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lunes, 28 de noviembre de 2011

En el Medio Oriente parece haber gato encerrado

David Urra Rebelión

¿Quién ira primero, Irán o Siria? Los acontecimientos se precipitan. La ofensiva del “Eje de la Guerra” parece no tener fin ni obstáculos y el estado de embriaguez guerrerista parece amenazar a todos los que no se plieguen a sus designios. Algunos tiemblan ante la avalancha de derrocamientos consecutivos, otros miran atónitos y los terceros se preparan para resistir. ¿Quién será el próximo?

Hay muchos en la lista de “oscuros rincones del mundo” que pueden ser desestabilizados, satanizados, bloqueados, desfalcados y bombardeados. Entre los que más se mencionan están Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela. Pero no son los únicos.

Esto da una idea de que los acontecimientos no son casuales sino consecuencia de un plan minuciosamente preparado en el que cada país es una pieza de un enorme juego de ajedrez. Observen que digo ajedrez, porque el conocido efecto dominó no tiene nada en común con lo que ocurre en el mundo actual.


Primero, que todo la llamada “caída” consecutiva no lo es tal ya que no todos los países están totalmente “preparados” para las acciones de cambio. Las piezas se mueven y el plan no es esquemático, se desarrolla de forma paralela y la estrategia va definiendo sobre la marcha que pieza comerse.

Analicemos, con los elementos disponibles, cual es la siguiente “pieza” a desaparecer del tablero.

Hay en este momento una verdadera campaña propagandística en contra de Irán. No es la primera, ni será la última, solo que ahora hay nuevos ingredientes. Por un lado, el traído por los pelos informe de la OIEA, que con un millón de ambigüedades, característico de la diplomacia moderna del “Eje de la Guerra” casi acusa a Irán de construir armas nucleares, porque es posible que tenga con que hacerlo.

Por otro lado está la bravuconada israelí de que bombardearía objetivos, todavía no muy definidos, en Irán, para “detener” el programa nuclear de este país.

Paralelamente se refuerza el poderío militar de los vecinos iraníes (Arabia Saudita, Qatar e Israel), con el señalado objetivo de atacar al estado Persa y destruir lo que con tanto esfuerzo y sacrificio ha creado el pueblo iraní.

Ya anteriormente se habían aprobado resoluciones en el “Consejo de Guerra” de la ONU y otras instancias regionales contra Irán, algunas de estas medidas dirigidas a socavar la capacidad de funcionamiento de la economía de este país, otras para disminuir su capacidad defensiva.

Por último, el movimiento de tropas de Iraq hacia Qatar apunta, según muchos especialistas, a pensar que es Irán el “elegido” para ser la próxima víctima en esta compleja y escalofriante partida de ajedrez político.

Pero, parece que siempre hay uno ¿son estos elementos concluyentes o determinantes para que sea Irán el próximo objetivo?

Ante todo debemos decir que un enfrentamiento contra Irán no será el paseo Libio, donde las inconsistencias de Ghaddafi “facilitaron” la campaña de la OTAN.

En aras de abreviar, listaremos los factores que explican esta aseveración:

Irán ni es Libia, ni es Afganistán, ni es Iraq. En la nación Persa hay ante todo una sociedad ordenada, que se ha preparado para estas circunstancias, dirigida por un Gobierno que de forma inteligente y eficaz ha convertido el país en un hueso duro de roer.


Los iraníes no se han sentado a alardear de sus Fuerzas Armadas y sus potentes armas compradas en otros países, han desarrollado su industria militar y cuentan con la tecnología necesaria que incluye a otras ramas de la economía y la industria. Se han preparado concienzudamente para esta situación y cuentan con un Sistema de Defensa organizado, bien estructurado, que incluye a combatientes que poseen una ideología definida.

En este país hay una conciencia entre la población de que la defensa de su nación es tarea de todos. Hay una unidad ideológica y religiosa.

No solo dependen de unas Fuerzas Armadas revolucionarias, sino de un Cuerpo de Milicias impresionante, equipados ambos con medios potentes y modernos y con una experiencia combativa adquirida en la no muy lejana guerra contra Iraq.

Su ubicación geográfica les permite ser una pieza clave en la geopolítica de la región y el mundo, por lo que un evento de guerra prolongada en este país tendrá implicaciones no solo regionales sino mundiales.

Desde el punto de vista militar-operativo hay varios factores importantes sin cuyo análisis no es posible valorar correctamente los pros y los contras de un enfrentamiento contra Irán.

Primero.- Su cercanía a Israel hace que, si bien es cierto que los medios aéreos y coheteriles de los sionistas pueden golpear ciertas regiones de la geografía iraní, también se puede decir que los centros militares y de poder en Israel están a la misma distancia para ser golpeados por los medios de defensa iraníes, con la diferencia de que Israel es muchísimo más pequeño y por ende será más fácil batir los blancos escogidos empleando menos recursos.

Segundo.- Las 300 armas nucleares en manos de Israel no es una ventaja, todo lo contrario. Para nadie es un secreto que estas armas no se tocan. Hay una percepción, incluso entre las grandes potencias, de que el empleo de estos medios está prohibido, no solo por los efectos dañinos que producirían, sino y también porque cambiaría la mentalidad de prohibición “no declarada” de su uso y “estimularía” o “justificaría” su uso por otros que la poseen. Pero, si por casualidad o intención cayera una bomba o cohete en algún lugar donde se encuentre una bomba o portador nuclear en suelo israelí, inclusive en una Central Eléctrica Nuclear, el efecto sería casi el mismo y no se podría acusar a Irán del empleo del arma nuclear.

Tercero.- La cercanía de Irán al estrecho de Ormuz y su capacidad para bloquearlo, prácticamente paralizaría la transportación de cerca del 80 % del crudo que consumen las potencias occidentales. Esto provocaría un desastre incalculable y los más afectados serán los miembros del “Eje de la Guerra”.

Cuarto.- El poderío israelí es limitado, su descalabro en el Líbano demostró sus carencias que en el caso de Irán se multiplicarían por 100. Sin EE.UU no hay posibilidad de éxito para Israel.

Quinto.- Irán si lo desea no está obligado a golpear los centros militares y estratégicos en Israel, con responder contra los cerca de 130,000 norteamericanos que están desplegados en Afganistán y los casi 70,000 que se encuentran en Iraq, obtendría un efecto similar o incluso mayor, por además más fácil. Las tropas norteamericanas en esto países están concentradas en grandes campamentos, fáciles de ubicar y no tienen la posibilidad de desconcentrarse producto de la situación operativa en los países donde se encuentran. Además es prácticamente imposible retirarlas en un corto plazo.

Sexto.- Este enfrentamiento afectaría invariablemente a todos los vecinos, incluyendo a China y Rusia. Los chinos dejarían de recibir buena parte del petróleo que necesitan y Rusia estaría en el borde de la candela. El costo político sería muy alto.

Haciendo un resumen y evaluando todos los elementos disponibles podríamos adelantar algunas consideraciones:

Israel no se lanzara a una aventura contra Irán sin el consentimiento, o mejor dicho, sin el apoyo político y militar de EE.UU, ya sea abierto o encubierto.
El costo de esta acción seria impagable para EE.UU. Se le vería reducido considerablemente su abastecimiento de petróleo y por otro lado sus tropas en Afganistán e Iraq estarían bajo el fuego iraní que ya debe de haber calculado esto y debe haber previsto una lluvia de cohetes y bombas contra estas unidades.
La comunidad Chiita en todo el Medio Oriente se exacerbaría y esto no les conviene ni a EE.UU ni a sus aliados monárquicos.
Es igualmente posible que Rusia y China aumenten su presión, lo que sería un elemento nuevo en la reciente ola de pillaje internacional de EE.UU, ya que mediante el chantaje y las zanahorias prometidas a estos dos países, habían logrado mantenerlos al margen, o por lo menos en un bajo perfil.
Es de destacar que según aumente la resistencia iraní y se haga más prolongado el enfrentamiento, otros países se decidirán a apoyar a la nación Persa. Imaginan que ocurriría si en tales circunstancias Venezuela, actualmente muy cercana a Irán, decide cerrar la llave del petróleo a EE.UU.
Todos se preguntaran a estas alturas ¿Para qué entonces toda esta ofensiva propagandística y este sonar de cuchillos?

Si seguimos la “lógica” norteamericana, parece haber gato encerrado. No es primera vez que amenazan aquí y atacan allí. Pienso, que el objetivo es Siria y que la ofensiva en los medios es una pantalla para “sorprendernos” con un golpe inesperado y fulminante.

En Siria, la Guerra Psicológico-Informativa está más avanzada. Ya el país ha sido demonizado, se lograron estructurar algunos grupos que pasaron de la “oposición” pasiva a la activa, se logró que la organización regional (Liga Árabe), la condenara y solicitara sanciones, se está logrando que Rusia y China pasen a una posición más “constructiva” (Rusia ya está recibiendo al “representante” de la oposición, lo cual de hecho la legitima y ambos han sido puestos en una posición incómoda ante la opinión pública, si apoyan a Siria están a favor de un régimen “cruel” y “tiránico”, sino, traicionan a un aliado). Por último Irán, su principal socio en el área, está bajo amenaza de muerte.

El problema es que Siria se paró bonito y su situación no es la que tenía Libia. Por esta razón EE.UU necesita dar un “aldabonazo” final y para que no sea tan “visible” se necesita que todo el mundo este “mirando para otro lado” y altamente preocupado por un mal mayor. Después, si se produce el golpe contra Siria, es posible que muchos respiren profundo y hasta se feliciten de que la sangre no llego al rio.

Muchos pensarán: Para EE.UU, el objetivo más importante es Irán.

Estamos totalmente de acuerdo, solo que la Guerra Psicológico-Informativa contra Irán no está madura, sobre todo porque los iraníes han desarrollado las contramedidas pertinentes, han fortalecido la unidad ideológica y social en el país, no basada en las prebendas económicas, sino en el patriotismo y la fe religiosa. No han hecho concesiones y han respondido inteligentemente a las sanciones aplicadas contra ellos, inclusive a las rusas que suspendieron las entregas de los Sistemas de Defensa Antiaérea S-300 bajo las presiones de EE.UU, creando el armamento y medios autóctonos que les permiten responder a cualquier agresión.

De hecho EE.UU cree matar “dos pájaros de un tiro”. Por un lado eliminaría una pieza importante del ajedrez en el Medio Oriente –Siria- y por otro reforzaría las sanciones contra Irán con el objetivo de desgastar a los iraníes y por esta vía “madurar” las condiciones para una acción posterior.

No pretendemos ser concluyentes, los hechos se desarrollan vertiginosamente y prever el desenlace se hace difícil. Solo una cosa nos queda absolutamente clara, si los pueblos sirios e iraní se lo proponen, no abra ninguna conspiración diabólica que los haga retroceder. La “Potencia” no está en las armas, sino en las ideas y convicciones.

Siria debe estar consciente de que la única forma que tiene de parar la ofensiva imperial es siendo convincente. No le puede temblar la mano en su lucha contra las bandas armadas organizadas y pertrechadas desde el exterior. Si tiembla igual que Libia perecerá. EE.UU va a atacar de cualquier forma. El papel de Rusia y China es también decisivo, si son resueltos y le enseñan el puño a EE.UU, estos no se lanzan.

David Urra es Analista Militar


1 comentarios:

Alejandro Gómez 28 de noviembre de 2011, 18:05  

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