Para jóvenes inconformistas: El asalto a la conciencia
Patrocinio Navarro | Para kaos en la Red
No es esta lectura recomendada para los captados que acuden a recibir la bendición de los papas de Roma o de los otros papas seglares que habitan en parlamentos o sobresalen en las páginas de los medios de comunicación, en las cátedras de las universidades o se someten a cualquier jerarquía de las que se pasan la vida pontificando sobre cultura, economía, filosofía, arte, educación, política, y todo eso que -dicen-constituye los fundamentos del orden de la Sociedad con mayúsculas.
La Sociedad con mayúsculas, sin embargo, carece de los pilares que sustentan a una auténtica civilización y se derrumba a ojos vista, día a día. Cada acontecimiento social es a diario la expresión de su decadencia, y no hay más que ver lo que sucede ante nosotros y en el mundo para comprobar dos importantes hechos: el derrumbe cotidiano de los valores que permiten existir a las civilizaciones y la manipulación diaria de la mente colectiva. Por no hablar de los pilares ecológicos que sustentan las posibilidades de vivir en este Planeta, y que vemos desmoronarse con el cambio climático.
La conciencia está siendo adormecida desde muchos frentes que no por casualidad coinciden en la base de sus planteamientos: la defensa del propio interés en contra del interés común.
No es exagerado decir que existe una programación psicológica, una pedagogía popular-mediática tendente al dominio de la mente, y, a la vez, a inculcar en los espectadores de la sociedad global-espectáculo los esquemas de valores y conductas que deben aprender necesariamente para que el Sistema funcione. Por tanto, estamos hablando de un asalto programado al último reducto que queda por conquistar en este Planeta literalmente tomado por el neoliberalismo neocolonial y militarista: la conciencia.Estamos asistiendo a un asalto programado a la conciencia colectiva para que los pensamientos, las emociones, las sensaciones, y las conductas de cada individuo sean las que deben ser. Políticamente correctas se llaman esas opciones con todo cinismo. Se trata desometerse a los parámetros previamente diseñados por los poderes que dirigen el mundo a diferentes niveles para perpetuar su dominio y seguir manejando egoístamente los recursos de que dispone este Planeta, y la energía física, mental y emocional de sus habitantes. Me refiero explícitamente al poder de las iglesias, de los políticos, financieros, industriales, y sus cortejos de amas de llaves y policías de pensamiento en el terreno cultural, pedagógico, mediático y espiritualmente alienante. Tribus de expertos, capataces, mediadores y villanos de este género se afanan día a día en impedir que sus amos sufran sobresaltos provenientes de los sumisos vasallos, ciudadanos, estudiantes, feligreses, pacientes, (según el papel que cada uno desempeñe en un momento dado).La filosofía general de este enorme engranaje es impedir que la gente se cuestione lo que no debe ser cuestionado, bajo el lema ”de eso no se habla”.
En estas páginas se cuestionan muchas de esas cosas que la mayoría de las personas, por desgracia, dan por contestadas y sentadas a causa de la mucha programación externa con que son condicionadas sus mentes a diario y desde niños, y a su diversa y generalmente escasa capacidad de preguntarse y cuestionarse lo fundamental tanta gente.
¿Quién es uno mismo, ese inquietante desconocido que habita en el sótano de la consciencia(el subconsciente) y del que no queremos saber nada, sino constatar de vez en cuando, con un profundo sentimiento de incomodidad, que es precisamente desde ese sótano del subconsciente desde donde se dirige nuestra vida, aflorando en las circunstancias más inesperadas? ¿Por qué quienes creemos ser no es a menudo quienes somos, y por qué la imagen que nos hemos formado de nosotros mismos para podernos soportar o facilitar ser admitidos por quienes nos rodean no es más que una máscara a la que nos aferramos? Una máscara inducida,impuesta, y finalmente consentida como expresión de nuestro conformismo.
La mayoría, esa mayoría silenciosa con su “silencio de los corderos”, la forman quienes no se atreven a indagar respuestas; quienes a su mucha comodidad y a su oscuro miedo a enfrentarse a su máscara en la vida real, unen sus miedos concretos y cotidianos a enfrentarse con el mundo esterior por diversas razones. Una de ellas, tal vez la más importante, es que no han encontrado aún las pistas suficientes como para revolucionar su vida abriendo la caja de Pandora que envuelve y que cubre la falsa personalidad hecha de costumbres, tradiciones, aprendizajes incluso no deseados y no contrastados, prejuicios y otras barreras mentales y espirituales.
Todo lo natural necesita su tiempo de maduración, pero si pasado ese tiempo, se deja estar, acaba por pudrirse. Entonces se convierte en un problema. Y esta sociedad se ha convertido en un problema de dimensiones planetarias por no enfrentarse a sus máscaras; en una enfermedad con múltiples síntomas que se extiende como una mancha sucia por todo el globo terráqueo.
Pero si uno se encuentra en esos momentos en que necesita una revolución de su vida debe empezar por saber que la revolución de la propia vida comienza por la revolución de la conciencia, y no hay otra posible. Para ello se necesitan conocimientos, experiencias y herramientas de trabajo. Y sobre todo método, perseverancia y huída de los fanatismos. Estas afirmaciones tirarán por tierra muchos de los clichés incrustados en la mente por una educación estúpida escolástica, cobarde, mentalmente degenerada y eclesiástica.
La verdad tiene múltiples rostros: es poliédrica y una, pues en lo uno está contenido el todo, y viceversa. Este enfo que multidisciplinar del mundo puede despertar la conciencia de esa Realidad-Una en la que vivimos inmersos física, mental y espiritualmente, enfundados en diversos roles o papeles en la maraña de una sociedad perversa como nunca, agresiva mentalmente como nunca , pero creada por nuestra mente y nuestra alma. Por tanto, susceptible de ser cambiada también por nosotros, por nuestra mente y nuestra alma.
Emprender la búsqueda de una Realidad Superior desde la conciencia personal y de su relación con la Verdad con mayúsculas es el paso necesario e imprescindible hacia un cambio cualitativo individual, y por tanto, un paso decisivo en el proceso de renovación de la especie humana que conduzca desde la plataforma de lo demasiado humano individualista y egocéntrico, amoral, materialista e indiferente a lo espiritual . Se trata de dar el paso de salir de la sabida tiranía del ego inferior coronado por el intelecto, que reina como monarca casi absoluto, y avanzar hacia una fase superior de existencia personal donde tengan cabida sensaciones, sentimientos, palabras y actos de naturaleza superior a la ordinaria del llamado hombre común, que es el hombre alienado, disminuido, neutralizado y manejable por cualquier tipo de poder.
Una vez destronado el ego inferior como monarca absoluto se dan las condiciones para el siguiente paso evolutivo de la humanidad: el triunfo de valores de civilización tales como la libertad, la igualdad, la justicia, la fraternidad, la unidad. Todos esos valores, en fin,que tanto se proclaman y tan poco se cumplen precisamente por no haber dado los pasos previos para liberarnos de nuestras personales ataduras educacionales, culturales, egoístas, etc. que comienzan por la revisión de la calidad moral de lo que pensamos, sentimos y hacemos.
Por supuesto, ese trabajo de reconversión interior por el cual el subconsciente aflora pooco a poco y nos revela a nosotros moismos, da sentido y consistencia a la vida en este mundo y más allá de él, pero ¿cómo acceder a convertirlo en objetivo de vida personal? Algunos dirán que el desengaño es un gran detonador. Los desengañados son candidatos natos a la reconversión interior y a la revolución de la conciencia.
Algunos dirán que muchos defienden con verdad estos valores en tribunas públicas, iglesias, parlamentos, códigos legales, etc Y dirán que este conocimiento es suficiente. Pero no hablan sino de lo demasiado humano, del ego, de la primacía de sí mismos frente a otros como ellos. Hablan de la legalidad, del Derecho, del ego personal que se define frente al ego de otros. Hablan del juego de las máscaras. No hablan del modo de ir construyendo una sociedad de iguales,donde la cooperación sustituya al enfrentamiento, la convergencia a la divergencia, la integración a la desintegración, la justicia a la injusticia. No hablan de un mundo donde las leyes espirituales tengan cabida en las leyes de los hombres; donde los Estados no jueguen a ser Dios ni las iglesias difundan la falsa imagen de un dios a su medida: indiferente, violento, castigador, partidista y amigo de los ricos y poderosos, mostrando así las cualidades del único rey que todos ellos (clérigos, ricos, poderosos) reconocen y adoran y al que rinden pleitesía, cultos y ceremonias: el rey Ego, el contrario a Dios, que es la vida y la libertad suprema.
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