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martes, 29 de noviembre de 2011

Colombia: Un año de insurrección universitaria

Camilo de los Milagros Rebelión

Los estudiantes colombianos tienen a sus espaldas una larga tradición de rebeldía que se enmaraña con las coyunturas claves del pasado nacional. Aunque puede situarse el nacimiento del Movimiento Estudiantil en las primeras décadas del siglo XX junto con los vientos de la llamada Reforma Universitaria que inspiraron a la juventud ilustrada de todo el continente desde Argentina hasta México, esto no significa el comienzo de la agitación política en los claustros colombianos: el reducido estudiantado participó en conspiraciones y revueltas durante la independencia, engrosó las filas de las revoluciones liberales en el siglo XIX y se aprestó a tomar las armas contra la amputación Norteamericana de Panamá apenas despertando el siglo pasado.

En el siglo XX hay tres espacios dramáticos de la historia colombiana en los que el Movimiento Estudiantil jugó un papel masivo protagónico: el ocaso de la hegemonía conservadora a finales de la década del 20, la caída de la dictadura del General Rojas Pinilla a mediados de los 50 y la insubordinación generalizada que convulsionó las Universidades desde finales de los 60, cuyo punto culminante fue el Paro Nacional Universitario de 1971. Este último es un momento emblemático en el nacimiento de varias corrientes ideológicas de la izquierda colombiana. De entonces hasta ahora las Universidades colombianas son consideradas tanto por el régimen como por sus opositores como activos focos de subversión y disidencia, un juicio que no es para nada exagerado.

Con la aprobación de la Constitución de 1991 pero sobre todo con sus leyes específicas se abrieron para el país las puertas del neoliberalismo, que no es otra cosa que el imperio absoluto del gran capital y los mercados financieros. Muchos sectores de la izquierda siguen considerando la constitución del 91 como un gran logro de la democracia en un país esencialmente antidemocrático, pero obvian un detalle importante: aquella fue la base legal para el desmonte de todos los derechos y beneficios económicos adquiridos por el pueblo colombiano durante un siglo. La ley 30 de 1992 que reglamentaba el funcionamiento de las Universidades Públicas hizo lo propio en el ámbito de la educación superior restringiendo la “autonomía universitaria” y condenando los claustros a una asfixia financiera insostenible. Desde entonces las Universidades están obligadas a ampliar su cobertura pero los recursos aportados por el Estado permanecen congelados. Esta medida de Shock económico no ha sido correctamente comprendida en todas sus dimensiones; implica además un componente político e ideológico: forzar el sistema universitario por vías de la asfixia financiera y la austeridad a reconvertirse en algo totalmente opuesto a su ideario original. Para la gran mayoría de estudiantes pobres la receta significa la deserción o las deudas con entidades financieras para asumir el altísimo costo de las matrículas. Con las recetas mágicas de autofinanciación, recortes, liberalización y financiación privada el Estado no sólo abandonaba a su suerte las instituciones sino que abría paso a una concepción distinta de Universidad -la educación de mercado- donde el debate, la efervescencia, la agitación y la contradicción al régimen desaparecen. Bajo esta óptica las doctrinas neoliberales de la Escuela de Chicago buscan además de sacrificar al lucro de las corporaciones todos los ámbitos de la sociedad, erradicar la oposición política y la organización popular. Este último objetivo es tan importante como el primero. El Shock económico avanza junto al Shock político y militar. Con una sinceridad tenebrosa Francisco Santos, escudero rabioso del gobierno Uribe y primo hermano del actual presidente Santos, exigía públicamente electrochoques para los miles de estudiantes que marchaban pacíficamente por todo el país exigiendo educación gratuita: tal es “la doctrina del Shock” que describe magistralmente Naomi Klein, la metáfora no podría ser más transparente.

Perder las Universidades equivale a perder uno de los últimos rezagos de la resistencia. La izquierda es consciente de ello y el Estado también. No se trata pues, como critican ingenuamente algunos radicales de cafetería, de una simple pelea por mayor o menor presupuesto para la educación superior. Se trata de una ofensiva estratégica que los poderosos emprendieron, entre otras razones, para eliminar uno de los sectores más activos y críticos de la oposición en el último medio siglo, el Movimiento Estudiantil.

Aunque la receta comenzó a operar a mediados de los 90 sus consecuencias sólo empezaron a surtir efectos contundentes en la primera década del nuevo milenio. Los dos periodos presidenciales de Uribe Vélez estuvieron matizados de cientos de conflictos, huelgas y protestas estudiantiles por todo el país. Indígenas y estudiantes fueron los únicos contradictores permanentes en las calles al régimen de Uribe. En el gobierno de la “mano dura” estos movimientos desembocaron en coyunturas muy violentas, numerosos enfrentamientos directos con saldos de asesinados, encarcelados, desaparecidos o exiliados.

El último año ha sido la resultante natural de las tensiones y contradicciones represadas durante dos décadas. Literalmente, el sistema de Universidades Públicas colombianas no aguanta más: en términos financieros está al borde del precipicio. Políticamente los poderosos están cosechando la tormenta que plantaron y abonaron año tras año. Es una ilusión creer que la insurrección de los estudiantes colombianos obedece únicamente a motivos económicos y presupuestarios; un sector grueso del movimiento proviene de Universidades Privadas que no sufren acosos financieros, pero que son sensibles a la situación política y social de un país donde las élites tienen una dictadura de facto legitimada por una institucionalidad de bolsillo y sostenida con uno de los aparatos de guerra más grandes y sanguinarios del continente.

Al influjo del Movimiento Estudiantil Chileno, de las protestas en Europa y los países Árabes, los grupos y activistas en las Universidades comenzaron a preparar la pelea. La labor de coordinación, que había sido la gran carencia durante los años anteriores, logró unificar un sector social que es disperso por naturaleza.

El 7 de abril los universitarios respondieron a los anuncios del gobierno de profundizar la reforma neoliberal a la ley 30 con marchas inéditas. En Bogotá llenaron la Plaza de Bolívar y en la Costa Caribe, donde los movimientos sociales se daban por desaparecidos desde los años duros del paramilitarismo, los estudiantes salieron a la calle en masa. Las tradicionales Universidades públicas del centro y suroccidente superaron sus registros anteriores de movilización, lo que ya era un buen indicio de la acumulación de fuerzas para la pelea decisiva. La agitación en los claustros era constante: el 7 de septiembre las protestas coordinadas conmovieron al país y fueron particularmente masivas en las Universidades de provincia.

Cuando la Ministra de Educación María Fernanda Campo (una burócrata ignorante y más terca que un burro, que pasó de administrar una asociación de mercaderes capitalinos a sentarse en un ministerio) embriagada en un desprecio biológico hacia los estudiantes anunció a mediados de octubre que no habían leído la reforma o que no la entendían estaba franqueando el terreno de la discusión al de los insultos, pues podrá acusarse de cualquier cosa a los Universitarios pero no de incapacidad teórica. Estas declaraciones cayeron como gasolina encima del incendio y el 12 de Octubre las movilizaciones estudiantiles volvieron a llenar la Plaza de Bolívar y a inundar el país de indignación. Cada semana ocurrían marchas, tomas pacíficas, concentraciones o eventos públicos en tanto el Ejecutivo se ensoberbecía con una intransigencia prepotente y despótica. Las Universidades públicas entraron en huelga: comenzaba el paro universitario. Algunas como la Tecnológica de Pereira o la Universidad de Antioquia ajustaban ya un mes paralizadas

A principios de noviembre, el Presidente en continuas alocuciones hacía gala de su intolerancia y llegó a insinuar que para tumbar la reforma los estudiantes tendrían que pasar sobre su cabeza. Fue una declaración de guerra que rebosó la paciencia de un sector tremendamente combativo de la sociedad colombiana; la radicalización llegó al extremo, las huelgas y bloqueos de Universidades se agudizaron y los choques violentos dejaron varias instituciones militarizadas. En el pulso definitivo medio millón de estudiantes se echaron a la calle en todo el país y los universitarios llenaron por cuarta vez la Plaza de Bolívar en Bogotá el 10 de Noviembre, el mismo día que comenzaba la discusión de la ley en el Congreso. De toda la nación llegaron jóvenes, algunos caminando cientos de kilómetros desde sus ciudades y más de 100.000 personas colapsaron la capital con 28 marchas simultáneas. El artífice de los falsos positivos tuvo que tragarse su reforma y su soberbia mientras el Movimiento Estudiantil daba una lección inmensa de dignidad.

¿Cómo debemos valorar esta explosión de indignación y rebeldía? ¿Cómo el desgaste de una sociedad donde el proyecto de la izquierda nunca ha logrado materializarse y el de la derecha es una catástrofe para las mayorías? ¿Cómo el coletazo de una tendencia mundial de descontento que indica la agonía de un sistema agotado? ¿Cómo la válvula de escape a todas las atrocidades que el gobierno anterior cometió contra la gente y particularmente contra el Movimiento Estudiantil? ¿Cómo la respuesta de una generación sin futuro, llena de rabia ante tantas frustraciones y humillaciones?

Todos estos elementos entran a jugar en la explicación, aunque quizá sólo comprenderemos el fenómeno cuando esté agotado en sus alcances: igual que en 1971 este movimiento le entregará al país una generación de rebeldes que tendrán que encontrar una salida distinta para las encrucijadas que se plantean. Hay todavía mucho trecho por delante. Los grandes derrotados son los Partidos tradicionales y los traficantes de la política que se hallan desprestigiados mientras el pueblo dicta su voluntad en las plazas y avenidas. Cada día más desacreditada, la democracia de las bayonetas, los tamales y los chiqueros parlamentarios se revela inoperante y lejana, muy lejana, de las necesidades y prioridades de la mayoría de la población.

Hoy la clase la dieron los muchachos y las aulas fueron las calles: toda una cátedra de desobediencia a la tiranía. Los estudiantes enseñan e instruyen, muestran el camino. Obligaron a la oligarquía a tomar una lección de respeto hacia la furia del pueblo, que aunque esté adormecido puede volver a reventar en cualquier momento semejante al 9 de abril de 1948.

15 días después que la reforma se desmoronara los estudiantes volvieron a la calle el 24 de noviembre en solidaridad con sus compañeros chilenos y latinoamericanos haciendo una demostración de fuerza que nadie esperaba al son de las clases ya retomadas. El 2011 será un nuevo paradigma de la historia colombiana, en esta ocasión escrita debajo del caminar de una generación de osados con paso de elefante: por primera vez en muchos años acá el pueblo manda y el gobierno obedece.

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"Es hora de parar la guerra contra la Tierra"

Vandana Shiva Ecoportal

Hoy en día, cuando pensamos en la guerra, nuestra mente se torna hacia Iraq y Afganistán. Pero la guerra más grande es la guerra contra el planeta. Ésta tiene sus raíces en una economía que no respeta límites ecológicos y éticos – límites a la desigualdad, límites a la injusticia, límites a la codicia y la concentración económica.

Un puñado de empresas y de potencias busca controlar los recursos de la Tierra y transformar el planeta en un supermercado en el que todo está en venta. Quieren vender nuestro agua, genes, células, órganos, conocimientos, culturas y nuestro futuro.

La guerras duraderas en Afganistán, Iraq y las que les han seguido no son sólo sangre por petróleo. A medida que ellas se desarrollan, vemos que son sangre por alimentos, sangre por genes y biodiversidad y sangre por agua.

La metalidad guerrera subyacente a la agricultura bélico-industrial es obvia en los nombres de los herbicidas de Monsanto— Round-Up, Machete, Lasso. American Home Products, que se ha fusionado con Monsanto, da a sus herbicidas nombre igualmente agresivos, incluyendo “Pentagon” y “Squadron”. Es la lengua de la guerra. La sustentabilidad se basa en la paz con la Tierra.

La guerra contra la Tierra comienza en la mente. Los pensamientos violentos dan forma a acciones violentas. Categorías violentas construyen herramientas violentas. Y en ninguna parte esto es tan vivaz como en las metáforas y métodos en los que se basa la producción industrial, agrícola y alimentaria. La fábricas que produjeron venenos y explosivos para matar a la gente durante las guerras han sido transformadas en fábricas productoras de agroquímicos al terminar las guerras.

El año 1984 me hizo ver que algo no estaba bien en la manera en que los alimentos se producían. Con la violencia en el Punjab y el desastre en Bhopal, la agricultura parecía guerra. Fue entonces que escribí La Violencia de la Revolución Verde, y por eso mismo lancé Navdanya como un movimiento por una agricultura libre de venenos y productos tóxicos.

Los pesticidas, que en un principio se utilizaron como químicos bélicos, no pudieron controlar las plagas. La ingeniería genética iba a ofrecer una alternativa a los productos químicos tóxicos. Al contrario, ha llevado a un mayor uso de pesticidas y herbicidas y desatado una guerra contra los campesinos.

Los altos costos de los insumos y productos químicos hacen que los agricultores caigan en la trampa de la deuda – y la tampa de la deuda lleva a los agricultores al suicidio. De acuerdo a datos oficiales, en la India más de 200.000 campesinos se han suicidado desde 1997.

Hacer la paz con la Tierra siempre ha sido un imperativo ético y ecológico, que se ha convertido ahora en un imperativo para supervivencia de nuestra especie.

La violencia contra el suelo, la biodiversidad, el agua, la atmósfera, el campo y los campesinos produce un sistema alimentario marcial que no puede dar de comer a la gente. Un billón de personas sufre hambre. Dos billones sufren de enfermedades relacionadas con la alimentación: obesidad, diabetes, hipertensión y cáncer.

Hay tres niveles de violencia implicadas en el desarrollo no sustentable. El primero es la violencia contra la Tierra, que se expresa en la crisis ecológica. El segundo es la violencia contra gente, que se expresa en la pobreza, la indigencia y el desplazamiento. El tercero es la violencia de la guerra y el conflicto, cuando los poderosos echan mano a los recursos que están en otras comunidades y países para satisfacer su apetito que no tiene límites.

Cuando cada aspecto de la vida es comercializado, vivir se hace más caro, y la gente se empobrece, incluso si ganan más de un dólar al día. Por otra parte, la gente puede ser rica en términos materiales, incluso sin economía monetaria, si tienen acceso a la tierra, si los suelos son fértiles, si los ríos están limpios, su cultura es rica y mantiene la tradición de construir casas y prendas bonitas, buena comida, y hay cohesión social, solidaridad y espíritu comunitario.

La ascensión del dominio del mercado, y de la moneda en tanto que capital producido por el hombre, a la posición de principio superior organizativo de la sociedad y única forma de cuantificar nuestro bienestar ha llevado al debilitamiento de los procesos que mantienen y sostienen la vida en la naturaleza y la sociedad.

Entre más ricos nos hacemos, somos ecológica y culturalmente más pobres. El aumento en el bienestar económico, medido en dinero, lleva al aumento de la pobreza en los aspectos material, cultural, ecológico y espiritual.

La verdadera moneda de la vida es la vida misma, este punto de vista lleva a varias preguntas: ¿cómo nos miramos a nosotros mismos en este mundo? ¿Para qué están los seres humanos? Y ¿somos simplemente una máquina de hacer dinero devoradora de recursos? O ¿tenemos un propósito más elevado, un fin superior?

Creo que la “Democracia Terráquea” nos permite imaginar y crear democracias vivientes basadas en el valor intrínseco de todas las especias, de todos los pueblos, de todas las culturas – un reparto justo y equitativo de los recursos vitales de esta Tierra, un reparto de las decisiones sobre el uso de los recursos de la Tierra.

La “Democracia Terráquea” protege los procesos ecológicos que mantienen la vida y los derechos humanos fundamentales que son la base del derecho a la vida, incluyendo el derecho al agua, la alimentación, la salud, la educación, el trabajo y el sustento.

Tenemos que escoger. ¿Obedeceremos las leyes de mercado de la codicia corporativa o las leyes de la Madre Tierra para mantener los ecosistemas terrestres y la diversidad de los seres vivos?

Las necesidades en alimentación y agua de la gente sólo pueden satisfacerse si se protege la capacidad de la naturaleza para producir alimentos y agua. Suelos y ríos muertos no dan alimento ni agua.

Por ello, defender los derechos de la Madre Tierra es el más importante de los derechos humanos y de las luchas por la justicia social. Es el más amplio movimiento pacifista de nuestra época. www.ecoportal.net

La Dra. Vandana Shiva es una física y ambientalista india, que recibio el Precio Sydney de la Paz 2010. Ésta es la versión editada de su discurso en la Ópera de Sydney el 3 de noviembre.

Fuente: http://www.ecoportal.net/content/view/full/101285

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CELAC: Estamos construyendo el nuevo mundo

Aram Aharonian Alainet

Hoy podemos estar orgullosos de nuestros avances. Hablo de nuestra América Latina y el Caribe, que surge con extraordinaria fortaleza para dar un pasito más -decisivo- en el camino de la integración y la unidad, de la naciente soberanía regional, conscientes de que seguramente Estados Unidos quiera sabotear también esta experiencia, como lo hizo con el Congreso Anfictiónico de Panamá.

Hablar de una Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe significa comenzar a asumir la soberanía regional, dejando de lado el “proteccionismo” de Estados Unidos y Canadá, conscientes de que las viejas recetas que nos impusieron desde hace 500 años solamente significaron dolor y penas para las grandes mayorías: exclusión social, pobreza, mientras los países centrales se quedaban con nuestros recursos naturales.

Bienvenida la CELAC, esta decisión de unirnos y buscar salidas conjuntas, aun cuando no todos los gobiernos de la región tienen el mismo signo ideológico y hay algunos que quieren seguir apostando a la dependencia imperial.

El establecimiento de un esquema de integración política, social, cultural y económica implica la fijación de mecanismos soberanos de autodeterminación en el uso de materias primas y recursos naturales (el mayor reservorio de agua), que incidiría directamente en la reversión del ejercicio de control y dominio que EEUU ejerce aún en nuestros territorios.

Comenzamos a vernos con nuestros propios ojos y no, como lo hicimos durante cinco siglos y pico, con ojos de extranjeros. Vernos con nuestros propios ojos significa recuperar nuestra memoria y buscar cómo satisfacer las necesidades de nuestros compatriotas antes que las exigencias de los organismos internacionales. Pueblo que no sabe de dónde viene no puede saber a dónde va y, entonces, el destino siempre se lo imponían desde afuera.

Es un largo camino éste, el de entender que integración no significa solo intercam bio comercial o negociación de aranceles. Y quizá el puntapié inicial se dio en Mar del Plata en 2005, cuando los latinoamericanos dijimos NO al ALCA. Claro, que antes los movimientos sociales lograron llevar al gobierno (y algunos incluso al poder) a gobernantes comprometidos con sus pueblos y no con los bancos acreedores ni con las recetas –tantas veces causantes de hemorragias- de los organismos internacionales.

Es un largo camino que comienza asumiendo un cambio histórico: pasamos de la etapa de la resistencia a la etapa de la construcción. Ya tenemos posgrados en denunciología y lamentos, ahora tenemos que crear, inventar, buscar los caminos para nuevas teorías, programas, planes, y nuevos caminos que redunden en sociedades más justas, más equitativas. Hace más de 500 años que pagamos los platos rotos del desastre capitalista.

Pero para eso debemos primero lograr la liberación. Y hablo de la liberación de los 1.400 centrímetros cúbicos de nuesros cerebro, conscientes de que tantos paradigmas que nos impusieron como verdades absolutas no son más que disparates para mantenernos divididos, sometidos. Comencemos por formatear nuestro propio disco duro.

Escribe el brillante académico francés Remy Herrera: La gravedad extrema de la crisis que golpea actualmente a Europa, especialmente a la zona euro, ante la elusión de las deudas llamadas “soberanas” de Grecia e Italia, entre otras, lleva a plantearnos la pregunta: ¿no tienen acaso los pueblos europeos lecciones que obtener de las experiencias vividas por ciertos países del Sur, provenientes de las estrategias anticrisis que se han adoptado allí?

Y es que, hasta ahora, son las recetas del Norte, supuestamente de validez universal, las que fueron administradas habitualmente en las economías del Sur –aun cuando les haya convenido sólo muy raramente–. Pero esos tiempos ya cambiaron, señala.

Las soluciones neoliberales de austeridad generalizada y de desmantelamiento de los servicios públicos hoy propuestas (o más bien impuestas) para intentar salvar al capitalismo en crisis y reactivar el crecimiento, son absurdas; constituyen el medio más seguro de agravar aún más esta crisis y para precipitar con mayor rapidez al sistema hacia el precipicio.

Sin ningún tapujo lo dijeron las presidentas sudamericanas: la argentina Cristina Fernández de Kirchner en el Grupo de los 20 y la brasileña Dilma Roussef cuando ejemplificó que “en Brasil tenemos empleo cuando en Europa crece el desempleo: no vamos a permitir que se exporten empleos a otros países”, tras señalar que Brasil ya no recibe instrucciones sobre política económica de organismos internacionales.

Hoy nuestra región es el único espacio en el mundo que ha resistido a la crisis económica mundial del capitalismo, que ha logrado el mayor activismo global anticapitalista y antiimperialista, con los “indignados” de más de 75 países, entre ellos Chile y Colombia, que aún siguen el libreto neoliberal e imperial.

Muchos alertan desde ya que la CELAC, es y será un objetivo militar de los Estados Unidos, considerando que Obama (en vísperas de su intento de reelección), no querrá ser apuntado como el Presidente que dejó perder su patio trasero.

No todos bailan al mismo ritmo, es cierto. Cinco de los 33 países -Panamá, México, Chile, Colombia y Costa Rica- tienen gobiernos que siguen atados umbilicalmente a Washington. Por eso, será también un foro para el debate de ideas, para la exposición de consensos y de discrepancias. Durante cinco siglos nos dividieron para dominarnos. Es hora de buscar el destino común.

Hay que comenzar por definir qué se quiere con la CELAC. El presidente ecuatoriano Rafael Correa tiró en la mesa sus barajas, debe ser un foro para resolución de conflictos regionales que reemplace a la OEA, porque ya sabemos que no lo van a resolver ni el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y mucho menos otras instancias.

Los países de la CELAC hoy en día sumados, representan 6,3 billones de dólares de su Producto Interno Bruto (PIB), lo que la convertiría en la tercera potencia mundial económica, la principal reserva petrolera (aproximadamente 338.000 millones de barriles de petróleo), la tercera productora de energía eléctrica y la principal economía productora de alimentos, siendo las cuatro principales economías dentro de la CELAC las de Brasil, México, Argentina y Venezuela.

UNASUR avanza en la arquitectura financiera

El Consejo Suramericano de Economía y Finanzas de la UNASUR delineó el documento que contempla avanzar en los posibles mecanismos financieros para sustituir al dólar como moneda de pago (experiencia que ya se realiza entre Argentina y Brasil, y entre los países del ALBA con el Sucre) y un plan de infraestructura conjunto como herramientas para afrontar los efectos de la crisis financiera internacional.

Asimismo, se adelantaron propuestas concretas con el fin de fomentar el comercio intrarregional que incorporan valor agregado y consecuentemente empleo y bienestar para los pueblos de la región.

Se adelantaron 31 proyectos que demandarían una inversión de 16.000 millones de dólares. También forma parte del temario la coordinación en el uso de reservas y la puesta en funcionamiento del Banco del Sur, que podrá estar operativo una vez que el Parlamento uruguayo apruebe el documento constitutivo de la entidad, previsto para antes de fin de año según el presidente José Mujica.

“América latina vive un renacimiento político, económico y cultural sin precedentes. Sudamérica se presenta hoy como un ejemplo al mundo”, sostuvo la colombiana María Emma Mejía, secretaria general de la UNASUR, quien reemplazó en ese cargo al ex presidente argentino Néstor Kirchner.

La coordinación de políticas económicas entre los miembros de la UNASUR forma parte de la estrategia regional para hacer frente a la crisis internacional –con epicentro ahora en Europa– y delinear instrumentos de acción conjuntos para evitar cualquier embate económico.

“Es una muy buena señal para enfrentar la crisis sistémica del capitalismo del Norte y construir fórmulas de desarrollo económicas para la región. En esta época bicentenaria, estamos hablando de una nueva independencia”, dijo el canciller venezolano Nicolás Maduro.

Otro de los temas relevantes tiene que ver con la posibilidad de coordinar el uso de reservas a nivel regional, como fondo anticíclico, que alcanzarían la suma de 600.000 millones de dólares. El objetivo es contar con una herramienta que pueda dar auxilio a los países miembro en caso de “especulaciones financieras” en torno a sus monedas. “Existen tres posturas diferentes sobre la propuesta para coordinar el manejo de las reservas. Por lo tanto, este tema se mantendrá en el consejo técnico”, sostuvo el ministro argentino Amado Boudou, quien agregó que “es importante mostrar que en la región hay consensos para afrontar una crisis que tendrá impacto global”.

El otro instrumento del cual se habló es el Banco del Sur. Esta entidad ya fue aprobada por los Parlamentos de Argentina, Bolivia, Venezuela y Brasil. Uruguay es el país que está en pleno debate del proyecto. Una vez que se apruebe, la entidad regional contará con más del 60% de su capital constitutivo, por lo que podrá entrar en funciones. La iniciativa contempla la integración de un capital total de 20.000 millones de dólares.

Y discúlpeme, pero con estas noticias, mirando al mundo desde el balcón del Sur, me siento muy orgulloso de ser latinoamericano, de estar haciendo realidad la consigna de que otro mundo es posible... si trabajamos todos juntos, desde abajo.

Aram Aharonian es periodista y docente uruguayo-venezolano, director de la revista Question, fundador de Telesur, director del Observatorio Latinoamericano en Comunicación y Democracia (ULAC).

Fuente: http://alainet.org/active/51156

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lunes, 28 de noviembre de 2011

La Doctrina Obama: haciendo de la necesidad virtud

James Petras La Haine

El gobierno de Obama, tras proseguir durante 3 años con las guerras coloniales iniciadas por el ex presidente Bush, finalmente ha tenido que reconocer las dramáticas consecuencias de las políticas llevadas a cabo, tanto en EEUU como en el exterior. En consecuencia se ha impuesto el “principio de realidad”: el mantenimiento del imperio estadounidense requiere modificar las estrategias actuales, con el objetivo de reducir los impactos negativos en el campo militar, político y diplomático [1].

La Casablanca está modelando una nueva doctrina exterior en respuesta a los reveses políticos y militares. Esta, estaría basada en los bombardeos masivos, en una mayor intervención desde el exterior de las zonas en conflicto, y cuando las circunstancias lo permitan, en las alianzas con fuerzas afines. Esto incluiría el apoyo armamentístico y financiero de los regímenes despóticos de los pequeños estados del Golfo Pérsico, de fundamentalistas, de mercenarios, de desertores oportunistas, de gangsters y básicamente de toda la chusma dispuesta a servir al imperio por dinero.

Todavía esta por ver si los cambios hasta el momento acaecidos son resultado de una nueva política post-colonial, la “Doctrina Obama”, o simplemente constituyen una serie de medidas improvisadas en vista de los reveses recibidos (“haciendo de la necesidad una virtud”).

Empezaré por trazar los fallos estratégicos que indujeron al rediseño de la política Bush-Obama a mediados del 2011. A continuación mostraré el “principio de realidad”, la crisis profunda y las presiones crecientes que han empujado al gobierno de Obama a cambiar la metodología de la guerra imperialista. Los cambios tienen como objetivo mantener el poder en una situación de recursos escasos y con aliados más que dudosos. La tercera parte muestra los cambios en las estrategias tal y como han ido sucediendo, enfatizando como éstos responden al desarrollo de circunstancias desfavorables y al surgimiento de nuevas oportunidades.

En la sección final evalúo críticamente las nuevas políticas imperiales de Obama, el impacto sobre ciertos países y sus habitantes, así como sus consecuencias sobre los EEUU.

El contínuo Bush-Obama: 2009-2011

Obama tomó el testigo del gobierno Bush, y continuó su carrera, expandiendo el presupuesto de guerra por encima de los 750 mil millones de $, incrementando en 30.000 las tropas en Afganistán, aumentando el gasto en bases militares y en mercenarios en Irak, e incrementando las incursiones aéreas en Yemen, Pakistán, Somalia y Libia. Todas estas políticas han conducido a la profundización de la crisis económica, al incrementarse el déficit comercial y el déficit público hasta 1.6 billones de dólares. La popularidad del gobierno y del partido Demócrata han bajado considerablemente. Paralelamente al incremento del gasto externo, se ha de añadir el gasto de miles de millones de $ en decenas de nuevas agencias gubernamentales encargadas de la seguridad en el interior de los EEUU. El crecimiento de la deuda externa y del déficit interior se da al mismo tiempo que el rescate financiero por valor de 1 billón de dólares a Wall Street. Todo ésto mientras 10 millones de familias perdían sus viviendas y el paro se disparaba hasta las dos dígitos.

Obama ha expandido las guerras iniciadas por Bush, los rescates bancarios y los recortes millonarios de impuestos a las clases más pudientes. Además ha propuesto ingentes recortes en el gasto federal en medicina y educación. Por otra parte a pesar del creciente gasto en defensa no se ha conseguido ni una sola victoria militar trascendente. A principios del tercer año de su gobierno se vislumbra, entre la dañada economía interna y la pérdida de varios aliados importantes, que el imperio estadounidense está en quiebra.

El principio de realidad

Después de tres años de gobierno incluso los más intransigentes y dogmáticos ideólogos del gobierno Obama han percibido el fracaso de la política exterior y el decreciente apoyo doméstico y exterior a sus políticas. Los islamistas constituyen un gobierno en la “sombra” por todo Afganistán, infligiendo cada vez más bajas a las tropas aliadas de la OTAN, incluso en la capital, Kabul. En Irak, incluso el gobierno títere se ha opuesto al establecimiento permanente de tropas estadounidenses, mientras las diferentes facciones se preparan para el conflicto post-colonial: los colaboradores del régimen, la resistencia, los diferentes clanes y tribus, etnias separatistas, paramilitares y mercenarios. Irán ha incrementado su influencia en la región frente a los EEUU, especialmente en Irak, Siria, el oeste de Afganistán, los estados del Golfo, Líbano y Palestina (Gaza), pese a las amenazas estadounidenses y las sanciones económicas diseñadas por los sionistas.

Ante la caída de los gobiernos pro-estadounidenses en Egipto y Túnez (Mubarak y Alí), y de los levantamientos populares que amenazan los gobiernos títeres del Yemen, Somalia y Bahrein, el gobierno de Obama se ha visto obligado a admitir que el “modelo” de guerra israelí, basado en la ocupación y colonización mediante un gobierno títere, no es viable. El principio de realidad se ha impuesto: Obama y Clinton ya no son los guardianes de un imperio en expansión sino de un imperio en decadencia. El proyecto imperial de la época post-soviética, iniciado por Bush padre, se basó en la acción unilateral y la supremacía militar. Tras Clinton, que mantuvo el modelo, Bush hijo lo expandió y Obama lo ha multiplicado. El modelo se ha revelado desastroso: guerras interminables que han culminado en un gran movimiento pro democrático que ha generando la caída de varios gobiernos afines a los EEUU.

Las guerras coloniales han vaciado la tesorería imperial, empobrecido a los estadounidenses y socavado el apoyo del proyecto imperialista. El estado de opinión en los EEUU se ha visto muy afectado por el coste del imperio, pero también por la cada vez mayor influencia económica de las economías emergentes: China, India...En ningún lugar ha sido tan evidente el declive de los EEUU como en Latinoamérica, donde nuevos gobiernos nacionalistas tienen políticas exteriores divergentes con los EEUU. Estos países han alcanzando un gran crecimiento económico empezando a colaborar con nuevos socios comerciales, mientras rechazaban varios golpes de estado apoyados por EEUU y repudiaban el neoliberalismo reciclado impuesto por Geithner. No ha habido ningún lugar en el planeta en el cuál el gobierno Obama pudiese mostrar una victoria militar, éxito económico o una mayor influencia política.

A medida que las derrotas militares, los problemas económicos y el descontento se hacían patentes, se iba desarrollando una nueva política imperial. No es una política totalmente consolidada, sino que se va moldeando con las nuevas circunstancias.

El proceso de formación de la “Doctrina obama”

Lo primero que ha tenido que reconocer el gobierno Obama, es que las guerras coloniales basadas en la ocupación militar territorial, no son viables en un mundo de estados soberanos. Generan una resistencia prolongada, problemas presupuestarios, un goteo de bajas y desde luego no se auto financian, como afirmaban los genios sionistas del Pentágono. Es preciso diseñar nuevas formas de guerra para mantener el imperio y destruir a los adversarios.

La decisión más difícil para el gobierno de Obama ha sido si admitir la derrota en Irak y retirar las tropas, o si declarar la “victoria”. Derrota, en el sentido de que los EEUU no pueden mantener un ejercito de ocupación y han tenido que dejar Irak en manos de un gobierno que expandirá los lazos con Irán y será hostil a Israel o victoria, en el sentido de haber derrocado a Saddam Hussein y haber debilitado la influencia de Irak en la zona. La derrota y la retirada finalmente suponen mantener 20.000 soldados en los pequeños estados del Golfo, gobernados por monarquías despóticas, y posicionar una flota de guerra en el Golfo Pérsico. Obama-Clinton aseguran que las tropas y la flota de guerra naval y aérea servirán para reocupar Irak en caso de caer el gobierno actual y ser sustituido por un gobierno nacionalista. Es un escenario “cuestionable”, ya que reocupar Irak conduciría a una guerra larga y costosa. El principal objetivo del realojamiento de tropas es proteger a los gobiernos de los pequeños estados del Golfo de los movimientos internos pro-democráticos y para lanzar un ataque aéreo y marítimo, conjunto con Israel, contra Irán. Osea, la reducción de tropas en Irak se sustituye por la acumulación de fuerzas aéreas y marítimas que permitan atacar y destruir bases militares y puntos económicos neurálgicos en Irán.

La retirada de los EEUU es el resultado de la derrota ; es una retirada obligada. La reubicación de tropas en los pequeños estados despóticos del Golfo, supone una disminución de la presencia americana en la zona, y el apoyo a unos gobiernos despóticos muy frágiles. El trasvase de tropas desde Irak a los estados del Golfo, tiene como objetivo sacar las tropas de un estado grande, con una larga historia de resistencia e independencia, poniéndolas a salvo en pequeños santuarios. Los EEUU no pueden permitirse un conflicto inacabable, ni tampoco pueden asegurar la seguridad de un pequeño contingente en Irak. La retirada hacia los estados del Golfo, es hacer de la necesidad una virtud, manteniendo una posición en la retirada, desde la cuál poder lanzar la próxima guerra aérea.

La intervención en Libia indica la fórmula escogida por el gobierno Obama para mantener el imperio. La justificación de la intervención es tan falsa como la usada en Irak: en vez de armas de destrucción masiva, se ha maquinado la excusa del genocidio y la violación. Se ha improvisado una resolución de la ONU que permite la intervención para “proteger a la población”, pudiendo así la OTAN, lanzar en 8 meses, 30.000 ataques aéreos destinados a derrocar al gobierno y destruir la economía del país. La política de Obama en Libia se ha basado en una triple estrategia: 1. bombardeos aéreos, marítimos y el apoyo de asesores de las Fuerzas Especiales. 2. Un ejército de mercenarios y el uso de expatriados como “nuevos líderes”. 3. Una coalición multilateral imperialista de países europeos (la OTAN) y de las petro-oligarquías del Golfo. A diferencia de en Afganistán o en Irak, los bombardeos masivos han sustituido a la invasión por parte de un gran ejército. Los estrategas del gobierno Obama ya han catalogado la experiencia en Libia como la “doctrina Obama”, al permitir recuperar el control de un gobierno Árabe independiente. Pese a la propaganda masiva de apoyo al rol de los mercenarios “rebeldes”, la verdad es que las fuerzas leales a Gadhafi han sido vencidas únicamente gracias al poder militar aéreo de la OTAN.

La celebración por parte de Obama y Clinton de la victoria es prematura. Ha supuesto la destrucción de la economía, desde los puertos a los sistemas de irrigación, pasando por las carreteras y los hospitales, y el hundimiento del mercado laboral, al deportar a cientos de miles de trabajadores subsaharianos y de profesionales del Norte de África. En otras palabras, ha sido una victoria pírrica: Washington ha vencido al adversario, pero no ha conquistado un estado viable económicamente.

Lo que es peor aún, las fuerzas terrestres mercenarias apoyadas por Washington, incluyen a una amalgama de fundamentalistas, gánster, jefes de clanes oportunistas, y neoliberales, con pocos intereses en común. De hecho están todos armados y listos para repartirse el territorio. La situación es parecida a la creada en Afganistán tras la lucha contra el régimen pro-soviético, cuando los EEUU armaron a grupos fundamentalistas, bandas de narcotraficantes, jefes de clanes y señores de la guerra de todo tipo. Tras la derrota del gobierno, las mismos grupos armados por los EEUU, se volvieron contra éste, alimentando un movimiento pan-islámico por el sur y centro de Asia, los estados del Golfo, Oriente Medio y el Norte de África.

La fórmula Obama en Libia: usar mercenarios de todo tipo con el objetivo de conseguir resultados a corto plazo, se está volviendo ya en contra de los intereses de los EEUU. Las milicias fundamentalistas y los contrabandistas están enviando desde Libia toneladas de misiles tierra-aire, metralletas y fusiles automáticos, obtenidos del arsenal de Gadhafi, a Egipto, Siria, Somalia, Sudán y a un sinfín de países.

En pocas palabras, las débiles relaciones entre los diferentes componentes del “gobierno” Libio, tiene toda la apariencia de conducir a Libia a un estado fallido. En estas condiciones, ni la OTAN, ni las petroleras van a poder establecer bases firmes de operación.

EEUU ha recurrido a ataques aéreos con misiles y con drones para debilitar a la resistencia, llegando a matar a algunos líderes insurgentes locales. Estos ataques han generado la repulsa de clanes enteros y en general a la opinión pública de los estados atacados. Los ataques con drones han matado a cientos de civiles, fomentando que sus parientes y otros habitantes de pueblos y ciudades se incorporen a la resistencia. Después de 3 años de intensos ataques aéreos con misiles, el gobierno de Obama no ha conseguido ni una sola victoria decisiva sobre los insurgentes. De hecho, los datos disponibles apuntan más bien hacia la situación opuesta. Las tribus del noroeste de Pakistán se han incorporado masivamente a la resistencia y la mayoría de los pakistaníes (80%) ve con malos ojos los ataques aéreos con drones que violan la soberanía de Pakistán, obligando hasta ahora al gobierno aliado a cuestionar sus conexiones militares con los EEUU. Tampoco en Somalia o Yemen, las ataques con drones y con las Fuerzas Especiales, han conseguido debilitar las protestas masivas de la población contra los gobiernos en cuestión. La guerra de alta tecnología se ha revelado como un pobre sustituto de la también fallida intervención terrestre en gran escala.

El tercer elemento de la “Doctrina Obama” consiste en intervenir de forma conjunta con una “tercera parte” o intervenir de forma multilateral. Este tercer elemento no ha resultado ni en Afganistán ni en Irak, y sólo ha funcionado de forma parcial en Libia. La fuerza multilateral en Irak se retiró relativamente pronto, incapaz de sostener los gastos de una guerra interminable que además gozaba de po co apoyo en los países de origen. Lo mismo ha ocurrido en Afganistán: la mayor parte de los soldados de la OTAN abandonaran el país antes de la retirada de los EEUU. La intervención multilateral en Libia ha destrozado el país por las próximas décadas. La intervención multilateral se ha basado en la estrategia de entrar, bombardear y salir corriendo, dejando sobre el terreno a mercenarios conocidos por la brutalidad con la que actúan: violaciones, pillaje, tortura y ejecuciones sumarias. Sólo una descerebrada y depravada moral como Hillary Clinton ha podido cantar alabanzas y bailar una giga ante el acto de un sádico, cuchillo en mano, torturando a un presidente cautivo y haberlo convertirlo en una "victoria de la democracia".

El cuarto elemento de la “Doctrina Obama”es el uso de mercenarios. Estos han participado sin éxito en varias invasiones cuyo objetivo era proteger a gobiernos aliados de la insurgencia. Los EEUU financiaron la fallida invasión de Somalia por parte de la dictadura Etíope. Invasión cuyo objetivo era mantener en el poder a un corrupto e impopular gobierno atrincherado en la capital del país. Le siguió la invasión de Somalia por parte del ejército de Kenia, apoyado por los EEUU. La intervención ha conllevado la masacre y hambruna de cientos de miles de refugiados somalíes de los campos del norte de Kenia y el sur de Somalia y a numerosas emboscadas mortales por parte de la resistencia islámica nacional. La intervención militar por parte de mercenarios no ha ayudado a mantener al gobierno somalí en el poder, sino que ha generado aún más oposición nacionalista.

En Bahrein la invasión del país por el ejercito de Arabia Saudí, con apoyo de los EEUU, ha permitido mantener temporalmente la monarquía despótica en el poder, pero sin acallar las demandas del movimiento pro democrático.

El quinto elemento de la “Doctrina Obama” consiste en el uso de Fuerzas Especiales, grupos de hasta 500 soldados o más, altamente entrenados y fuertemente armados, cuyo objetivo es asesinar líderes insurgentes, aterrorizar a la población civil que les apoya, o actuar de columna vertebral de las fuerzas locales aliadas de los EEUU. Un buen ejemplo es el envió de Fuerzas Especiales a Uganda. Hasta ahora no hay noticias de ninguna victoria decisiva, incluso en este pequeño país. Probablemente en el futuro el uso de las Fuerzas Especiales se limite a zonas geopolíticas de interés económico especial, que tengan movimientos de resistencias relativamente débiles, y sólo de forma “complementaria” a los ejércitos locales.

El elemento final, y a su vez el mas importante de la “Doctrina Obama”, es la promoción de levantamientos civiles o militares, y la creación de lideres locales que puedan “cooptar” movimientos populares, evitando que éstos asuman posiciones anti-estadounidenses.

En Siria Washington y la Unión Europea han incitado un levantamiento armado sectario y regional, cuyo objetivo es derrocar al gobierno nacionalista autoritario de Assad. Jugando al juego de las demandas democráticas y apoyados en la hostilidad de los fundamentalistas contra el gobierno secular, los EEUU y la UE han urdido, con la colaboración de los estados del Golfo y de Turquía, una triple estrategia. Las estrategias son: el uso de sanciones externas, los levantamientos populares y la resistencia armada contra la mayoría secular de ciudadanos y el ejército que apoyan a Basher Assad. La política de Obama se apoya en la propaganda de los medios de comunicación y en los agravios de ciertas regiones, para generar una fuerza suficiente como para “cambiar el régimen”.

Paralelamente a la política “desde el exterior” llevada a cabo en Siria, en Egipto y en Túnez, en estos últimos dos países se ha optado por una estrategias aplicada desde el interior. Enfrentándose a las protestas obreras, nacionalistas y pro democráticas en Egipto, Washington ha financiado y apoyado el golpe por parte de una junta militar. Esta promueve las mismas políticas interiores y exteriores usadas anteriormente por Mubarak para preservar la estructura económica del régimen. Obama y Clinton han apoyado, mientras evocaban cínicamente el espíritu de la primavera Árabe, los tribunales militares que juzgan, torturan y encarcelan a miles de activistas pro-democráticos.

A corto termino, la doctrina Obama apoyada en la subversión civil-militar, promovida tanto desde el exterior como desde el interior de los propios países, ha conseguido acallar los prometedores levantamientos antiimperialistas surgidos a principio del 2011. Sin embargo, las grandes diferencias surgidas entre los nuevos líderes “reciclados” y los movimientos pro-democráticos, han generado llamadas a un segundo levantamiento, para deponer a los oportunistas que “han subvertido las protestas”, traicionando los principios democráticos de aquellos que se esforzaron en derrocar a las dictaduras clientelares de EEUU.

Conclusión: La “Doctrina Obama”

La “Doctrina Obama” puede catalogarse como un conjunto de políticas improvisadas que no parecen haber podido revertir el declive del imperio estadounidense. Sin embargo el deterioro de la influencia de los EEUU en los países árabes no deja de carecer de ciertos “avances tácticos”, especialmente a raíz de la cooptación de varios líderes islámicos en Libia, Síria, Túnez y en el reacomodamiento de los generales de Mubarak en Egipto.

El gobierno de Obama esconde tras eufemismos, la escala y la relevancia de las derrotas políticas y diplomáticas sufridas: la retirada de tropas de Irak se presenta como una “misión de cambio de gobierno exitosa”, menospreciando la creciente violencia civil y gubernamental entre facciones rivales. La “retirada” de Afganistán, es en realidad una derrota militar. Los Talibanes y sus fuerzas aliadas, constituyen ya un gobierno paralelo en la sombra por todo el país, y el ejército mercenario financiado por el Pentágono con miles de millones de dólares, está infiltrado por militantes nacionalistas e islámicos.

El gobierno presenta los “bombardeos con drones” como una exitosa arma contra insurgente, y se publicita a bombo y platillo como la alternativa viable a la invasión armada por parte de un ejército de tierra. Sin embargo los “drones” y los asesinatos perpetrados desde éstos, no son más que éxitos publicitarios, ya que tienen un impacto reducido sobre la decadente situación política.

A nivel diplomático el declive de los EEUU es aún más notorio. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha votado en contra de las propuestas estadounidenses concernientes a Cuba. Por otra parte la admisión del estado de Palestina en la Unesco ha supuesto una gran contrariedad a la política del gobierno Obama. Los EEUU han recortado en represalia el apoyo financiero de las Naciones Unidas, reduciendo aún más la influencia diplomática de los EEUU.

Incluso la OTAN se niega a seguir a Obama en su próxima aventura militar. El gobierno Obama, sometiéndose servilmente al brazo político de Israel en los EEUU: los 52 “Presidentes de las Mayores organizaciones Judío-americanas”, prepara con Israel un ataque conjunto sobre Irán.

El gran peligro de la “Doctrina Obama” es que se concentra en los efectos “locales” a corto plazo. El bombardeo aéreo y marítimo de la instalaciones nucleares y militares de Irán, complacerá al presidente de Israel y garantizará el apoyo de las organizaciones sionista-americanas a la reelección de Obama. Sin embargo no tiene en cuenta la capacidad de Irán de cerrar el paso petrolero más importante del mundo, el Estrecho de Ormuz.

La victoria aérea sobre Irán, no podrá evitar los ataques terrestres contra las fuerzas estadounidenses por todo el Golfo. Todos los estados petroleros aliados de los EEUU son susceptibles de ataque. Los misiles iraníes de largo alcance provocaran el terror en Israel, antes incluso de que los consejeros sionistas de Obama puedan descorchar una botella de champán para celebrar la “victoria aérea” sobre Teherán.

La “Doctrina Obama” de ataques aéreos desde el exterior, aplicada al caso de Irán, generaría un conflicto monumental. Conflicto que superaría fácilmente a las terribles consecuencias de las intervenciones terrestres en Irak y Afganistán. La “Doctrina Obama” consiste en un conjunto de políticas improvisadas en respuesta a un problema común: como mantener la dominación imperial ante la ineficacia de las políticas de ocupación colonial. La victoria táctica alcanzada en Libia, y las oportunidades generadas por las revueltas en Siria, han generado la necesidad de formular una nueva estrategia global. La colaboración desde en interior de los estados es básica, especialmente si goza de poder institucional (como los militares en Egipto), o de influencias sobre la sociedad civil (en el caso de los movimientos islámicos en Siria).

El intento de transformar los éxitos hasta el momento obtenidos, en una estrategia general, caerían en una falacia. Irán no es Libia: tiene el poder militar y se halla lo suficientemente cerca como para arrasar las débiles dictaduras del golfo. Israel puede lanzar una guerra contra el mundo islámico, pero sería una batalla perdida. Las derrotas diplomáticas de Israel en la ONU no se deben a que haya 193 países “antisemitas”. La troika sionista, israelí y estadounidense se está masturbando mutuamente en un cuarto de baño. Pueden despotricar y morirse de rabia e incluso precipitar una guerra apocalíptica, pero Obama y Netanyahu se hallan al margen de las dinámicas globales. Sus políticas son reacciones impotentes antes los movimientos populares que sueñan con transformaciones históricas, las cuáles han comenzado ya ha penetrar el centro del imperio: Wall Street y Tel Aviv. La “Doctrina Obama” está condenada al fracaso por qué no es capaz de reconocer que el declive del imperio no es un simple problema táctico, sino que nos hallamos ante el colapso sistémico del edificio imperial. Las grietas en el exterior han comenzado ha generar revueltas en el interior.


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[1] Thomas Shanker and Steven Lee Myers “US Planning Troop Buildup in Gulf After Exit from Iraq”, New York Times, Oct. 29, 2011.

Artículo original: http://petras.lahaine.org/?p=1879 - Traducido para Rebelión por Pedro Gónez

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EE.UU. arma a sus aliados del Golfo Pérsico para el conflicto con Irán


Rick Rozoff Media Monitors Network

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


“La Doctrina Obama, como la Doctrina Nixon de cuarenta años antes, destaca el papel de testaferros al hacer lo que EE.UU. prefiere no hacer, no hacerlo solo o ser visto haciéndolo solo. Justifica la agresión militar en nombre de decisiones tomadas por organizaciones a las que no pertenece, como la Liga Árabe y la Unión Africana respecto a Libia, y ajusta cuentas geopolíticas pendientes con rivales de actitud independiente bajo el disfraz de intervenir por cuenta de terceras partes agraviadas y damnificadas. Una lección que Rusia ya ha aprendido, China está aprendiendo y que posiblemente Irán sea el próximo alumno que tenga que aprenderla.”
Los rumores e informes de especulación y los escenarios para ataques contra instalaciones civiles de energía nuclear e instalaciones militares por EE.UU., Israel o ambos han circulado periódicamente durante los últimos años, especialmente desde principios de 2005.

Sin embargo, recientes declaraciones de, entre otros, el presidente y el ministro de defensa de Israel y un destacado candidato a la presidencia de EE.UU. en la elección del próximo año –Shimon Peres, Ehud Barak y Mitt Romney respectivamente – antes y después del último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el programa nuclear de Irán manifiestan un tono más duro y amenazante que el que se había escuchado en mucho tiempo. El actual jefe de Estado de EE.UU., Barack Obama, declaró recientemente: “No sacamos ninguna opción de la mesa”.

Las amenazas mencionadas y otras del mismo tenor han sido notadas en las capitales de países en todo el mundo.

La semana pasada, Global Times, una publicación del Partido Comunista de China, publicó un editorial sin firma titulado “Vientos de guerra comienzan a soplar hacia Irán”, que contiene los siguientes pasajes:

“La crisis financiera muestra grietas en el modo de vida occidental, que hace que la gente se muestre ansiosa e irritable. La historia nos enseña que la guerra puede levantar rápidamente su repugnante cabeza en tiempos semejantes. Siempre hay quienes piensan que las guerras pueden ser una manera de sobrellevar una crisis.”

“Mientras EE.UU. y otros países occidentales tienen dificultades económicas, su poderío militar ejerce un dominio supremo. Este contraste es inevitablemente tentador en su pensamiento estratégico pero tendría un impacto profundamente negativo en la paz mundial.”

“Se escucha usualmente retórica militar proveniente de bocas occidentales. ¿Dónde tendrá lugar la próxima guerra? La guerra existe primero en las mentes de los que están obsesionados por el poderío militar. Si la guerra es tratada como un instrumento para solucionar problemas, siempre es fácil encontrar nuevas excusas para hacerla.”

“Los últimos días han visto un fuerte aumento de las tensiones respecto a Irán. Hay quienes piensan que EE.UU. e Israel deberían combinarse para atacar las instalaciones nucleares iraníes. Es algo reminiscente de aquellos que alentaron a la OTAN a atacar a Siria hace algunas semanas.” [1]

El 14 de noviembre, el ex presidente cubano Fidel Castro advirtió que “un ataque estadounidense-israelí contra Irán desencadenaría inevitablemente una guerra sangrienta”, y agregó que por el tamaño del país y su comparativa fuerza militar “un ataque contra Irán no será como las anteriores aventuras militares israelíes en Iraq y Siria. En los hechos, con una población que llega a entre 75 y 77 millones, Irán es más grande al respecto que las últimas cuatro naciones atacadas por EE.UU. y sus aliados de la OTAN en su conjunto: Yugoslavia, Afganistán, Iraq y Libia.

Cuatro días antes, Konstantin Kosachev, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma [Parlamento] rusa dijo, expresando graves dudas sobre la exactitud y propósito del reciente informe del OIEA sobre Irán:

“Una operación militar contra Irán podría tener graves consecuencias. Y Rusia debiera hacer todo lo posible por controlar emociones, hacer que las negociaciones vuelvan al campo de la discusión política y de expertos, y no permitir ninguna acción semejante contra Irán.” [2]

El día siguiente se anunció que Irán desea la calidad de miembro pleno en la Organización de Cooperación de Shanghái, cuyos miembros son Rusia, China, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán (otros observadores fuera de Irán en el grupo son India, Pakistán y Mongolia) y el secretario del Consejo Supremo de Seguridad iraní, Ali Bagheri declaró: “Ya hemos presentado una solicitud relevante”. [3]

Hace poco más de dos años EE.UU. e Israel realizaron los mayores ejercicios jamás realizados en el mundo de misiles antibalísticos con munición viva en este último país, Juniper Cobra 10. [4]

Más de 1.000 soldados estadounidenses y una cantidad igual de soldados israelíes participaron en los juegos de guerra que incluyeron tres de los cuatro grados de la red global estadounidense de misiles interceptores: The Patriot Advanced Capability-3, Standard Missile-3 y sistemas Terminal High Altitude Area Defense.

A principios del próximo año tendrá lugar en Israel Cobra 12 con la participación de más de 5.000 soldados estadounidenses e israelíes, el mayor ejercicio militar conjunto jamás realizado por las dos naciones.

El verano pasado Jerusalem Post publicó un artículo con el título “Israel, EE.UU. realizarán masivo ejercicio de defensa con misiles el próximo año”, que dice:

“Llamado Juniper Cobra, el ejercicio será realizado a principios de 2012 e incluirá el Arrow 2 y Iron Dome así como THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) de EE.UU. y el Aegis Ballistic Missile Defense System basado en barcos. El ejercicio incluirá probablemente el lanzamiento real de interceptores desde estos sistemas.”

El periódico israelí agrega:

“El propósito del ejercicio es crear la infraestructura necesaria que posibilite la interoperabilidad entre los sistemas de defensa de misiles israelí y estadounidense en caso que el gobierno de EE.UU. decidiera desplegar esos sistemas aquí en caso de un conflicto con Irán, como lo hizo antes de la Guerra del Golfo en Iraq en 1991”. [5]

Otro importante periódico israelí, Ha’aretz, publicó un artículo la semana pasada con el título “Israel, EE.UU. lanzarán el mayor ejercicio conjunto en la historia de los aliados”, que citó a Andrew Shapiro, secretario adjunto para Asuntos Político-Militares, quien declara que los próximos ejercicios de misiles representarán las “mayores” y “más significativas” maniobras militares conjuntas jamás realizadas por EE.UU. e Israel.

El informe agrega:

“‘Nuestra relación de seguridad con Israel es más amplia, más profunda y más intensa que nunca antes’ dijo Shapiro, agregando que la ventaja militar de Israel era una ‘máxima prioridad’ para él, la secretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton y el presidente Barack Obama”. [6]

La intensificación de la ya inaudita coordinación en la intercepción de misiles entre dos de las principales potencias militares del mundo indica la preparación para resistir potenciales represalias iraníes después de ataques israelíes, estadounidenses o conjuntos en su contra.

El despliegue de un Radar Forward-Based X-Band estadounidense en el desierto Néguev de Israel hace tres años y el primer envío en el verano pasado de un barco de guerra de misiles guiados de la clase Aegis, el USS Monterrey, al Mediterráneo Oriental como parte del sistema de misiles interceptores de EE.UU./OTAN Phased Adaptive Approach aprobado en la cumbre de la OTAN en Portugal hace un año, involucrará además el estacionamiento de misiles y radar en Rumania, Polonia, Bulgaria, Turquía y otros países, aún no revelados, son más señales de planes sistemáticos para garantizar que los aliados y socios de EE.UU./OTAN (como Israel) sean invulnerables ante contraataques. [7]

La retirada de soldados estadounidenses y aliados de Iraq y el comienzo de una reducción de sus homólogos en Afganistán también pueden ser vistos en este contexto, como la remoción de objetivos ante posibles represalias en caso de que se realizara un ataque en gran escala contra Irán.

En las últimas dos semanas han aparecido artículos en dos de los principales periódicos de EE.UU., New York Times y Wall Street Journal, que revelan otra fuente para posibles ataques contra Irán: Los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Todos son cercanos aliados militares y receptores de armas de EE.UU. y están vinculados a la OTAN a través de la epónima Iniciativa de Cooperación de Estambul lanzada en la cumbre de 2004 de la OTAN en Turquía. [8] Un reciente titular en el Guardian británico aludió a una “mini-OTAN” en el Golfo Pérsico y Voice of Russia publicó un artículo con el título “EE.UU. prevé OTAN del Golfo”.

Un informe del New York Times del 29 de octubre menciona que el secretario de Defensa Leon Panetta confirmó hace poco que el Pentágono tiene actualmente 40.000 soldados en la región del Golfo Pérsico (excluido Iraq), incluyendo a 23.000 en Kuwait. El periódico señaló que nuevos planes de EE.UU. podrían incluir el despliegue de más soldados de combate a este último Estado y un aumento de la presencia de barcos de guerra estadounidenses en el área.

El informe detalla además que el gobierno de Obama “también desea expandir sus lazos militares con las seis naciones del Consejo de Cooperación del Golfo –Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos y Omán. Aunque EE.UU. tiene estrechas relaciones bilaterales con cada una, el gobierno y los militares tratan de fomentar una nueva ‘arquitectura de la seguridad’ para el Golfo Pérsico que integraría patrullas aéreas y navales y la defensa de misiles.” [9]]

El 11 de noviembre el Wall Street Journal reveló que la Casa Blanca suministrará a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) “miles de avanzadas bombas ‘revienta-búnkeres’ y otras municiones, como parte de un esfuerzo incrementado de EE.UU. por crear una coalición regional para contrarrestar a Irán”. Las armas “expandirán vastamente las existentes capacidades de la fuerza aérea del país para atacar estructuras fijas, que podrían incluir búnkeres y túneles – el tipo de instalaciones en las cuales se cree que Irán está desarrollando armas”. [19] Otra fuente mencionó 500 misiles Hellfire aire-tierra aparte de otras municiones. Una noticia de cuatro días más tarde reveló que la Fuerza Aérea de EE.UU. ha recibido “bombas revienta-búnkeres especialmente pesadas” de Boeing para ser transportadas por bombarderos B-2.

Las nuevas revienta-búnkeres “pesan 13,5 toneladas y [tienen] un sistema de navegación satelital integrado” y “expertos señalan que este tipo de bomba, capaz de romper muros de hormigón de 18 metros de grosor, es el arma perfecta para destruir instalaciones nucleares en Irán”. [11]

El informe del Wall Street Journal, haciéndose eco del anterior del New York Times, agrega:

“El gobierno de Obama trata de reforzar a los seis miembros del CCG, que incluye a Arabia Saudí, Bahréin, Omán, Qatar, los EAU y Kuwait, como un contrapeso unificado contra Irán”.

“En los últimos meses, EE.UU. ha comenzado a realizar un diálogo estratégico regular con el bloque del CCG. Y el Pentágono ha estado tratando de mejorar el compartimiento de inteligencia y compatibilidad militar entre las seis naciones.”

El periódico recuerda a sus lectores un trato por 67.000 millones de dólares en armas iniciado por la Casa Blanca con Saudí Arabia en 2010 para suministrar a ese país 84 cazabombarderos F-15 y bombas revienta-búnkeres de 900 kilos, 72 Black Hawk y 70 helicópteros de ataque Apache Longbow, Patriot Advanced Capability-2 y otros misiles, así como barcos de guerra. La mayor venta bilateral de armas en la historia. Hace dos años un artículo del Financial Times calculó que Washington planifica vender armas por 123.000 millones de dólares a Arabia Saudí, Omán y los Emiratos Árabes Unidos.

El Wall Street Journal también informó que el Departamento de Defensa planifica el suministro de misiles Stinger y de misiles aire-aire de mediano alcance a Omán.

Citando a funcionarios del Pentágono, el periódico agregó:

“Los EAU tienen una gran flota de cazas avanzados F-16 hechos en EE.UU. que podrían transportar las bombas revienta-búnkeres. Los EAU tienen actualmente en su arsenal varios cientos de JDAM [munición de ataque directo conjunto/revienta-búnkeres, y los 4.900 en la nueva propuesta representarían un masivo aumento en las municiones de ataque directo.”

“Los proponentes del trato subrayan el apoyo de los EAU a los esfuerzos de EE.UU. por aislar Irán, y su respaldo crítico a la campaña aérea de la OTAN en Libia. Los funcionarios dijeron que el suministro de JDAMs y otros sistemas de armas estadounidenses a los EAU facilitará la participación del país en misiones similares en el futuro.” [12]

El papel de los EAU y de sus socios del CCG durante este año en la guerra de la OTAN contra Libia y en intervenciones en Bahréin y Yemen y contra Siria será considerado más adelante. [13]

Un experto ruso, el profesor Sergei Druzhilovsky, del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, caracterizó la intensificación de las ventas estadounidenses de armas a sus clientes en el Golfo como sigue:

“Evidentemente, el objetivo es provocar a Irán para que reaccione con algunas acciones inadecuadas, que posibilitarían la justificación estadounidense de la violencia resultante y la fuerza militar resultantes. Porque más armamento de los aliados de EE.UU. en el Medio Oriente árabe no los hará más fuertes. Washington se basa en sus propias bases militares en Arabia Saudí, Kuwait y Bahréin y en su propia flota en el Mediterráneo y no en la potencia de sus aliados, que simplemente no existe. Por lo tanto se trata de una simple provocación.” [14]

El artículo del Wall Street Journal también discute la integración de los seis Estados del CCG en los planes de EE.UU. para un sistema internacional de intercepción de misiles:

“EE.UU. también ha tratado de establecer sistemas de defensa de misiles en toda la región, con el objetivo de establecer una red integrada para defender contra misiles balísticos de corto y medio alcance de Irán”. [15]

El año pasado Washington anunció la venta de misiles interceptores basados en tierra a Bahréin, Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, sobre todo del modelo Patriot Advanced Capability-3.

Con misiles interceptores basados en tierra y en barcos en el Golfo Pérsico, Washington vinculará el sistema de la OTAN en Europa Oriental y en el Mediterráneo Oriental con el que está siendo desarrollado en la región de Asia-Pacífico con sus socios Australia, Japón, Corea del Sur y Taiwán y, con lo que recientemente ha sido una iniciativa del representante permanente de EE.UU. en la OTAN, Ivo Daalder: que India se una al sistema de intercepción de misiles de la OTAN [16] para rodear aún más a Irán, Rusia y China.

El 13 de noviembre Aviation International News informó que Washington planifica suministrar baterías de Terminal High Altitude Area Defense (THAAD) a los Emiratos Árabes Unidos, que se suman a nueve unidades de Patriot Advanced Capability-3 que han sido pedidas. El Pentágono ha desplegado hasta la fecha dos baterías activas de THAAD, ambas en EE.UU., de modo que el estacionamiento de los interceptores (77 misiles) en los EAU sería su primer despliegue en el extranjero.

El sitio noticioso suministra los siguientes detalles:

“Los EAU son el primer cliente de exportación que es aprobado para recibir el sistema. THAAD ha completado 12 pruebas exitosas en vuelo, nueve de los cuales involucraron choques con objetivos. La última prueba, FTT-12, fue realizada el 5 de octubre en el Campo de Ensayo de Misiles del Pacífico en

Barking Sands, Hawái. Dos interceptores fueron lanzados con éxito contra dos objetivos durante enfrentamientos casi simultáneos.”

“Existe mucho interés en sistemas actualizados Patriot y THAAD [en la región]. Kuwait y Qatar han mostrado interés en el segundo.”



“Mientras aguarda la finalización del contrato THAAD, Lockheed Martin espera el resultado de otra decisión de los EAU respecto a un sistema de control de defensa aérea”. [17]

Según Press TV antes este mes, el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad advirtió que el sistema de misiles de la OTAN, en particular el despliegue de una unidad de radar X-Band en Turquía, “pone en peligro los intereses del país y de toda la región”.

Este año ha presenciado la aparición de las monarquías del Golfo Pérsico agrupadas en el Consejo de Cooperación del Golfo como adjuntos militares de la OTAN, como una fuerza lista para el combate y probada dispuesta a colaborar con los proveedores occidentales de armas y sus aliados para intervenir y librar la guerra en Medio Oriente y el Norte de África.

Los Emiratos Árabes Unidos suministraron seis F-16 estadounidenses y seis aviones de guerra Mirage franceses para la Operación Protector Unificado de la OTAN y sus 26.000 misiones aéreas y casi 10.000 vuelos de combate sobre Libia. Qatar suministró seis cazas Mirage y dos transportes militares C-17. Las noticias de esos días señalaron que fue la primera vez que Estados del CCG se unen a una misión de combate de la OTAN. (Aunque los EAU tienen un contingente de tropas que sirve bajo la OTAN en la Fuerza Internacional de Ayuda a la Seguridad en Afganistán.)

En junio, Robert Gates, mientras todavía era secretario de defensa de EE.UU., elogió el papel de los EAU, Jordania y Marruecos en la guerra contra Libia –desde entonces, Jordania y Marruecos han solicitado ser miembros del CCG– declarando que “en Libia, la participación de Jordania, Marruecos, los EAU y otros en Medio Oriente ha sido inmensamente importante”.

El entonces jefe del Pentágono agregó este comentario significativo:

“No estoy seguro de que hubiéramos avanzado en la ONU, incluso iniciado esta empresa, si no hubiera sido por la votación en la Liga Árabe que entonces allanó el camino para las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”. [18]

Gates parangonó repetidas declaraciones de la secretaria de Estado Hillary Clinton durante la guerra citando la iniciativa de la Liga Árabe contra Libia el 22 de febrero cuando la organización –entonces dominada por el CCG mientras Túnez, Egipto y Libia estaban sumidos en la agitación y Siria se les sumó pronto– condenó y suspendió la calidad de miembro del país norteafricano, una acción recientemente repetida en el caso de Siria.

La participación del CCG en el bloqueo naval de la OTAN y la guerra aérea contra Libia fueron acompañadas por su primera intervención armada en un Estado miembro de la Liga, el despliegue de 1.500 soldados saudíes y de los emiratos en Bahréin a mediados de marzo en una operación llamada Escudo de la Península. [19]

Después de Libia, Bahréin y Afganistán, los miembros del CCG, separada y colectivamente, han estado preparados para un conflicto militar más cerca de casa, en el Golfo Pérsico.

En mayo, el ministro de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, anunció después de su reunión con su homólogo de los EAU que el Estado del Golfo se “convertirá en el primer país árabe que abra una embajada en la OTAN”, según Agence France-Presse.

El día siguiente Kuwait News Agency citó una declaración del Ministerio de Exteriores francés en apoyo de la iniciativa:

“Los Emiratos Árabes Unidos acaban de solicitar la acreditación de un embajador ante la OTAN.

“Apoyamos plenamente esa iniciativa.

“Es un nuevo paso en nuestras relaciones, que han presenciado una intensidad y calidad en la cooperación entre los EAU y la Alianza, notablemente en el marco de la Operación Protector Unificado en Libia”.

La respuesta iraní fue, según PressTV, que “Esta acción de los EAU prepara la escena para autorizar oficialmente la presencia de un visitante no invitado en la región”.

El mes precedente cinco barcos de guerra de la OTAN visitaron los EAU, Bahréin y Kuwait “bajo la Iniciativa de Cooperación de Estambul de 2004”, como lo describió un despacho de Agence France-Presse.

Comentando el antes mencionado artículo del New York Times sobre el Golfo Pérsico, un comentario de Voice of Russia declaró:

“Con la participación de Qatar y de los EAU en la última campaña dirigida por la OTAN contra Libia, esta nueva ‘arquitectura de seguridad’ probablemente será expandida para realizar un función similar en todo Medio Oriente.

“Mientras EE.UU. actúa para integrar los seis Estados del CCG en una alianza de seguridad que aumentaría la dominación de EE.UU. y de Arabia Saudí en la región, Irán podría ser la próxima víctima de una “intervención humanitaria’ dirigida por EE.UU.” [20]

Aparte de la escalada de la presencia militar de EE.UU. en la región, el presidente francés Nicolas Sarkozy inauguró en 2009 un complejo militar –con una base naval, base aérea, y campos de entrenamiento– en los EAU, la primera base permanente de su país en el Golfo Pérsico. Al hacerlo, París se sumó a EE.UU., Gran Bretaña, Canadá, Holanda, Australia y Nueva Zelanda en mantener una presencia militar en el país. (Canadá abandonó desde entonces Camp Mirage en los EAU.)

Los EAU reabrieron recientemente sus negociaciones con Francia por un satélite de vigilancia militar, que “también podrían ser vinculadas a las prolongadas negociaciones por la compra de 60 aviones caza multi-rol Rafale de Dassault Aviation, un negocio que podría valer hasta 10.000 millones de dólares”.

Según una información de United Press International de fines del mes pasado:

“El 24 de abril, los emiratos lanzaron en órbita su quinto satélite de comunicaciones, el primero para proveer telecomunicaciones seguras e independientes para sus fuerzas armadas en medio de un empuje de los Estados árabes en el Golfo por aumentar sus capacidades militares contra Irán.

“El satélite Y1A de los Emiratos fue lanzado desde el Centro Espacial Europeo en Kourou, Guayana Francesa, en un cohete Ariane 5.”

Otro informe de la misma agencia de un mes antes dijo que “Dassault Aviation espera capitalizar la participación de Francia con los EAU en la campaña aérea contra el régimen en desmoronamiento de Muamar Gadafi en Libia para promover la venta de 60 jets Rafale multi-rol al Estado del Golfo Pérsico.” El artículo menciona que “los militares de los emiratos dicen que quieren misiles capaces de alcanzar objetivos en lo profundo de Irán”, y presentó su descripción de las actuales capacidades aéreas de los EAU:

“Los EAU han reforzado los que es ampliamente visto como la fuerza aérea más formidable en el Golfo Pérsico. Tienen 184 aviones de combate, que incluyen 15 cazas de ataque a tierra, sobre todo 55 Lockheed F-16E Block. 60 Desert Eagles, 25 F-16F Block 60 Eagles, 18 Dassault Mirage 2000-9DADs franceses y 44 Mirage 2000-9RADs.”

El armamento a pasos agigantados del CCG por EE.UU., Francia y otras potencias de la OTAN es, aparte de suministrar una ventaja económica a países occidentales afectados por la crisis, transparente y exclusivamente dirigido contra Irán.

Las ventajas que obtienen EE.UU. e Israel al lograr que un agrupamiento regional de sus vecinos ataque Irán en lugar de hacerlo ellos mismos son suficientemente obvias como para justificar que entremos en detalles.

Washington utiliza a las monarquías árabes del Golfo Pérsico para que actúen como testaferros por sus propios intereses contra Irán como en el caso de Georgia contra Rusia [21] y las Filipinas frente a China. (El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen y el Consejo del Atlántico Norte acaban de volver de Georgia, la segunda visita semejante realizada por un jefe de la OTAN y los 28 embajadores del bloque. La primera fue el mes después que Georgia invadió Osetia del Sur en agosto de 2008, provocando una guerra de cinco días contra Rusia. A fines del mes pasado 2.000 marines estadounidenses y 1.000 filipinos participaron en ejercicios de combate cerca de las islas Spratly, que son disputadas por las Filipinas y China.

Incluso si los EAU, Arabia Saudí y sus socios del CCG no lanzan ataques no provocados contra instalaciones nucleares y militares iraníes, una provocación hecha, digamos, por los EAU alrededor de la isla rica en petróleo de Abu Musa en el Golfo Pérsico (al que funcionarios estadounidenses se refieren frecuentemente como Golfo Arábigo en una afronta y desafío directo hacia Irán), administrada por Irán pero reivindicada por los EAU, será un casus belli suficiente para el CCG y a través suyo para la Liga Árabe que controla. De ahí, como en el caso de Libia antes este año, EE.UU. y sus aliados de la OTAN romperán lanzas por cuenta de los Estados “amenazados” del ‘Golfo Arábigo’ y entrarán en liza contra Irán.

La Doctrina Obama, como la Doctrina Nixon de cuarenta años antes, destaca el papel de testaferros al hacer lo que EE.UU. prefiere no hacer, no hacerlo solo o ser visto haciéndolo solo. Justifica la agresión militar en nombre de decisiones tomadas por organizaciones a las que no pertenece, como la Liga Árabe y la Unión Africana respecto a Libia, y ajusta cuentas geopolíticas pendientes con rivales de actitud independiente bajo el disfraz de intervenir por cuenta de terceras partes agraviadas y damnificadas. Una lección que Rusia ya ha aprendido, que China está aprendiendo y que posiblemente Irán sea el próximo alumno que tenga que aprenderla.

Notas:

[1]. Winds of war start blowing toward Iran, Global Times, November 9, 2011

http://tinyurl.com/cfomtga

[2]. ‘Russia can prevent military operation against Iran’, RT, November 10, 2011

http://tinyurl.com/cpn5ja2

[3]. Tehran applies for full membership in SCO, Trend News Agency, November 11, 2011

[4]. Israel: Forging NATO Missile Shield, Rehearsing War With Iran, Stop NATO, November 5, 2009

http://tinyurl.com/yc8wd4e

[5]. Israel, US to hold massive missile defense drill next year, Jerusalem Post, July 26, 2011

http://tinyurl.com/4x7ctbq

[6]. Israel, U.S. to embark on largest joint exercise in allies' history, Ha'aretz, November 11, 2011

[7]. Israel: Global NATO’s 29th Member, Stop NATO January 17, 2010

http://tinyurl.com/6ze4vvx

[8]. NATO In Persian Gulf: From Third World War To Istanbul, Stop NATO, February 6, 2009

http://tinyurl.com/ykhckk8

[9]. U.S. Planning Troop Buildup in Gulf After Exit From Iraq, New York Times, October 29, 2011

http://tinyurl.com/3foz3bl

[10]. U.S. Plans Bomb Sales in Gulf to Counter Iran, Wall Street Journal, November 11, 2011

http://tinyurl.com/7enj3ka

[11]. US Air Forces get super-heavy bunker buster bombs, Itar-Tass, November 15, 2011

http://tinyurl.com/cfv4bf8

[12]. U.S. Plans Bomb Sales in Gulf to Counter Iran, Wall Street Journal, November 11, 2011

http://tinyurl.com/7enj3ka

[13]. Gulf State Gendarmes: West Backs Holy Alliance For Control Of Arab World And Persian Gulf, Stop NATO, May 25, 2011

http://tinyurl.com/72c4fj5

[14]. Profitable provocation, Voice of Russia, November 11, 2011

http://tinyurl.com/75n753e

[15]. U.S. Plans Bomb Sales in Gulf to Counter Iran, Wall Street Journal, November 11, 2011

http://tinyurl.com/7enj3ka

[16]. NATO and India to build joint missile defense system?, Voice of Russia, September 2, 2011

http://tinyurl.com/7rwmufr

NATO in India overtures, Voice of Russia, September 2, 2011

http://tinyurl.com/7rwmufr

India may agree to deploy NATO missile system, Pakistan Observer, September 6, 2011

http://tinyurl.com/43hcrrp

[17]. THAAD on Target for UAE, Aviation International News, November 13, 2011

http://tinyurl.com/74wu6f2

[18]. World Tribune, June 12, 2011

[19]. Bahrain: U.S. Backs Saudi Military Intervention, Conflict With Iran, Stop NATO, March 16, 2011

http://tinyurl.com/8528zk3

[20]. US envisions NATO of the Gulf, Voice of Russia, October 31, 2011

http://tinyurl.com/6vnk4yb

[21]. Washington To Rearm Georgia For New Conflicts, Stop NATO, January 14, 2011

http://tinyurl.com/7klpyh5

[22]. Obama Doctrine: Eternal War For Imperfect Mankind, Stop NATO, December 10, 2009

http://tinyurl.com/ydccqv2

……………

Rick Rozoff, activista por la paz y analista de asuntos internacionales durante cuarenta años, envió este artículo a Media Monitors Network (MMN) de Chicago, Illinois, EE.UU.

by courtesy & © 2011 Rick Rozoff

Fuente: http://americas.mediamonitors.net/content/view/full/91845

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En el Medio Oriente parece haber gato encerrado

David Urra Rebelión

¿Quién ira primero, Irán o Siria? Los acontecimientos se precipitan. La ofensiva del “Eje de la Guerra” parece no tener fin ni obstáculos y el estado de embriaguez guerrerista parece amenazar a todos los que no se plieguen a sus designios. Algunos tiemblan ante la avalancha de derrocamientos consecutivos, otros miran atónitos y los terceros se preparan para resistir. ¿Quién será el próximo?

Hay muchos en la lista de “oscuros rincones del mundo” que pueden ser desestabilizados, satanizados, bloqueados, desfalcados y bombardeados. Entre los que más se mencionan están Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela. Pero no son los únicos.

Esto da una idea de que los acontecimientos no son casuales sino consecuencia de un plan minuciosamente preparado en el que cada país es una pieza de un enorme juego de ajedrez. Observen que digo ajedrez, porque el conocido efecto dominó no tiene nada en común con lo que ocurre en el mundo actual.


Primero, que todo la llamada “caída” consecutiva no lo es tal ya que no todos los países están totalmente “preparados” para las acciones de cambio. Las piezas se mueven y el plan no es esquemático, se desarrolla de forma paralela y la estrategia va definiendo sobre la marcha que pieza comerse.

Analicemos, con los elementos disponibles, cual es la siguiente “pieza” a desaparecer del tablero.

Hay en este momento una verdadera campaña propagandística en contra de Irán. No es la primera, ni será la última, solo que ahora hay nuevos ingredientes. Por un lado, el traído por los pelos informe de la OIEA, que con un millón de ambigüedades, característico de la diplomacia moderna del “Eje de la Guerra” casi acusa a Irán de construir armas nucleares, porque es posible que tenga con que hacerlo.

Por otro lado está la bravuconada israelí de que bombardearía objetivos, todavía no muy definidos, en Irán, para “detener” el programa nuclear de este país.

Paralelamente se refuerza el poderío militar de los vecinos iraníes (Arabia Saudita, Qatar e Israel), con el señalado objetivo de atacar al estado Persa y destruir lo que con tanto esfuerzo y sacrificio ha creado el pueblo iraní.

Ya anteriormente se habían aprobado resoluciones en el “Consejo de Guerra” de la ONU y otras instancias regionales contra Irán, algunas de estas medidas dirigidas a socavar la capacidad de funcionamiento de la economía de este país, otras para disminuir su capacidad defensiva.

Por último, el movimiento de tropas de Iraq hacia Qatar apunta, según muchos especialistas, a pensar que es Irán el “elegido” para ser la próxima víctima en esta compleja y escalofriante partida de ajedrez político.

Pero, parece que siempre hay uno ¿son estos elementos concluyentes o determinantes para que sea Irán el próximo objetivo?

Ante todo debemos decir que un enfrentamiento contra Irán no será el paseo Libio, donde las inconsistencias de Ghaddafi “facilitaron” la campaña de la OTAN.

En aras de abreviar, listaremos los factores que explican esta aseveración:

Irán ni es Libia, ni es Afganistán, ni es Iraq. En la nación Persa hay ante todo una sociedad ordenada, que se ha preparado para estas circunstancias, dirigida por un Gobierno que de forma inteligente y eficaz ha convertido el país en un hueso duro de roer.


Los iraníes no se han sentado a alardear de sus Fuerzas Armadas y sus potentes armas compradas en otros países, han desarrollado su industria militar y cuentan con la tecnología necesaria que incluye a otras ramas de la economía y la industria. Se han preparado concienzudamente para esta situación y cuentan con un Sistema de Defensa organizado, bien estructurado, que incluye a combatientes que poseen una ideología definida.

En este país hay una conciencia entre la población de que la defensa de su nación es tarea de todos. Hay una unidad ideológica y religiosa.

No solo dependen de unas Fuerzas Armadas revolucionarias, sino de un Cuerpo de Milicias impresionante, equipados ambos con medios potentes y modernos y con una experiencia combativa adquirida en la no muy lejana guerra contra Iraq.

Su ubicación geográfica les permite ser una pieza clave en la geopolítica de la región y el mundo, por lo que un evento de guerra prolongada en este país tendrá implicaciones no solo regionales sino mundiales.

Desde el punto de vista militar-operativo hay varios factores importantes sin cuyo análisis no es posible valorar correctamente los pros y los contras de un enfrentamiento contra Irán.

Primero.- Su cercanía a Israel hace que, si bien es cierto que los medios aéreos y coheteriles de los sionistas pueden golpear ciertas regiones de la geografía iraní, también se puede decir que los centros militares y de poder en Israel están a la misma distancia para ser golpeados por los medios de defensa iraníes, con la diferencia de que Israel es muchísimo más pequeño y por ende será más fácil batir los blancos escogidos empleando menos recursos.

Segundo.- Las 300 armas nucleares en manos de Israel no es una ventaja, todo lo contrario. Para nadie es un secreto que estas armas no se tocan. Hay una percepción, incluso entre las grandes potencias, de que el empleo de estos medios está prohibido, no solo por los efectos dañinos que producirían, sino y también porque cambiaría la mentalidad de prohibición “no declarada” de su uso y “estimularía” o “justificaría” su uso por otros que la poseen. Pero, si por casualidad o intención cayera una bomba o cohete en algún lugar donde se encuentre una bomba o portador nuclear en suelo israelí, inclusive en una Central Eléctrica Nuclear, el efecto sería casi el mismo y no se podría acusar a Irán del empleo del arma nuclear.

Tercero.- La cercanía de Irán al estrecho de Ormuz y su capacidad para bloquearlo, prácticamente paralizaría la transportación de cerca del 80 % del crudo que consumen las potencias occidentales. Esto provocaría un desastre incalculable y los más afectados serán los miembros del “Eje de la Guerra”.

Cuarto.- El poderío israelí es limitado, su descalabro en el Líbano demostró sus carencias que en el caso de Irán se multiplicarían por 100. Sin EE.UU no hay posibilidad de éxito para Israel.

Quinto.- Irán si lo desea no está obligado a golpear los centros militares y estratégicos en Israel, con responder contra los cerca de 130,000 norteamericanos que están desplegados en Afganistán y los casi 70,000 que se encuentran en Iraq, obtendría un efecto similar o incluso mayor, por además más fácil. Las tropas norteamericanas en esto países están concentradas en grandes campamentos, fáciles de ubicar y no tienen la posibilidad de desconcentrarse producto de la situación operativa en los países donde se encuentran. Además es prácticamente imposible retirarlas en un corto plazo.

Sexto.- Este enfrentamiento afectaría invariablemente a todos los vecinos, incluyendo a China y Rusia. Los chinos dejarían de recibir buena parte del petróleo que necesitan y Rusia estaría en el borde de la candela. El costo político sería muy alto.

Haciendo un resumen y evaluando todos los elementos disponibles podríamos adelantar algunas consideraciones:

Israel no se lanzara a una aventura contra Irán sin el consentimiento, o mejor dicho, sin el apoyo político y militar de EE.UU, ya sea abierto o encubierto.
El costo de esta acción seria impagable para EE.UU. Se le vería reducido considerablemente su abastecimiento de petróleo y por otro lado sus tropas en Afganistán e Iraq estarían bajo el fuego iraní que ya debe de haber calculado esto y debe haber previsto una lluvia de cohetes y bombas contra estas unidades.
La comunidad Chiita en todo el Medio Oriente se exacerbaría y esto no les conviene ni a EE.UU ni a sus aliados monárquicos.
Es igualmente posible que Rusia y China aumenten su presión, lo que sería un elemento nuevo en la reciente ola de pillaje internacional de EE.UU, ya que mediante el chantaje y las zanahorias prometidas a estos dos países, habían logrado mantenerlos al margen, o por lo menos en un bajo perfil.
Es de destacar que según aumente la resistencia iraní y se haga más prolongado el enfrentamiento, otros países se decidirán a apoyar a la nación Persa. Imaginan que ocurriría si en tales circunstancias Venezuela, actualmente muy cercana a Irán, decide cerrar la llave del petróleo a EE.UU.
Todos se preguntaran a estas alturas ¿Para qué entonces toda esta ofensiva propagandística y este sonar de cuchillos?

Si seguimos la “lógica” norteamericana, parece haber gato encerrado. No es primera vez que amenazan aquí y atacan allí. Pienso, que el objetivo es Siria y que la ofensiva en los medios es una pantalla para “sorprendernos” con un golpe inesperado y fulminante.

En Siria, la Guerra Psicológico-Informativa está más avanzada. Ya el país ha sido demonizado, se lograron estructurar algunos grupos que pasaron de la “oposición” pasiva a la activa, se logró que la organización regional (Liga Árabe), la condenara y solicitara sanciones, se está logrando que Rusia y China pasen a una posición más “constructiva” (Rusia ya está recibiendo al “representante” de la oposición, lo cual de hecho la legitima y ambos han sido puestos en una posición incómoda ante la opinión pública, si apoyan a Siria están a favor de un régimen “cruel” y “tiránico”, sino, traicionan a un aliado). Por último Irán, su principal socio en el área, está bajo amenaza de muerte.

El problema es que Siria se paró bonito y su situación no es la que tenía Libia. Por esta razón EE.UU necesita dar un “aldabonazo” final y para que no sea tan “visible” se necesita que todo el mundo este “mirando para otro lado” y altamente preocupado por un mal mayor. Después, si se produce el golpe contra Siria, es posible que muchos respiren profundo y hasta se feliciten de que la sangre no llego al rio.

Muchos pensarán: Para EE.UU, el objetivo más importante es Irán.

Estamos totalmente de acuerdo, solo que la Guerra Psicológico-Informativa contra Irán no está madura, sobre todo porque los iraníes han desarrollado las contramedidas pertinentes, han fortalecido la unidad ideológica y social en el país, no basada en las prebendas económicas, sino en el patriotismo y la fe religiosa. No han hecho concesiones y han respondido inteligentemente a las sanciones aplicadas contra ellos, inclusive a las rusas que suspendieron las entregas de los Sistemas de Defensa Antiaérea S-300 bajo las presiones de EE.UU, creando el armamento y medios autóctonos que les permiten responder a cualquier agresión.

De hecho EE.UU cree matar “dos pájaros de un tiro”. Por un lado eliminaría una pieza importante del ajedrez en el Medio Oriente –Siria- y por otro reforzaría las sanciones contra Irán con el objetivo de desgastar a los iraníes y por esta vía “madurar” las condiciones para una acción posterior.

No pretendemos ser concluyentes, los hechos se desarrollan vertiginosamente y prever el desenlace se hace difícil. Solo una cosa nos queda absolutamente clara, si los pueblos sirios e iraní se lo proponen, no abra ninguna conspiración diabólica que los haga retroceder. La “Potencia” no está en las armas, sino en las ideas y convicciones.

Siria debe estar consciente de que la única forma que tiene de parar la ofensiva imperial es siendo convincente. No le puede temblar la mano en su lucha contra las bandas armadas organizadas y pertrechadas desde el exterior. Si tiembla igual que Libia perecerá. EE.UU va a atacar de cualquier forma. El papel de Rusia y China es también decisivo, si son resueltos y le enseñan el puño a EE.UU, estos no se lanzan.

David Urra es Analista Militar


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De nuevo el eje París-Berlín-Moscú

Immanuel Wallerstein La Jornada

Siempre me sorprende que los políticos y los medios de comunicación del mundo gasten casi toda su energía en debatir perspectivas geopolíticas que no van a ocurrir, mientras ignoran los procesos importantes que están ocurriendo.

Aquí hay una lista de los más importantes no-eventos venideros que hemos estado debatiendo y analizando: Israel no va a bombardear Irán; el euro no va a desaparecer; las potencias extranjeras no se van a involucrar en acciones militares en Siria; el repunte de disturbios populares por todo el mundo no se va a desvanecer.

Entretanto, con una mínima cobertura en los medios y en Internet, se inauguró el gasoducto Nord Stream en Lubmin, en la costa del Báltico alemán, el 8 de noviembre, con la presencia del presidente Medvedev de Rusia y los primeros ministros de Alemania, Francia y Holanda, además del director de Gazprom (la exportadora de gas rusa) y el Comisionado de Energía de la Unión Europea. Esto sí es algo que cambia el juego geopolítico, a diferencia de los no-eventos ampliamente discutidos que no van a ocurrir.

¿Qué es el gasoducto Nord Stream? De manera muy simple, es un gasoducto que fue instalado en el mar Báltico, de Vyborg, cerca de San Petersburgo, en Rusia, a Lubmin, cerca de la frontera polaca en Alemania, sin pasar por ningún otro país. De Alemania puede seguir a Francia, Holanda, Dinamarca, Gran Bretaña y a otros ansiosos compradores de gas ruso.

Nord Stream es un arreglo entre empresas privadas con la bendición de los gobiernos respectivos. Gazprom de Rusia es propietaria del 51% y dos empresas alemanas tienen el 31%. Una compañía francesa y una holandesa tienen cada una el 9%. Las inversiones proporcionales (y las ganancias potenciales) son todas privadas.

El elemento clave de este arreglo es que el gasoducto no pasa por Polonia ni por ningún Estado del Báltico ni por Bielorrusia o Ucrania. Así todos estos países no sólo pierden cualesquiera que fueran las cuotas de tránsito que pudieran cobrar, sino que tampoco pueden utilizar su localización intermedia para retenerle el abastecimiento de gas a Europa occidental mientras negocian tratos con Rusia.

La agencia de prensa alemana Deutsche Welle encabezó su reportaje Nord Stream: un proyecto comercial con visión política. Le Monde le puso por título "Gazprom se afirma como un actor global de la energía". Joseph Auer, experto en energía del Deutsche Bank Research, en Frankfurt am Main, opinó: "Es un proyecto político y también un proyecto comercial, y hace sentido tanto a nivel económico como político".

Mientras tanto, los rusos le dijeron a los chinos que no les venderán gas al 30% menos que los precios europeos, que no ven la necesidad de que Rusia subsidie la economía china. Y han dejado claro a Turkmenistán, que cuenta con enormes recursos de gas natural, que no les gustará que exporten gas por otra vía que no sea la de Rusia. El lanzamiento de Nord Stream llega a pocos días de que el nuevo presidente de Kirguistán anuncie que espera cerrar la base militar aérea estadunidense en Manas cuando finalice el periodo de arrendamiento, en 2014. Esta base ha sido crucial en los vínculos de abasto estadunidense a Afganistán. Está claro que Rusia fortalece su posición en las antiguas repúblicas de la Unión Soviética de Asia central.

Tanto la Europa centr-oriental como Estados Unidos están descubriendo que no es viable la maniobra de evitar la creación de un eje París-Berlín-Moscú. Los mecanismos centrales de la Unión Europea se inclinan ante esta realidad, como lo hacen muchos de los países de la Europa centro-oriental. Lo más difícil es para Ucrania, que se desgarra por estos desarrollos. ¿Y Estados Unidos? ¿Qué puede, de hecho, hacer al respecto?

Traducción: Ramón Vera Herrera

© Immanuel Wallerstein

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/11/27/opinion/022a1mun

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