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miércoles, 3 de febrero de 2010

¿Y “eso” es juventud?


Jorge Amorin (*) Aporrea

Cuando vemos las últimas movilizaciones del sector opositor, se hace imposible no recordar a Salvador Allende que desde La Universidad de Méjico decía “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”. A mí que me toca la labor de cubrir estas escuálidas movilizaciones me cuesta entender el objetivo de las mismas, veo sus rostros llenos de odio, de rencor, de amargura. Este grupo de jóvenes que critican la gestión revolucionaria sin argumentos, sin explicaciones razonables, cuando hemos sido los jóvenes uno de los sectores más beneficiados por el gobierno del Comandante.

Mis padres vivieron las dictaduras del sur, se hallaron en las dictaduras punto-fijistas en Venezuela, sufrieron el 27 de febrero del 89, se ilusionaron en el 92. Padecieron todas las calamidades del pasado reciente en Venezuela y en sus países de origen, me hicieron conocer esa tenebrosa historia, se sentaban a mi lado en la niñez para explicarme que sucedía, se interesaron en hacerme estudiar, en ver documentos, en leer libros y periódicos. Luego por cuenta propia empecé a investigar lo transitado por nuestra Nación, a ver las calamidades que se aplicaron al pueblo venezolano por parte de los gobiernos de AD / COPEY, así fui creando una visión entorno a mi país, a nuestras realidades, a generar conceptos propios de política, de sociedad, a formarme ideológicamente, a forjar una visión crítica y auto-critica, en fin, a entender, disentir y construir.

Es en ese instante cuando me pregunto: ¿y dónde estaba la familia de estos muchachitos?, ¿nadie les conto del pasado en Venezuela?, ¿alguna vez se habrán interesado en abrir un libro?, en esta era de avances tecnológicos, ¿no han buscado nunca en internet información del Caracazo? Se hace complicado entender qué carajo defienden estos “manos blancas”. Cuando analizo todo esto mas lastima siento por estos “corderos” de la vieja política y de los dueños del capital, que no poseen formación alguna, que no saben, que no buscan, que no pueden coordinar, que no tienen ideas de manera coherente, y que solo plantean argumentos ambiguos, que viven de los “slogan” y las frases absurdas, que marchan a punta de regetton y mentes vacías.

Esa no es nuestra juventud, no lo es y jamás lo será. Nunca podríamos identificarnos con semejantes especímenes, esos escualidines de ultra-derecha no representan el ideal de juventud, pues han envejecido antes de vivir. Han preferido vivir su fantasía ambivalente, sin sentido, donde se creen “salvadores de la nación”, y no se dan cuenta del ridículo que hacen a diario, no entienden que el pueblo no les quiere, no comparte sus “postulados”, no le interesa seguirlos. Pues estos manos blancas no luchan por las necesidades de la mayoría, como decía antes, son simplemente los borregos de los dirigentes políticos de siempre, de los Ledezmas, los Allup y Los Ravell. Son los tontos útiles para sus planes perversos, la carne de cañón, los personajes que se lanzan al despeñadero solo para salir en los medios, esos que desean vivir sus quince minutos de fama a costa de lo que sea, sin importar lo que hagan, aun cuando lo que dicen defender va en contra de sus propios intereses.

Por estas y muchas razones jamás llegaran a ser representantes legítimos del pueblo, se quedaran sencillamente en los personajillos que salen en Globovisión a diario inventando un estupidez nueva.

Por ende, no debemos dejar amedrentarnos por estos tontos útiles de la oposición apátrida, nuestra juventud, esa de verdad, esa juventud con la que nos identificamos la mayoría de los venezolanos tiene que empezar a tomar las calles, las casas de estudios, los espacios de discusión a tomar el país y defenderlo. Y no es este un llamado a la violencia, nosotros no combatimos agresión con más agresión, tenemos la ventaja más grande de todas, la inteligencia, y por ende el debate y la discusión serán siempre nuestras armas. No dejemos que estos escualidines intenten embrollar nuestras ciudades, salgamos y demos la batalla necesaria, la de las ideas, y no caigamos nosotros en los juegos opositores, dejemos de lado la agresión, las consignas, los “slogan” cansados, y enfrentemos con inteligencia, ética y la voluntad popular que nos impulsa a seguir haciendo patria, a seguir construyendo.

(*) Comunicador Alternativo
jorge_amorin@hotmail.com


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