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miércoles, 26 de agosto de 2009

Entrevista a Edwin Pérez Secretario General de la Juventud Comunista del Ecuador

Por:Dimitri Cevallos / Librered.net
Queríamos comenzar preguntándole (para ubicar a la gente) ¿Qué es el comunismo?

Bueno, el comunismo para nosotros es la doctrina que tiene como objetivo la liberación del proletariado, esto a través de la colectivización de los medios de producción, de la distribución de los bienes de consumo según las necesidades de cada uno y de la supresión de las clases sociales. Partiendo para nosotros del criterio de que en el sistema capitalista el sujeto histórico llamado a la transformación de la sociedad, por el lugar que ocupa dentro de la producción, es el trabajador.

¿Que tipo de sociedad es la que plantean los comunistas ecuatorianos en el marco de la realidad social actual?
Partiendo de las dos grandes contradicciones que se dan en nuestro país, primero nuestra dependencia al imperialismo sobre todo norteamericano y segundo la detentación del poder por parte de los grupos oligárquicos aliados del imperialismo, nosotros desde la Juventud Comunista del Ecuador, planteamos una sociedad donde estas dos grandes contradicciones hayan sido eliminadas, donde se haya roto con la dependencia hacia el imperialismo y con la explotación de los trabajadores del campo y la ciudad, cambiando el concepto de propiedad privada de los medios de producción a propiedad social, cambiando el modo de producción y liberando a la patria del yugo imperialista. En esta sociedad el Estado oligárquico y pro-imperialista será reemplazado por un Estado de trabajadores y campesinos. Es decir planteamos una sociedad socialista que se asiente en los principios doctrinarios del socialismo científico aplicado a nuestras condiciones, por lo tanto que recoja nuestras tradiciones e identidades de lucha. Estas son para nosotros las características de la sociedad que planteamos.

Ahora, tú me dirás que con el gobierno de Rafael Correa el poder ya no está en manos de los grupos oligárquicos pro-imperialistas, nosotros sostenemos que el poder va más allá de quien esté al frente de la función ejecutiva, legislativa y judicial, de quien esté al frente de las fuerzas armadas, el poder de los grupos oligárquicos para nosotros sigue intacto, ha sido golpeado indudablemente pero sigue intacto.


¿En que se basan los comunistas para pensar que lo que plantean no es una utopía?

Mira, nosotros sostenemos que el único sistema alternativo al capitalismo científicamente sustentado es el socialismo, no hay otro, por más que se busquen experimentos que a ratos parecen novedosos, atractivos y muy originales. Entonces vemos que no es una utopía, tiene una base científica que debe ser reivindicada.
Acá luego de la caída de una parte del campo socialista en la Unión Soviética y Europa Oriental, cuando nos decían que luchábamos por una utopía, nosotros les contestábamos como Serrat “las utopías solo están de vacaciones”.

En Latinoamérica se está hablando mucho del Socialismo del siglo 21, incluso Dieterich que es el mayor teórico de esta ideología toma elementos y reivindicaciones de los comunistas para esta tesis. ¿Cuál cree usted que son las principales diferencias y puntos de unión entre el comunismo y el socialismo del siglo 21?

Nosotros en el Partido y la Juventud Comunista del Ecuador, no compartimos este concepto de “Socialismo del siglo XXI” como tal, porque incluso gramaticalmente significa desconocer los orígenes doctrinarios del socialismo en el siglo XIX, y sus aportes y experiencias en el siglo XX. Es como decir que el socialismo como doctrina recién surge en el siglo XXI. No compartimos el no reconocimiento a la lucha de clases como motor de la historia, ni el derecho de los pueblos del mundo a utilizar diversas formas de lucha en aras de su liberación, incluso la no pacífica. Para nosotros este concepto del socialismo del siglo XXI es como volver a los inicios del socialismo utópico del siglo XIX, por lo tanto no lo vemos como un avance sino como un retroceso doctrinario.

Efectivamente en América Latina hoy se habla mucho del Socialismo del siglo XXI, Rafael Correa es una de sus más fervientes adherentes y el sostiene mucho de los puntos de vista de este socialismo, pero los hechos creo que están demostrando la fragilidad de este concepto. En el caso de Ecuador, Correa es uno de los actores principales de la lucha de clases, es por eso que lo atacan desde afuera y desde adentro las clases dominantes, no hay nada más obvio que eso.

Existen personas en la actualidad piensan que “el comunismo es la masificación de la pobreza” y que el sistema actual “es el mejor de los malos” ¿Qué nos podría decir de estas afirmaciones?

Ese es un criterio de quienes ven con normalidad la pobreza, la desnutrición de nuestros niños, que estos mueran de enfermedades curables, la explotación a los trabajadores, el menoscabo de sus derechos, las nulas garantías sociales a nuestros adultos mayores, el no acceso a la educación, a la seguridad social, la mendicidad, el considerar lujo a los servicios básicos como agua potable, energía eléctrica, telefonía convencional, etc.

Es el no comprender, o no quererlo hacer, que estas no son “asimetrías sociales”, como ahora les ha dado en llamarlas, sino que son consecuencias directas del capitalismo como sistema. El comunismo lo que plantea es un sistema de bienestar para todos y todas, la revolución es para vivir mejor, no para vivir peor de lo que ya nos encontramos. La masificación de la pobreza es obra del capitalismo no del socialismo, a las pruebas nos remitimos.

Las organizaciones comunistas en Ecuador siempre han sido perseguidas por los cuerpos de represión del Estado, muchos militantes han sido victimas de seguimientos, prisiones injustificadas, agresiones y atentados. ¿Con la llegada del gobierno de Rafael Correa esta situación ha cambiado?

Bueno la tradición ecuatoriana en este campo es diferente a lo de otros países de la región como Colombia, Perú o los del cono sur. Si bien nosotros hemos tenido dictaduras y gobiernos civiles represivos que han violado los derechos humanos (el caso más concreto es el de León Febres-Cordero), no se han alcanzado los niveles de otros países. Este no quiere decir que no haya habido seguimiento, amedrentamiento y represión contra el pueblo y sus organizaciones, entre ellas nosotros los comunistas. Acciones que fundamentalmente han venido es de la Policía Nacional más que de las Fuerzas Armadas.

En los últimos tiempos ha habido un afán en involucrarnos a nosotros en el PCE y la JCE, con la insurgencia colombiana. Notas en los medios, supuestos informes de inteligencia que “aparecen”, libros donde nos mencionan como auxiliadores de la guerrilla, fotografías tomadas a nuestros locales, amenazas vías correos electrónicos, etc., son ejemplos de estos intentos.

Para nosotros las Fuerzas Armadas ecuatorianas tienen un origen y un componente diferente al de otras fuerzas armadas de la región, a lo largo de la historia nacional más de una vez han dado muestra de ello. Es significativo que la figura emblemática de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, sea quien fuera Presidente de la República, el General de montoneras Eloy Alfaro, es decir un soldado irregular, un guerrillero de la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX.

Con Rafael Correa se ha iniciado una reorientación de la política de seguridad interna en nuestro país, luego del bombardeo a Angostura el gobierno denunció y demostró como los departamentos de elite y de inteligencia de la Policía y las Fuerzas Armadas tenían estrechos vínculos con los responsables de la CIA en la embajada norteamericana en Ecuador. A raíz de esto se ha iniciado una reorganización de estos organismos, pero nosotros debemos remarcar que esto no debe llevarnos a descuidar normas básicas de seguridad en el Partido y la Juventud Comunista. Nosotros sostenemos que la infiltración de la CIA, y a través de ellos de organismos de represión colombianos, en las Fuerzas Armadas y Policía Nacional no ha sido detectada en todos sus alcances.

¿Cuál es la relación de los comunistas ecuatorianos con el gobierno de Rafael Correa?

El Partido Comunista del Ecuador, fue uno de los primeros partidos de izquierda que respaldó la candidatura de Rafael Correa a la presidencia de la República, lo hicimos públicamente el 23 de mayo del 2006 en el acto por el 80 aniversario de nuestro partido, anteriormente cuando fue Ministro de Economía y Finanzas en el gobierno de Alfredo Palacio habíamos respaldado públicamente su gestión por la defensa hecha a la soberanía y la apertura a nuevos modelos de integración en América y de relaciones económicas internacionales.

El 31 de julio del 2006 suscribimos junto con él y su movimiento político, cuando aún era candidato, un Acuerdo Político-Programático basado en cuatro puntos: Defensa de la soberanía nacional, construcción de un nuevo modelo político económico y social, guerra total a la corrupción y un gobierno profundamente latinoamericanista.

Para nosotros es muy estimulante que Rafael Correa haya firmado un acuerdo con un partido como el nuestro, un partido técnicamente a-legal, que no tiene registro electoral ni “brazo electoral” como llaman algunos y que lo haga con un partido que por su concepción, su orientación, su historia y hasta su denominación, es un partido que ha sido muy satanizado, muy calumniado por las fuerzas de la reacción en nuestro país, es aún más significativo por los costos que le podría haber traído al entonces candidato Correa. El candidato de la oligarquía, Álvaro Noboa, incluso hizo una rueda de prensa donde mostró nuestro periódico mensual “El Pueblo” en el que aparecía Correa con nosotros firmando el acuerdo, como una forma de descalificación por reunirse y haber hecho un acuerdo con los comunistas.

Consideramos que con aciertos y errores el Presidente Correa hasta ahora ha ido cumpliendo con el acuerdo firmado con nosotros y con sus ofertas de campaña. Tenemos diferencias con el gobierno en cuanto a algunas de sus visiones del movimiento sindical, esperamos pronto poder clarificar esto y hacer llegar nuestros puntos de vista respecto a los mismos. Al movimiento obrero le hemos señalado que el carácter de independencia de clase que debe mantener es la clave para poder sortear estos inconvenientes, a la vez le hemos prevenido sobre posiciones que mostrándose como reivindicativas de los derechos de los trabajadores, le hacen el juego a la derecha y el imperialismo.

Nosotros caracterizamos la llamada “Revolución Ciudadana”, como un proceso de transformaciones políticas con grandes perspectivas de ir cumpliendo las aspiraciones por las que el pueblo ecuatoriano ha venido luchando y resistiendo, no debe olvidarse que en el Ecuador en diez años se tumbaron tres presidentes de la república, lo que demuestra que el pueblo venía buscando quien encarne sus aspiraciones y su negativa a la aplicación del modelo neoliberal. La Revolución Ciudadana sostenemos nosotros se entronca, se enlaza con varios de los postulados de la Revolución Nacional Democrática por la que por décadas hemos venido luchando desde el PCE.

Europa actualmente está atravesando una ola de políticas que perjudican a los inmigrantes. ¿Existe en Ecuador conciencia popular sobre la situación de sus compatriotas y familiares fuera del país?, ¿Cuál es la posición del gobierno sobre el tema?

Hemos visto con preocupación como esto que ustedes denominan ola de políticas antiinmigrantes, surge cuando en Europa se ve un renacer de sentimientos xenofóbicos. Es decir nosotros vemos como esto no es un recurso meramente doctrinario, sino más bien clientelar de la derecha europea. En Ecuador nosotros tenemos una gran cantidad de compatriotas que se marcharon a Europa sobre todo a raíz de la crisis generada en 1999 con el feriado bancario, las cifras hablan de entre 2’500.000 y 3’000.000 de ecuatorianos fuera de nuestra patria, donde la mayoría se marchó a Europa.

Ahora, estos inmigrantes dejaron atrás familiares, esposas, esposos, hijos, padres, etc. Algunos tuvieron oportunidad de llevarse a sus familiares hacia donde ellos, otros no tuvieron esa oportunidad, dejando familias disgregadas, hogares rotos. Eso te habla de por sí de lo sensible del tema para la población ecuatoriana, la cual tiene un familiar, un amigo, un conocido en el exterior. Entonces si bien la población ecuatoriana no tiene lo que podríamos llamar una gran conciencia en cuanto a las políticas antiinmigrantes y sus promotores, sin duda alguna si tiene una gran sensibilidad frente a las consecuencias para sus familiares y amigos.
El gobierno ha emprendido un programa para el retorno de los inmigrantes a la patria, el “Programa Retorno”, si bien es saludable la intención parece que no ha tenido la acogida que se esperaba. Creemos que esto se debe de manera fundamental a lo que ya señalábamos, los inmigrantes empezaron a llevarse a sus familiares hacia donde ellos con lo cual el elemento afectivo para justificar el retorno va perdiendo peso.

La prensa europea habla del gobierno de Rafael Correa como si fuera un gobierno que no se pudiera sostener sin Hugo Chávez y Fidel Castro, además de calificar a los gobiernos progresistas como “populistas”. ¿Estas afirmaciones son verdaderas, existe un eje la Habana-Caracas que controla todo en el Ecuador?

En cuanto a los que sostienen que el gobierno de Correa no se puede sostener sin el apoyo de Venezuela y Cuba, hay que recordarles los seis triunfos electorales consecutivos de Correa y su proyecto: noviembre del 2006, abril del 2007, septiembre del 2007, septiembre del 2008, 26 de abril del 2009 y 14 de junio del 2009. En todas estas elecciones la población mayoritariamente ha confiado en Rafael Correa y su propuesta. Como nosotros sostenemos, el pueblo ecuatoriano que se movilizó y resistió la aplicación del modelo neoliberal, vino a encontrar en la gestión de Correa a quien represente sus aspiraciones. El satanizado eje La Habana-Caracas-Quito, no demuestra más que la incomprensión de quienes no sienten ni conocen todo el acervo cultural e identidad entre los pueblos de Nuestra América desde la época de la primera independencia. Igual pueden hablar del eje La Habana-Caracas-La Paz o La Habana-Caracas-Managua, ese nos demuestra la lejanía en conceptos de quienes no les asombra las relaciones en condiciones de desventaja de nuestros pueblos con el imperialismo norteamericano, pero sí se escandalizan y arman el alboroto cuando ven las relaciones fraternas entre los gobiernos y pueblos América Latina.
En cuanto a que los gobiernos de América Latina que se han identificado con esta corriente de cambio que algunos han denominado un cambio de época, sean populistas, nos parece que es una adjetivización muy facilista, muy cómoda, propia de aquellos que les gustan ver los toros de lejos, sentados en sus olimpos intelectuales. En el PCE nosotros hemos acuñado un símil: las luchas de nuestros pueblos no hay que verlas desde los graderíos aplaudiendo las buenas jugadas y pifiando las malas. Hay que estar es en la cancha sudando la camiseta, haciendo las buenas jugadas y evitando hacer y que nos hagan las malas.


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