Jóvenes de ayer y de hoy celebran cumpleaños 39 de la FEEM
Margarita Barrios Juventud Rebelde
Entonces no éramos como los muchachos de ahora. En el año 1970 los que cursábamos la Enseñanza Media teníamos otras motivaciones y anhelos. Claro que son otros tiempos y el mundo también es diferente. Sin embargo, no todo es diferente: hay intereses comunes a los de entonces, anhelos y responsabilidades que no cesan.
La historia reserva a cada generación una página que deberá escribir con sacrificio, y aunque aquellos que estuvimos en el nacimiento de la FEEM no pudimos participar en Girón o la Campaña de Alfabetización, como nuestros padres, tuvimos también nuestras misiones.
En aquellos años, los 70, cambiábamos muy rápido el uniforme escolar por la ropa de trabajo voluntario, y una buena parte de las zafras azucarera y tabacalera eran responsabilidad para nuestras manos.
Las canciones de Silvio y Pablo nos acompañaban en las noches de descanso luego de las interminables jornadas agrícolas. Como no había grabadoras, ni DVD, ni iphone, el radio, y el programa Nocturno, era la mejor opción. Las ruedas de casino, con la recién nacida orquesta Los Van Van, estaban también entre los entretenimientos preferidos.
Pero lo importante era cumplir con las metas de producción, a veces demasiado altas para nuestra experiencia. La emulación entre las escuelas se mantenía siempre encendida y si llegaba la noche sin terminar la cifra propuesta se organizaba una Brigada roja y no se dormía hasta terminar la labor.
Claro está que entre las preocupaciones principales también estaba el estudio. Obtener buenos resultados docentes era pasaporte seguro para la carrera ansiada. Y había tiempo para estar a la moda —la minifalda, los pantalones campana y las melenas— que no pocas veces fueron motivo de conflicto.
En ese entorno surge la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), la cual reunía a los alumnos de las secundarias básicas, los preuniversitarios y los politécnicos. La FEU, hermana mayor, junto a la UJC, daba algunas líneas, pero nuestra organización tenía sus propias características.
Hasta entonces las Brigadas Estudiantiles José Antonio Echeverría (BEJAE) nos habían permitido los primeros pasos, pero no fue solo un cambio de nombre. La FEEM nace con el objetivo de representar los intereses e inquietudes del estudiantado, y también exigir deberes y derechos.
En 1977, durante el III Congreso de la UJC se extiende la Organización de Pioneros José Martí hasta el noveno grado, y la organización se consolida en la Enseñanza Media Superior, y en ese mismo año ingresa en la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), como miembros plenos.
Hoy, que cumple 39 años, no hay espacio para el cansancio. Su vitalidad se multiplica en el tiempo y la experiencia. De entre ellos surgirán los futuros médicos, maestros, científicos, artistas. En fin, de su dedicación al estudio y su compromiso con el país y su historia depende en buena medida alcanzar el desarrollo económico y social al cual aspiramos.
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