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miércoles, 20 de enero de 2010

Cuba: Jóvenes y VIH, ir más allá en la prevención


Escrito por Raquel Sierra

(Especial de SEMlac).- Viste uniforme de dos tonos de azul, el atuendo de la enseñanza preuniversitaria. Se acerca en solitario a la máquina rectangular, también azul, que cuelga de la pared: un dispensador de condones. Deposita 20 centavos, gira la manigueta y, sin mediación de personas, miradas o juicios, recoge su cajita de tres preservativos.

Este es uno de los 12 equipos de ese tipo instalados desde diciembre pasado en La Habana, un experimento que mide la efectividad de ese sistema para su posible extensión y constituye un complemento a la distribución de la red de 83 farmacias y los más de 400 puntos no tradicionales (cafeterías y comercios) de venta de condones existentes en la capital cubana, donde habitan 2,2 millones de personas y se concentra más de 50 por ciento de la epidemia del VIH/sida.

Los dispensadores están ubicados en sitios estratégicos, fundamentalmente en la barriada del Vedado, por donde confluyen muchas personas que van a recrearse, y en otros lugares de gran tránsito de público: la universidad o la estación de ómnibus interprovinciales. Hasta ahora se estima que hay un buen consumo de esos medios protectores, pero se hará una valoración final en diciembre venidero.

"Hay demanda por una razón: las personas no los tienen que pedir. Por mucho que se haga labor educativa, todavía existen tabúes y hay quien aún siente vergüenza al comprarlos en la farmacia", explica Luisa Ramos, especialista de la línea de condones del Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/sida.

"Si, además, a las personas las sorprende la noche y tienen necesidad de adquirirlos, pueden hacerlo sin problema. Con anterioridad había quejas, pues la gente llegaba a las farmacias y no había condones, o el dependiente no les abría la puerta", dice.

Con los criterios de Luisa coincide Dayron, el adolescente del uniforme azul. Sin estar dirigidos exclusivamente a los jóvenes, estos hacen uso de los dispensadores, cuando los tienen cerca. "A nosotros nos viene bien, no hay ninguna dependienta que te mire con cara de intriga", dice Dayron.

Otros, como Yamil, de 28 años, desconocían de su existencia: "me parece algo bueno, pero ni sabía. No sería mala idea que estuvieran también en otros municipios", considera, "pues el uso de los preservativos protege a cada pareja, sobre todo del sida".

En Cuba, las estadísticas de 2008 muestran un incremento en el número de casos de VIH en el grupo de edades más jóvenes en relación con el año precedente, acompañado de un marcado crecimiento del número de pruebas de detección realizadas, señala la doctora Jacqueline Sánchez, coordinadora de la línea de jóvenes del Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/sida.

Según la Encuesta sobre Indicadores de Prevención de infección por el VIH/sida, realizada en 2007 por el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE) de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), el grupo de 20 a 24 años de edad concentra el mayor número de casos diagnosticados.

Las provincias con mayores tasas en este segmento poblacional son Ciudad Habana, La Habana, Villa Clara, Camagüey, Santiago de Cuba, Las Tunas y Holguín: entre todas aportan 85 por ciento de ese grupo.

Entre los factores impulsores de la epidemia del VIH en adolescentes y jóvenes, las investigaciones reconocen la edad temprana de inicio de las relaciones sexuales en la población cubana, que ocurre hacia la mitad de la adolescencia (16 años), agrega la coordinadora.

Hay otros motivos que explican el aumento de casos en estas edades. Según Sánchez, las proporciones más elevadas de población con más de una pareja en los últimos 12 meses corresponde a jóvenes de 15 a 19 años, principalmente hombres que tiene sexo con hombre (HSH), con más de 35 por ciento.

¿Y el condón?

Desde hace 10 años, el Centro Nacional de Prevención desarrolla una línea de trabajo dirigida a la promoción del uso del condón, que incluye la distribución gratuita de más de ocho millones de muestras, como parte de un programa conjunto con el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.

Además, en farmacias y centros gastronómicos se comercializan —a precios módicos: tres condones por un peso— más de 200 millones de ese artículo, de diferentes marcas, que subsidia el Ministerio de Salud Pública, explica Ramos.

No obstante, la encuesta sobre indicadores de prevención muestra que más de 40 por ciento de los jóvenes entran en la vida sexual sin protegerse. Por suerte, hay algunos avances: se reporta un ligero incremento en el uso del condón en la primera relación sexual, mucho más marcado entre los hombres que tienen sexo con otros hombres (57,4 por ciento).

Las opiniones sobre el uso del preservativo son muy variadas. Kenia López, de 23 años, señala: "no tengo ninguna relación sexual sin protección. Esa es mi garantía de salud. Lo aprendí con mi madre y lo incorporé a mi vida".

Orlando tiene 15 años y cursa estudios preuniversitarios en un internado lejos de casa. "En mi grupo usamos condón, pero no creo que alguien deje de tener una relación si no lo tiene a mano", dice. Malcom, de 21, lo usa, pero solo a veces, aunque ha escuchado cientos de veces que es necesario en todas las relaciones sexuales. Michel, de 27, ni quiere hablar del tema, mucho menos usarlo.

Con más de 10 años de trabajo en una farmacia, Rosa Orta asegura a SEMlac que, ciertamente, "desde hace dos o tres años vienen más jóvenes a comprarlos, sobre todo muchachos".

Mientras, Ana Iris, dependienta de una de las cafeterías de la Terminal de Ómnibus Interprovinciales de la capital cubana sostiene que "los que más vienen son hombres, muy pocas veces lo hace una mujer".

Siempre en movimiento

"Desde 2001, cuando en el CNP comenzó a funcionar la línea de condones, se siente que la gente va tomando conciencia, pero la epidemia se mantiene y ahí entra el factor humano, pues estamos hablando de relaciones sexuales, íntimas, donde las personas no involucran a terceros", señala Luisa.

Pero no se descansa. Ya está en el país un nuevo condón: Momento, que sustituirá al Twinlotus, en el mercado, por cinco años. El nuevo responde a las preferencias de forma y color descritas en una encuesta realizada entre los grupos vulnerables. "Si el otro venía en forma rectangular, este será cuadrado, porque está demostrado científicamente que es la mejor forma para su envase, pues preserva más el lubricante", indica.

Junto a los mencionados, están Love Guard y Vigor, este último de marca cubana, con especificaciones técnicas solicitadas a los fabricantes, imagen nacional y financiado por el Fondo Mundial. En breve se sumará Vigor max, en 83 farmacias de La Habana.

El Fondo también ha financiado un condón ultrarresistente, destinado al sexo anal, con mayor lubricación, teniendo en cuenta que la epidemia se concentra en los hombres que tienen sexo con hombres.

"La caja contiene dos condones y un lubricante, por el precio de un peso. Es una novedad para el país porque nunca se ha vendido el lubricante. Aunque está destinado preferentemente al sexo anal, no se descarta en sexo vaginal, sobre todo en personas con poca lubricación. Se hará un estudio sobre su aceptación", afirma la experta.

Según Ramos, quien trabaja desde hace nueve años en la línea de condones, en la prevención han sido importantes tanto las acciones con los grupos vulnerables (adolescentes, jóvenes, HSH y mujeres), como los cambios de estrategia.

"Tenemos los puntos de venta, pero si a través de los promotores y voluntarios nos llegan las noticias de cambios en los lugares de encuentro, hacia allí nos movemos con un nuevo espacio para comercializar los condones", explica.

Otro aspecto esencial es la educación de pares, para que los mensajes lleguen a sus destinatarios. "Cuando los jóvenes conversan con otros de su edad están hablando su mismo idioma y escuchan, se desinhiben y hacen preguntas, no se quedan con la duda, porque ven a la otra persona como un igual", expresa la especialista.

Según Jean Martínez, promotor en el municipio de Playa, en el oeste de La Habana, "se trabaja fundamentalmente con jóvenes entre 19 y 30 años, segmento donde más crece la epidemia. Lo hacemos en campañas e intervenciones en los sitios frecuentados por ellos, cerca de las escuelas y sentimos que están siendo receptivos a los mensajes".


No cansarse


Para la coordinadora de la línea de jóvenes del Centro Nacional de Prevención, "no hay una respuesta única para prevenir el VIH en los adolescentes y jóvenes; pero si tenemos en cuenta que el VIH, en Cuba, se concentra en hombres, y particularmente en hombres que tienen sexo con otros hombres; se hace necesario redoblar la atención en los varones".

A su juicio, debe tenerse en cuenta que las construcciones tradicionales de masculinidad presionan a los varones a iniciar tempranamente su vida sexual y con múltiples parejas, lo que aumenta su grado de vulnerabilidad ante las ITS y el VIH.

Por esa razón, agrega, las estrategias de prevención deben seguir accionando sobre estos procesos de socialización, que los impulsan a estos comportamientos sexuales de riesgo.

Para la doctora Sánchez, las acciones inmediatas incluyen incrementar el alcance de las actividades educativas con intervenciones basadas en la familia y la comunidad, y con énfasis en los territorios más afectados, así como fortalecer la estrategia dirigida a adolescentes, preadolescentes, con intervenciones cada más precoces e integradas.

"Siempre estamos buscando lo que nos falta, porque pretendemos detener la epidemia y después bajarla. Sin embargo, algunas personas ven las cosas un poco a la ligera: `tomo retrovirales y no me voy a morir', lo que indica que la percepción de riesgo sigue siendo baja", considera Ramos.

Para Pedro Luis Hernández, seropositivo, vicecoordinador de la línea de apoyo a las personas con VIH/sida y promotor del proyecto HSH, "hay que ir más allá en la prevención".

En su opinión, "el condón es un camino, pero no el único. También está la abstinencia, y los jóvenes deben saber que puede haber satisfacción sin penetración, con caricias, besos y masajes. Y deben buscar siempre que en el sexo y el placer, haya amor".

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lunes, 6 de julio de 2009

Ser madre en Latinoamérica antes de los 20 años


Por Isabel Soto Mayedo*

La Habana (PL).- La maternidad toca a las puertas del 25 por ciento de las latinoamericanas y caribeñas entre los 15 y los 19 años de edad por la ineficiente educación sexual que reciben desde la cuna.

Los preservativos y otros métodos anticonceptivos son prácticamente desconocidos por las jóvenes comprendidas en ese rango etario, en el cual la maternidad asciende al 76,2 por ciento, cifra superior a la registrada a escala global, equivalente a 52,6 por ciento.

Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y la Organización Iberoamericana de Juventud sugieren que la tasa de maternidad juvenil no guarda relación con la de fecundidad general en estos países.

La tasa de fecundidad general en América Latina ronda el 2,37 por ciento, mientras que en el resto del planeta corresponde al 2,55 por ciento, reflejó el estudio auspiciado por ambos organismos regionales.

La recirculación de la pobreza y de la desigualdad derivan de esta realidad en territorios donde el inicio de la vida sexual muchas veces está alejado del uso de métodos para prevenir o evitar la gravidez, y peor aún, las enfermedades de transmisión por esa vía.

En el mundo en desarrollo, donde la pobreza prima, algunas familias sacrifican la educación de sus hijos con tal de que éstos contribuyan al mantenimiento del hogar. Las niñas suelen ser las más perjudicadas en tales casos, por la elevada demanda de empleadas domésticas.

Las madres menores de 20 años provienen generalmente de los sectores sociales menos favorecidos en el orden económico, suelen haber afrontado más dificultades para acceder a la instrucción y en cientos de casos apenas recibieron esta.

Casi siempre dichas féminas, por consiguiente, procrean y terminan obligadas a asumir la subsistencia de hogares uniparentales, sin opciones legales de protección social.

"El embarazo precoz tiende a llevarlas a abandonar sus estudios, dificultando su inserción laboral, exacerbando las desigualdades de género y potenciando el círculo vicioso de la pobreza", señala el informe "Juventud y Cohesión Social en Iberoamérica: Un modelo para armar".

Estadísticas acopiadas por Advocates for Youth, organización con sede en Washington, indican que lactantes nacidos de madres más jóvenes tienen un aumento de las probabilidades de mortalidad de 77 por ciento en República Dominicana, 69 por ciento en El Salvador, 36 por ciento en Perú y 29 por ciento en Colombia.

Las jóvenes se inician en la vida sexual en edades cada vez más tempranas a nivel mundial. Las que han tenido relaciones oscilan entre la mitad y los dos tercios en América Latina y el Caribe, llega a las tres cuartas partes o más en países del norte desarrollado, y superan las nueve de cada 10 en países del Africa al sur del Sahara.

En algunas sociedades, ello ocurre porque se espera que la chica contraiga matrimonio y procree a una temprana edad. El casamiento ocurre más tarde en otras, pero comúnmente se tienen relaciones sexuales antes de este. Existen también sociedades en transición de una norma social a otra.

Lejos de cualquier regla, son numerosas las repercusiones médicas, económicas y psicológicas de la procreación prematura y los peligros que entraña, tanto para la vida de la madre como para la de su descendencia.

Casi nunca las mujeres casadas con menos años desempeñan un papel activo en las decisiones relacionadas con la fecundidad y tienen pocas oportunidades para capacitarse o trabajar.

Las embarazadas sin matrimoniarse deben decidir si se someterán a un aborto o mantendrán a un hijo por sí solas, en tanto unas y otras siempre serán vulnerables frente a las enfermedades de transmisión sexual.

A ello se suman los peligros que implica para la salud un proceso de esa naturaleza sin estar desarrollado el organismo humano como para enfrentarlo: antes de los 17 años el riesgo de mortalidad materna es mayor, porque el cuerpo no está suficientemente maduro para la gestación.

En Paraguay, por ejemplo, el riesgo de muerte para una adolescente embarazada es 52 veces más elevado que en Estados Unidos. Casi el 20 por ciento de las defunciones de mujeres adolescentes en ese país suramericano son imputables a complicaciones de la gestación o el parto.

Existen jóvenes en el área que, en medio de la incertidumbre ante un embarazo no deseado, tienden a apelar a abortos baratos, tardíos y en condiciones peligrosas, con secuelas para su salud y fertilidad.

Donde esta práctica se hace bajo determinadas restricciones legales, más de la tercera parte de las defunciones maternas entre las adolescentes se deben directamente al aborto realizado en condiciones peligrosas. Tal es la realidad en países como El Salvador, Chile y Argentina, entre otros.

Si el embarazo llega a término, puede desembocar en complicaciones graves y hasta la muerte de la madre, del hijo o de ambos. Los bebés de las adolescentes tienen más probabilidades de nacer precozmente, por debajo del peso normal, o padecer retraso del crecimiento fetal.

Los servicios para las embarazadas y las madres de cualquier edad son bastante inadecuados en gran parte de Latinoamérica, coinciden seguidores del tema, para los cuales la falta de información sobre la importancia de la atención prenatal y los servicios priman en la zona.

El esfuerzo realizado por gobiernos orientados a solucionar los problemas de sus pueblos es loable, mas queda mucho por ganar en relación con estas cuestiones, por cuanto son siglos de atraso en relación con la atención a las mujeres y a la educación de las futuras madres y padres para afrontar de manera responsable la sexualidad.

*Especialista en temas de América Latina y el Caribe.

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jueves, 30 de abril de 2009

Autoridades permitirán uso de píldora a chicas de 17 años en EEUU


A partir de ahora, las jóvenes estadounidenses mayores de 17 años podrán comprar sin receta la píldora del día después. A pesar de que la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) rebaja en un solo año el límite de edad para acceder al plan B (en 2006 se aprobó para mayores de 18), la decisión revoca una de las resoluciones en materia sanitaria más polémicas de la administración Bush.

La medida, que tardará al menos un mes en ser efectiva por cuestiones burocráticas, ha levantado, como era de esperar, cierto revuelo entre los más conservadores.


La nueva norma de la FDA llega después de que un juez de la Corte del Distrito Federal de Nueva York, el magistrado Edward Korman, calificara la limitación del acceso a este fármaco sin receta a mayores de 18 años de decisión política y no científica e invitara a la agencia a "reconsiderar su postura", impuesta durante el gobierno del ex presidente George W. Bush.

El mes pasado, el juez federal de distrito Edward Korman emitió su fallo en una demanda presentada en Nueva York y señaló que los funcionarios designados por el gobierno de Bush dejaron que la política, y no la ciencia, dictase su decisión sobre el acceso sin necesidad de prescripción sólo para las mujeres de 18 años o mayores. Korman ordenó que la agencia permita a las adolescentes de 17 años obtener las píldoras y que por otra parte que se evalúe si las restricciones sobre edades deberían ser anuladas.

En un comunicado, la FDA indicó que está dispuesta a aprobar el cambio una vez que el fabricante lo solicite.

Las píldoras del día siguiente son un método anticonceptivo de emergencia que contiene una alta dosis de drogas para el control natal, pero no pueden evitar un embarazo que ya esté en curso. Los conservadores religiosos indican que son el equivalente a una píldora de aborto porque pueden evitar que un óvulo fecundado se adhiera al útero.

La batalla sobre el libre acceso a las píldoras del día siguiente se ha desarrollado durante gran parte de la década y en diferentes gestiones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés).

Entre gran parte de la comunidad médica se convirtió en un símbolo de la decadencia de la ciencia en la dependencia oficial. Los más altos funcionarios de la FDA se negaron a seguir las recomendaciones de un grupo de científicos y negaron que la píldora se pusiese a disposición de las mujeres sin restricción de edad.

"La FDA quedó atrapada en una telenovela; quedó atrapada en un drama," dijo Susan Wood, que fungió como la más importante funcionaria para la salud de la mujer en la dependencia y renunció en el 2005 ante los retrasos para emitir una decisión. "Este asunto es un ejemplo claro sobre la pérdida de rumbo de la dependencia y subrayó los problemas que la FDA enfrentaba en muchas otras áreas".

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