidos. Al precio de tensiones internas permanentes que dieron lugar a serias distorsiones políticas. Pero este es otro tema, aunque de rigurosa actualidad a la hora de la “transición”, de la que todos hablan, tanto dentro como fuera de la isla.

Todo el mundo, amigos y enemigos, tienen la mirada puesta en Venezuela y en su Presidente Chávez, en su audaz política exterior y en su desafío permanente al imperialismo estadounidense. Pero por ahora hay un evidente desfasaje entre esa política exterior y una verdadera política interior de ruptura con el capitalismo en su fase imperialista.
Los hechos (Lenin repetía con frecuencia el proverbio “los hechos son testarudos”) indican que, en cuanto a la integración regional, actualmente hay que ser extremadamente cauteloso y que nada justifica el entusiasmo que ha suscitado en algunos sectores la reciente Cumbre de Presidentes celebrada en Córdoba.

Porque se puede afirmar que no es posible concretar actualmente una auténtica integración subregional sudamericana ni regional latinoamericana y caribeña al servicio de los intereses nacionales y populares que haga realmente frente al gran capital transnacional y a sus personeros políticos porque salvo, en un grado diferente y en cierta medida, las excepciones de Cuba y Venezuela, no existen en los gobiernos, ni en cada país, ni regionalmente, la voluntad, los proyectos políticos, económicos y sociales ni los instrumentos jurídicos necesarios para concretar tal tipo de integración.

Se suele poner de relieve el fracaso del intento estadounidense de imponer el ALCA. Pero algunos olvidan la existencia de numerosos tratados bilaterales de libre comercio, de protección de las inversiones y otros similares. Esos tratados, como consecuencia de la aplicación de las cláusulas de «trato más favorable», de « trato nacional » y de “nación más favorecida”, que figuran en casi todos ellos, funcionan como un sistema de vasos comunicantes, que permite a las políticas imperialistas circular libremente a escala regional y planetaria y penetrar en los Estados, donde desintegran las economías nacionales y generan graves daños sociales.

Dicho en otros términos, un país o una subregión signataria de tratados bilaterales con Estados Unidos pueden funcionar como “caballo de Troya” del poder transnacional en otro país o subregión.

Para evitar, solo en parte, el efecto “caballo de Troya”, los Estados Parte en el MERCOSUR firmaron en Buenos Aires el 5 de agosto de 1994 el Protocolo sobre Promoción y Protección de Inversiones Provenientes de Estados No Partes del MERCOSUR. En su artículo 1º el Protocolo dice que los Estados Partes se comprometen a no otorgar a las inversiones realizadas por inversores de Terceros Estados un tratamiento más favorable que el que allí se establece. Pero por falta de ratificaciones este Protocolo no ha entrado en vigor. De modo que el efecto “caballo de Troya” puede seguir funcionando en el MERCOSUR.

Para decirlo en lenguaje informático, por esta red mundial de tratados bilaterales, regionales e internacionales circula libremente el virus del imperialismo que, cuando penetra en un país, destruye las economías nacionales y las conquistas sociales, así sean mínimas.

El “antivirus” para evitar la contaminación consiste en establecer normas protectoras del desarrollo armónico de la economía nacional complementadas con una justicia distributiva de los resultados, tener la voluntad política de aplicar ambas y sobre esas bases plantearse una política de integración regional.

Tal cosa existió en cierta medida en algunos países de nuestro continente hace varios decenios, lo que se reflejó en algunas políticas nacionales, en varias leyes nacionales sobre inversiones extranjeras, en la legislación social y, en el plano regional, en la Decisión Nº 24 del 31 de diciembre de 1970 del Acuerdo de Cartagena (8). Todo lo cual desapareció después.

Y ahora, tanto las normas protectoras de la economía nacional como la voluntad política de rescatarlas o crearlas son inexistentes.

Todo esto comporta, como dice Lander, (9) «el establecimiento de la plena prioridad de los derechos del capital, o derecho mercantil, sobre los derechos democráticos o derechos de la gente, movimiento que se expresa en varias tendencias que se han venido dando en el sistema internacional durante las últimas décadas. Entre éstas, ha sido particularmente significativo el progresivo desplazamiento de las Naciones Unidas y de sus organizaciones asociadas por las instituciones de Bretton Woods (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional), como centros del sistema institucional multilateral…

…Como resultado de la hegemonía del neoliberalismo que acompaña el nuevo orden unipolar, cada uno de los principales asuntos de la vida colectiva pasa a ser pensado y decidido desde una óptica cada vez más estrechamente mercantil…

…Se consolidan -como régimen jurídico de obligatorio cumplimiento- las políticas de liberalización y privatización que se habían impuesto a prácticamente todos los países del Sur. Esto es, mediante acuerdos internacionales, se busca hacer que estas políticas no puedan ser revertidas.

A 90 años de haberlo escrito, el trabajo de Lenin analizando el imperialismo conserva plena actualidad, con los obvios ajustes que requieren los cambios políticos, sociales, económicos y tecnológicos ocurridos desde entonces.
Pero sobre todo, hay que rescatar y utilizar su método de análisis, el mismo que empleó Marx para radiografiar el capitalismo, consistente en un examen riguroso y profundo de los hechos, partiendo del estado real de desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción en un momento y un lugar dados, de las fuerzas económico-sociales en presencia, de las relaciones entre ellas en función de sus respectivos intereses y de su respectivo peso económico-social y de las tendencias realmente dominantes.

Lo que implica abandonar la tendencia a confundir situaciones coyunturales con fenómenos estructurales y dejar la costumbre de creer que la realidad consiste en los mitos, los símbolos y los discursos y no en los hechos. Es decir acostumbrarse a ver al mundo sobre sus pies como hizo Marx y no cabeza abajo, como pretendía Hegel.

Notas:

1) Los productos derivados son contratos cuyo valor depende o'deriva' de un activo subyacente que es tratado en un mercado. Ese activo puede ser un bien (materia prima), un activo financiero (una moneda) o incluso una canasta de activos financieros (índice bursátil). (Drouin, pág. 125, véase nota 3.).

2) François Chesnais, Tobin or not Tobin , ed. L’Esprit frappeur, Paris, 1998. Del mismo autor, Le capital rentier aux commandes , en Les Temps Modernes nº 607, Paris, janvier-février 2000. Véase también de F. Chesnais La mondialisation du capital y, bajo la dirección del mismo autor, La mondialisation financiére , ed. Syros, Paris, 1996.

3) Michel Drouin, Le systéme financier international, Edit. Armand Colin, Paris, enero 2001, Cap. V.

4) Fondo Monetario Internacional, Finances et Developpement junio 2001.

5) David C. Korten, L'échec des institutions de Bretton Woods, en Le procés de la mondialisation, bajo la dirección de Edward Goldsmith y Jerry Mander, ediciones Fayard, París, marzo 2001, pág. 91. (edición original en inglés: The Case again the globalisation).

6) Michalet, Delapierre, Madeuf y Ominami, Nationalisations et Internationalisation….Ed. La Découverte/Maspero, París, 1983, p. 147.

7) Cabe mencionar entre ellos a Gunder Frank, Furtado, Faletto, Cardoso, Mauro Marini, Prebisch, Theotonio dos Santos, etc. Para una crítica de algunas de sus formulaciones puede leerse 'Siete tesis equivocadas sobre América Latina' (1965), de Rodolfo Stavenhagen. Pero algunos de ellos, como Gunder Frank, tuvieron razón en afirmar que el subdesarrollo formó y forma parte del mismo proceso histórico que generó el desarrollo capitalista ('América Latina: subdesarrollo o revolución', 1963). O el mismo Stavenhagen, que en su trabajo 'Siete tesis…' dice certeramente que las sociedades latinoamericanas no son duales y que existe una relación de complementaridad entre los 'polos de desarrollo' y las zonas subdesarrolladas.

8) Acuerdo celebrado entre un grupo de países andinos el 26 de mayo de 1969. La Decisión Nº 24 se refería al régimen común de tratamiento a los capitales extranjeros y sobre marcas, patentes, licencias y regalías.

9) Edgardo Lander, El ALCA y los derechos humanos. www.ceim.uquam.ca/textes/construire_lander.pdf


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