Ecuador: La Juventud Universitaria y la Cultura
Fuente: FEUE Nacional
Documento de Debate para el 43º. Congreso de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador
La Cultura comprende un conjunto de bienes materiales y espirituales creados por la humanidad en el proceso de su práctica histórico social del trabajo, a partir del momento en que la sociedad es dividida en clases sociales. Desde la aparición de la propiedad privada, la cultura adquiere un sello de clase y se desarrolla de acuerdo a los intereses de cada una y en donde la cultura dominante es la cultura de la clase que ejerce el poder reproduciendo así símbolos, comportamientos y tendencias enajenantes, a través de elementos puramente mercantilistas.
La Cultura es el área más vital y decisiva para los procesos de integración, solidaridad, unidad y libertad de los pueblos, los valores culturales que subyacen en el Ecuador deben profundizarse y encarnarse en todas las conciencias y en el sentimiento de vida de todo el país; para poder contrarrestar así, la intensa arremetida de la cultura dominante de la burguesía que promueve y difunde el individualismo, el cosmopolitismo, como prototipo de vida sustentado por el postmodernismo y que ha provocado una agresión y dependencia cultural de gran magnitud, pretendiendo así destruir nuestras raíces ancestrales, autóctonas y específicas que tenemos como pueblos, como nación, etnias y nacionalidades.
Vivimos en un escenario de confrontación, tanto en el campo de la vida material, de los intereses y de las ideas de las diferentes clases, en donde se expresan las propuestas de cambio, de desarrollo, de progreso, frente a las posiciones de atraso, postergación y en esta pugna se enfrentan también la cultura y el modo de vida de nuestros pueblos contra la “civilización” que propugna el capitalismo; es decir, la lucha cultural-ideológica, la lucha de ideas está presente en la sociedad y en la vida de los seres humanos.
Se puede decir que hoy, se impone una cultura autoritaria, hegemonista, frente a una cultura democrática. La clase dominante elabora un modelo ideológico dependiente, legitimador y conservador de su posición de privilegios, de opresión y dominación e intenta justificarlo al conjunto social mediante el sistema educativo en todos sus niveles y la universidad no es la excepción, siendo la juventud en especial, uno de los sectores más afectados por la enajenación cultural.
Siendo la Universidad un producto histórico de la sociedad, no está aislada del desarrollo cultural y por su amplia composición juvenil es precisamente una de las instituciones en donde el imperialismo y la burguesía invierte el máximo de recursos materiales, académicos, científicos y tecnológicos, a través de distintos programas y proyectos de “modernización”, que forman parte de una estrategia globalizadora y neoliberal que apuntan a erosionar las bases mismas de la identidad cultural de los pueblo.
En especial, se trata de abordar la conciencia, las costumbres y el modo de pensar de la juventud, para reemplazarla por los llamados “modelos culturales” que hagan de los jóvenes seres pasivos, conformistas, consumistas, indiferentes, incapaces de reclamar por las injusticias, de exigir derechos y participación en las decisiones que toma la sociedad y de esta forma se busca someterlos a las ambiciones de poder, de mayor dominio, de mayor explotación y opresión de la burguesía, razón en las que se sustenta la naturaleza del capitalismo.
Es así como se han implementado rasgos culturales ajenos a nuestra identidad cultural como pueblos; se establecen celebraciones como el “hallowen”, una fiesta sin ningún sentido para la juventud ecuatoriana o latinoamericana; ritmos musicales como el “raegueton” con letras sin ningún contenido social, que inducen el “sexismo” y que más bien buscan trastornar las mentes de la juventud llamándolos a la despreocupación y la desorganización de la vida; se induce mediante la publicidad gigantesca de los grandes medios de difusión burgueses e imperialistas, la moda, “in”, lo “fashion”, que promueve el consumismo; se aconseja por todas las formas como “estar al día” en la adquisición de las “bondades del sistema”, procurando alejar a la gente de los problemas de la sociedad y lo más grave, se producen estereotipos y arquetipos, que hacen que la juventud aspire a convertirse en aquellas figuras que tanto anhelan como los famosos “súper héroes” de la TV o las espigadas modelos de las revistas que propician con sus modos de vida enfermedades mortales como la anorexia y la bulimia que se han extendido por el mundo entero, afectando sensiblemente a la juventud.
La alienación cultural que sufren los pueblos del Ecuador se ha ido desarrollando en distintas etapas siendo las más significativas: la Invasión Incásica en el siglo XV, posteriormente la Conquista Española en el Siglo XVI, siendo la más intensa y agresiva la desatada con la Globalización al iniciar el nuevo milenio y es importante también afirmar que han sido los pueblos campesinos e indígenas y por ende la juventud campesino - indígena la más afectada. Ellos han debido resistir con intensa lucha, las agresiones culturales para preservar su cultura y pese a toda esta lucha existen expresiones como cambios radicales en su vestimenta, idioma, costumbres, tradiciones y comportamientos.
Es necesario comprender que la juventud tiene particularidades y características distintas a la de los demás sectores populares, sus experiencias sociales se expresan colectivamente mediante la construcción de estilos de vida distintos; cuyos rasgos se pueden identificar en el redescubrimiento de su propia identidad, su gran sentido de libertad, el rechazo absoluto al sistema social de corrupción, injusticia, desempleo; la necesidad de mayores oportunidades y espacios para su desarrollo, menos prejuicios sociales, económicos y culturales, ubican la necesidad de vivir en igualdad y equidad; son rasgos que identifican a la juventud y los convierte en la gran esperanza para la unidad, para la lucha, para defender con dignidad y coraje nuestra cultura, la cultura popular, la cultura de los pueblos oprimidos y explotados.
Es así entonces que la FEUE, al ser el referente de la juventud estudiantil universitaria, ha luchado por los postulados estudiantiles democráticos, progresistas y de izquierda, fortaleciendo la unidad del movimiento estudiantil, ha levantado los principios de solidaridad, libertad y ha peleado incansablemente por la defensa de nuestra identidad cultural, es necesario que hoy nos comprometamos en trabajar por la unificación de todas las experiencias en cuanto al desarrollo de las distintas expresiones culturales y artísticas: danza, teatro, música, pintura, artesanía, canto, poesía; entre otros, impulsadas por las distintas filiales que permita planificar acciones para trabajar por la consolidación de un arte solidario y popular que esté al servicio de los más caros intereses de los pueblos para lograr la liberación social y nacional.
Recordemos entonces que el desarrollo del trabajo cultural y de las artes, debe convertirse en un puntal para la difusión de las ideas democráticas, progresistas, de izquierda y revolucionarias, que permita fortalecer el proceso de concientización hacia la juventud universitaria y hacia los pueblos del Ecuador, debemos hacer esfuerzos por lograr que este trabajo sea considerado como una política de primer orden en los planes de trabajo de cada filial y a nivel nacional.
Además es importante apuntalar nuestra acción cultural a la unidad profunda entre la docencia, la investigación y la extensión; que permita ampliar nuestro radio de acción y nuestra práctica social a la vinculación de la universidad con lo sociedad, con el cantón, con la parroquia, con el barrio, con la comunidad, con el recinto, con las instituciones y diversos sectores para robustecer la unidad de los pueblos que busque alternativas para enfrentar la dominación cultural.
Debemos trabajar en unidad con los Departamentos de Cultura de las Universidades para organizar festivales artísticos, caravanas culturales, talleres de cultura interdisciplinarios a nivel nacional, regional, provincial o local para lograr la incorporación de aquellos jóvenes con talento, iniciativa, predisposición y ansiosos de sumarse al reto histórico de la transformación social.
Los estudiantes universitarios conjuntamente con nuestra organización la FEUE, tenemos el deber y la obligación de recuperar, rescatar y preservar nuestra identidad cultural para avanzar en la lucha contra el proceso de dominación cultural y opresión de nuestros pueblos; no podemos hoy renunciar ni eludir el llamado a la unidad, a la organización, a la lucha y al combate decidido para romper con los estereotipos impuestos por un sistema injusto y decadente y juntos alcanzar el objetivo de conquistar una Patria nueva, justa y solidaria a través de nuestra emancipación cultural.
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