Congreso Nacional de Educación

Han concluido las etapas regionales del congreso de la educación, el cual en un hecho histórico, logró reunir en un espacio de discusión a profesores, académicos universitarios, asistentes de la educación, padres y apoderados, funcionarios del MINEDUC y estudiantes universitarios y secundarios.

Este evento posee una importancia en lo político que la podemos leer en tres dimensiones:

1. Es un congreso que nos permite definir los horizontes estratégicos sobre los cuales deberá avanzar el movimiento de la educación, en un momento de elecciones presidenciales y parlamentarias (donde los candidatos deben hacerse cargo de nuestras definiciones), donde el debate de la educación pública es un tema central a partir de la discusión de la LGE ya aprobada por la derecha y la concertación;


2. La profundidad del debate alcanzado, el cual por cierto, debe ir más allá de lo que hoy nos permite la constitución y la recién promulgada LGE. Debemos entender que este debate del congreso de la educación debe ser entendido como el primer paso para el cambio constitucional, el primer paso para una asamblea constituyente; y

3. La convergencia multisectorial lograda es inédita en Chile, lo cual nos deja el compromiso histórico de fortalecer la alianza del mundo de la educación en la idean en la perspectiva de darle sustento y continuidad a las resoluciones emanadas del Congreso de la Educación. Debemos comprender que ni el gobierno ni el parlamento tomarán como propias dichas resoluciones si este movimiento de la educación no se hace cargo de ellas, por lo cual debemos construir un movimiento amplio por la defensa de la educación pública.

El congreso debe fortalecerse como espacio de construcción permanente de políticas educativas, razón por la cual rechazamos a todos aquellos que hoy intentan desestabilizar el espacio de convergencia y construcción. Los actores relevantes y representantes reales del mundo de la educación se encuentran presentes en este espacio, y ello no implica que no puedan sumarse más y nuevos actores, sino que al contrario, debemos hacer denodados esfuerzos por construir un solo referente de la educación que sea capaz de apuntar sus dardos al unísono contra las políticas neoliberales impulsadas por el gobierno y la derecha.

Hoy no podemos darnos el lujo de reproducir nuestras diferencias, lo cual solo conllevará al triunfo de las políticas neoliberales en educación. No podemos creer mesianicamente que la respuesta la tiene tal o cual organización, a la vez que la despolitización de los debates sólo harán triunfar el pensamiento gremial y no al movimiento social en su conjunto. Nuestro deber es fortalecer las organizaciones sociales representativas del mundo de la educación y entregar nuestras propuestas para hacer de Chile un país más justo y democrático.

¡Si la lucha se dispersa no habrá victoria en popular en el combate!

http://www.educacionenmovimiento.cl